Después de la tortura

15.1K 918 13
                                    

La continuación a la ceremonia era lo que más esperaba. En ese momento quería aprovechar cada ocasión para festejar, más si era a costas de mi madre. La comida y la fiesta fueron en la ciudad vecina, en una refinada estancia de eventos con increíbles áreas verdes y una hermosa vista hacia un gran balneario. Decorado en tonos crema y azul claro , con un estilo romántico y elegante. Había una banda en vivo, comida para abastecer a la región completa y hasta recuerditos carísimos para cada invitado. Y ni siquiera éramos la familia más adinerada del lugar, si nosotros podíamos costear eso, imagínense lo que podía pagar el hombre con más arrugas del recinto.

Me tuve que ir con mi madre y su chofer, porque nunca aprendí a conducir, y porque no tenía dinero para un auto. Apenas llegamos me dirigí corriendo hasta la mesa de cócteles, quería arrancar de mi madre y sus comentarios sobre la magnífica boda. Tomé una copa de algo que parecía espumante y le di un sorbo mientras todos aplaudían la llegada de los recién casados. Sabía que debía esperar el primer brindis, pero mi hermana entendería que no podía pasar mi resaca con agua bendita y nada más.

—Hey, Celeste —escuché que alguien me hablaba justo antes de dar mi segundo sorbo—. Pero qué buena entrada a la iglesia. ¡Amén!

Era el tonto actual esposo de mi hermana, quien se detuvo frente a mí para burlarse levantando sus manos hacia el cielo como si intentara alabar a Dios. Me limité a mirarlo feo.

—No seas malo, Tom.

Mi angelical hermana se interpuso y me defendió.

—No importa, Annie. Estoy acostumbrada a soportar tarados como tu esposo.

Bromeé para aliviar su rostro y le di un suave apretón a sus mejillas. No quería ser la causante de su primera discusión como casados, esa era una tarea destinada para mi madre y ambas sabíamos eso.

Annie se veía hermosa en su vestido "no blanco, pero muy parecido al blanco", como solíamos llamarlo ambas. Mi hermana tiene unos ojos grandes que te invitan a sonreír sin siquiera pensarlo, la amabilidad está en cada una de las pecas de su rostro. Heredó la habilidad de mi padre para hacer que la gente confíe en ellos con una sola mirada, por eso siempre fue la popular, además es muy atractiva. Sacó la lotería de los genes y posee un corazón de algodón de azúcar.

—Oye, Tom, ¿se puede saber dónde se metió tu mejor amigo? No lo he visto desde que llegué —pregunté para cambiar de tema.

—Deberías saberlo tú, es tu novio. Apuesto a que se está escondiendo por vergüenza —respondió en tono burlesco.

Yo le golpeé el brazo derecho y mi hermanita el izquierdo, ella con más suavidad. No quise insistir más así que me alejé de la pareja recién casada dándole un beso en la frente a mi hermanita, ambas llevábamos tacones, pero yo seguía siendo más alta.

Me detuve cuando a lo lejos vi a quien tanto buscaba. Si existe un momento en el que sientes que tienes la vida perfecta junto a tu ser amado y que nada podría hacerte más feliz que aquello, ni el dinero, ni la vida eterna, yo lo sentí en aquel instante mirándolo de lejos.

Antes de él, mis relaciones nunca habían durado mucho, aunque tampoco había puesto de mi parte para mejorar eso. Pero con Marcos era diferente, me sentía en mi pequeño paraíso. Mi hombre de manos ágiles, solo para mí, vestido con su traje negro, sus cabellos castaños cayendo por su frente, sus mejillas cálidas, con su postura inquieta tratando de encajar en mi entorno. Todo eso me hizo amarlo más. Sentí cómo se me inflaba el corazón.

En ese entonces no tenía idea del problema en que me había metido por idealizarlo, por hacerme dependiente de él como si fuera el aire. Es necesario que tengas cuidado al amar y no caer en eso, lo aconsejo.

Me acerqué de forma calmada y silenciosa, procurando que mis latidos alterados no fueran escuchados por los demás invitados. Era un lío, estaba cegada.

—Hola, amor —me puse frente a él de puntitas para besarlo suavemente, sintiendo e ignorando las miradas de la gente juzgando mi relación—. Al fin te encuentro.

—Te ves preciosa, Celeste.

Me dijo con su voz calmada admirando mi atuendo, yo di un giro frente a él para sacarle una sonrisa. Pero su mirada no cambió, se mantuvo serio y eso me preocupó.

—¿Qué sucede? —pregunté nerviosa.

—Tenemos que hablar.

Siempre había aborrecido la idea de la novia perfecta, la aburrida ceremonia, la formalidad y los miles de detalles absurdos. No detestaba la idea de amarrar mi existencia a otra persona mientras hubiera amor, pero no deseaba casarme de la forma tradicional.

Por eso, si Marcos me hubiera pedido escapar con él para estar juntos hasta que nuestras vidas lo permitieran lo habría hecho sin dudar, porque con él lo quería todo y si eso incluía un anillo no me iba a quejar. Y esperaba una hermosa propuesta, romántica a pesar de la oposición de mi madre. Esperaba cualquier cosa, menos lo que estaba por pasar.

____________________

La novela prontamente saldrá en formato físico junto a una Editorial chilena, para más información pueden seguirme en
Instagram @ ecistb_books
Por este motivo deberé borrar capítulos en Wattpad, espero puedan darle apoyo.

Muchas gracias por leer ♡ Les invito a seguirme y apoyarme con un voto!

𝚄𝚗 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 𝚛𝚘𝚝𝚘 𝚢 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚖𝚎𝚝𝚒𝚍𝚘Where stories live. Discover now