Capitulo III

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Deja sus cosas encima de la mesa. Su casa no es la más grande que puedas imaginar. Es de las más pequeñas del lugar, Tiene un piso, dos habitaciones, una de ella y la otra de su madre, un baño, el living, comedor y la cocina, es todo. La cocina es tan pequeña que apenas caben dos personas pero son solamente dos personas. Realmente no es que necesiten una casa más grande.

Deja las llaves encima de la mesa de vidrio con el mantel de color Crema que está al centro de la entrada y lo primero que ve es el rostro de su madre pintando sus ojos. Le sonríe.

- ¿Cómo te ha ido en clase de baile?- pregunta ella. Sky la mira durante un rato y luego toma asiento en el acolchado sofá de color Negro y cierra los ojos cansada y con los pies adoloridos después de usar nuevamente esos horribles tacos y nuevamente, tener que quitárselos.

- Bien- contesta ella, como siempre. No recuerda una simple clase en la que le haya ido mal.

- Bien no significa Genial, Sky- le reclama ella un poco, pintando sus uñas ahora. Suspira durante un largo rato porque sabe todo el sermón que está por venir.- Tienes que ser la mejor, tienes que pensar en grande, si no piensas en grande no puedes obtener grandes resultados.

- Lo sé, es solo que estoy un poco... Cansada.

- ¿Cansada? ¡¿Cansada?!- pregunta ella, como si no lo pudiera creer. De repente sus cabellos rubios (y cabe destacar que son teñidos) se agitan hacía su dirección, despegando completamente la atención de sus uñas.

Skylar se estremece un poco, porque odia que el único tema de conversación que tengan sea sobre sus clases de baile y que la mayor parte del tiempo sea para reclamarle.

Toma una gran bocanada de aire para decir algo pero el agitado cotorreo de su madre hace que suceda lo contrario, y en vez de eso, ella sigue hablando.

- No puedes estar cansada Skylar-.

- Sí que lo puedo, Mamá, todos están cansados, yo estoy cansada, tú lo estás, ¡todos lo están! Queda solamente un mes y medio para entrar a clases ¡maldita sea! y luego tendré que seguir bailando todo el año después de clases.

- Skylar Stone, sabes que no puedes abandonar esas clases de baile-.

- Sé que no puedo abandonarlas, solamente quiero un respiro, mamá- Dice suspirando.

- ¿Cómo puedes decir eso?- pregunta ella, desconcertada. Sky se queda muda, porque no cree que pelear con una persona como su madre sea una de las decisiones más importantes que ha tomado en los últimos años.- El baile es nuestra vida, y eres suertuda de que yo te esté pagando clases- Le grita.

"El baile es nuestra vida". Es lo que ella dice a menudo y sé lo ha dicho tantas veces que se lo ha comenzado a creer y que de verdad es suertuda.

Pero quizás, en el fondo, no lo es tanto. Quizás desearía que ocupara ese dinero para otras cosas. Quizás ella no quiere ser bailarina.

Pero de alguna manera, ella lo sabe. Aunque no sé de cuenta.

Los cinco frascos de vidrio encima de su mesita llena de dinero ahorrado para la universidad demuestran que en realidad, su sueño no es audicionar en competencias hasta llegar a las regionales y luego a las nacionales, sino que quiere ir a la universidad. Quiere estudiar y quiere sacar una carrera.

Quiere algún día, alejarse del baile, aunque ella no lo sepa.

- Me esforzaré más- dice finalmente. Su mamá suspira aliviada, como si cada vez que ella hablara de que está cansada o algo por el estilo, de repente su mundo entero se llenara de una gran nube de humo negra.

Love Again |Z.M & S.G|Where stories live. Discover now