Prólogo-Destinados

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La gente apurada, con sus valijas. Los altoparlantes anunciando vuelos lejos de aquí, lejos de mi nueva vida.

Es irónico, yo odiaba la idea de construir una nueva vida, completamente... Pero en tan poco tiempo Buenos Aires se había convertido en mi hogar... Y ya no.

Los acontecimientos retumban en mi mente, las voces como ecos...

"Es algo... Diferente. No sé cómo explicarlo."

"No pierdas el tiempo."

"Luna... Vos me lo enseñaste... Yo creía casi imposible sentir algo asi de fuerte, así de intenso, pero con vos me pasa..."

"¿En serio crees que un chico como Matteo se fijaría en vos, teniendo a tantas chicas a sus pies? El solo se está divirtiendo con vos, no sabe lo que es el amor."

"Yo siempre voy a estar para vos, sos mi única amiga... No te vayas nunca."

"Entiendo si no tenés una respuesta, solo... Pensalo."

"Llegás a acercarte de más a Matteo, y despedite de tu vida acá."

"No pienses en nada, solo dejate llevar"

"Te lo advertí..."

"Quedate esto... Tiene algo importante."

Suspiré. ¡Basta, cerebro! Me pongo los auriculares y trato de olvidarme. Abro el cuaderno de frases que me regaló Nina... Como la voy a extrañar... Una frase en particular, llama la atención de mis ojos inevitablemente.

"Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos, que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca llegará a romperse."

-Yo sé que estamos destinados... Y eso no se puede romper.

¿Se puede romper el hilo rojo?|COMPLETA|Where stories live. Discover now