¡PENÚLTIMO CAPÍTULO!
¿Por qué Argus me trajo aquí? Con todas estas personas y cámaras atentas.
Él me invita a acercarme, pero no puedo. Mis pies no quieren moverse. Al verlo, es él quien camina para llevarme hasta el centro. Al adentrarnos nos hacen rueda.
—Argus —mascullo.
—Sé lo que hago.
Levanta la mano para pedir silencio, y se lo otorgan. Argus está tan sereno mientras que yo soy un manojo de nervios.
—Este aviso no es nada más que personal. Sobre mi vida amorosa.
Apenas oírle decir eso me tenso.
Todos están tomando fotos como locos.
—La mujer que ven aquí es con la que quiero pasar el resto de mi vida. Por lo tanto, me será muy grato no volver a oír comentarios grutescos contra ella. Amelia Monroll es mi pareja sentimental y es una gran mujer. Merece respeto, porque, a pesar de las circunstancias siempre levanta la cara y hace frente a los problemas. Si se detuvieran a oír su versión..., le aplaudirían y no la mirarían como lo hacen. Creo que todo ha quedado claro. Ahora si me disculpan, nos tenemos que ir.
Las voces aumentan y se mezclan entre sí, el sonido de las cámaras se dispara cada segundo, el tacón contra el asfalto de las reporteras corriendo para alcanzarnos. Todos estos sonidos atormentan mi cabeza. Sigo estando estática, es Argus quien me lleva de la mano.
En un abrir y cerrar de ojos estamos dentro de su limusina. (La que es otorgada para la familia real) Su mozo es quien conduce.
—¿Por qué lo hiciste? —cuestiono.
No encuentro respuesta. A mi parecer, no era el momento para hacerlo, todos están hablando a nuestras espaldas —y no son comentarios agradables—, ahora con esto no van a detenerse.
—Lo hice porque ya estaba cansado de las blasfemias que soltaban. Por qué te quiero y detesto que te miren como un ser inferior. Si les aclaro que lugar ocupas en mi visa se detendrán. Lastimar a la pareja del príncipe heredero es como un delito, insultar a los representantes del país. Respeto es lo que se ha visto en generaciones por los ciudadanos. El pueblo siempre ha respetado a la pareja del rey o la reina. En este reinado no será la excepción.
Vale. ¿Qué analizo primero? El que me haya presentado frente a la prensa como su pareja, o el que considere lo nuestro más que una relación de novios.
—Aspiro a más que un noviazgo contigo —confiesa—. Me lo planteé a lo largo de este año. Quiero que seas mi esposa y que estés junto a mí para gobernar Fragia. ¿Me concedes el honor?
Me cubro la boca con las manos para callar un grito. Por un momento olvidé que alguien está oyendo todo lo que decimos aunque se muestre indiferente, concentrado en la carretera. Argus actúa como si no estuviese.
Es una propuesta demasiado directa. ¿Yo?, siendo su esposa. ¡Claro que lo he imaginado y quiero serlo! Pero también tengo mis miedos, no tengo conocimientos requeridos para ser una reina. Apenas puedo con mi vida para poder atender la de cientos. Realizar campañas, crear fundaciones, tratar con persona importantes... No tengo madera de reina.
—¿Crees que puedo ser una reina ejemplar? Con todo lo que ha pasado, ¿piensas que ellos me aceptarán como tal? —cuestiono.
Su visión es importante. Al proponérmelo es porque se ha puesto a pensar antes de soltarme esto.
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Tengo un secreto
ChickLitLas gemelas, Eva y Amelia fueron separadas al nacer. Eva creció en un reino donde vive rodeada de lujos y comodidades. A sus veinticuatro años se encuentra comprometida con el príncipe que heredará el trono. Amelia, en cambio, tuvo una vida complet...