7.Distancias

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Desde que pasó lo que pasó... no sabía que hacer lo admito. No voy a olvidar la desilusión en los ojos de Simón al contarle, neta que fue horrible. Yo sabía que él... bueno, a él... yo... ¿Le gustaba? No sé. Simplemente se fue sin decir palabra, dejándome sola e indecisa. Fui a la mansión esperando despejarme de todo esto. Pero que equivocada estaba. La primer persona que me crucé en toda la mansión Benson, de todos los que viven ahí, papá, mamá, Amanda, Tino, Cato. Rey, la señora Benson... Justo me tenía que encontrar con Ámbar, justo con ella...

-Lunita, ¿Que tal tu día?

-Bien, creo...

-¿Como es eso del creo?

-Eh... nada que te incumba, Ámbar.-Intenté evadir el tema, sinceramente lo que me dijo el otro día me asustó. La forma de decirlo, sus ojos decididos, con un toque de maldad. Casi sonaba a amenaza.

-Te equivocás. Tiene que ver con Matteo, con mi ex. Ese chico no es para vos, te lo diga desde ya.

-Ámbar... en lo que menos quiero pensar ahora es en Matteo. No me interesa lo que tengas que decirme sobre él. Es mi vida y tú ocúpate de lo tuyo.

-Ayy, Lunita, estás jugando con fuego.

-¿Que dices?

-Eso. Ya te lo advertí. Un paso en falso y vos y tu familia podrían irse a México y no volver nunca... Y eso sería una pena, ¿Verdad Lunita?

-S-Sí...

-Entonces no querrás dar un paso en falso, ¿No?

-N-No, para nada, Ámbar.

-Entonces, distancia de Matteo.

-Pero Ámbar... yo no... él...

-Sh. ¿Ves este jarrón de cerámica artesanal francés?-Posó sus manos sobre un Jarrón.-Tiene las cenizas de la hermana de mi madrina. Si se rompe sería una gran pena... y madrina se enojaría tanto que sería capaz de hechar a cualquiera... sin ni una pizca de piedad.

-No serías capaz...

-Llegás a acercarte de más a Matteo, y despedite de tu vida acá.-Dijo segura.

Tragué saliva, aterrada. Asentí.

-Bueno... D-Distancia... voy a tomar distancia.

-Eso, distancia.-Me dijo antes de irse. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

No sabía si era capaz de lograrlo... en tono este tiempo Matteo se convirtió en mi todo... tan esencial como el oxígeno para mi vida. Aunque me costara admitirlo... amaba un montón a mi chico fresa, y no quería dejarlo ir por nada en el mundo... No quiero resignarme a la distancia.

¿Se puede romper el hilo rojo?|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora