Fuera De Tu Alcance © | Completa

Capítulo VII

Es fin de semana por fin. Con eso lo digo todo. Para mí, los fines de semana significan fiesta, amigos y bebidas. Pero he de reconocer, que precisamente este fin de semana no tengo ningún plan.

Me miro al espejo, creo que me va a salir un grano, y además de estos que duelen.

¿Qué puedo hacer hoy?

Cojo mi móvil y busco en mis contactos a alguien con quien quedar. Sin embargo, recuerdo que la mayoría tienen examen y no saldrán, a menos que sea alguien de mi clase.

Entonces se me ocurre llamar a Dayana.

-¿Si?

-Dayana, ¿te apetece ir de fiesta?

Soy directa.

-Um..sí, creo que sí.

-¡Genial!

-Pero si Henry viene.

-Claro, ¿y eso? ¡No me digas que te gusta!

-Algo sí. -reconoce.

-No te preocupes, que vendrá.

Llamo a Henry.

-Henry, fiesta esta noche.

-Un placer.

-Bien.

Cuelgo. ¡Sasha!

-Sasha, fiesta.

-¡Por supuesto!

-Bien.

Cuelgo. ¿Quien más?

-William, ¿te apuntas a fiesta?

-No lo dudes.

-Genial.

Cuelgo.

Por un momento pienso en llamar a Aaron, pero, ¿es buena idea? Se ha comportado distante conmigo estos días, esta vez si me hablaba, pero, lo notaba raro. Quizás sea buena idea después de todo, nunca viene mal salir de fiesta.

-¿Quién es? -su voz suena ronca.

-Gandul, ¿qué haces durmiendo a las 6 de la tarde?

-¡Westood!

-Sí, como no sabes mi nombre no tienes más remedio que llamarme por mi apellido.

-Cada vez tengo más curiosidad en saberlo.

-Quizás te lo diga esta noche, solo si vienes de fiesta con nosotros.

-Espera que mire mi agenda.

Espero unos segundos mientras aguanto la risa.

-¿Está ocupado, señor Everston? -vacilo.

-Parece ser que puedo hacerle un hueco, señorita Westood.

-Genial entonces. ¡Chao!

[...]

-¿Dónde vamos a ir? -pregunta Henry.

-Al "Newlines", tengo amigos allí que nos darán bebida gratis. -respondo.

-He oído hablar de ese sitio, dicen que está bastante bien y que el ambiente es de jóvenes sobre todo. -añade Dayana.

-¿Véis? Es perfecto. -digo sonriente.

Al llegar, bajamos del coche de William y entramos en el Newlines.

En apariencia es lujoso, sus centelleantes paneles de luces blancas, indican el nombre del lugar de forma bastante clara. Por dentro, he de decir, que le falla que los camareros no estén buenos.