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|Leyla|

Beth quizo quedarse un poco más con su mamá, me parece lógico pero dejarme a cargo de su departamento...esa era otra historia. Ya no estaba tan segura que que eso estuviera bien, porque bueno la verdad era una responsabilidad que yo evidentemente no había querido tomar antes, pues vivo con mis padres. Asi que yo sola en cuatro paredes...no estoy segura de que resultara bien.
Podría decir que soy una paranoica de lo peor y me complico mucho la vida.
En un segundo puedo sentir que todo es extremadamente complejo y, al otro, restarle importancia.
Sin mencionar ese constante deseo de decir que la mayoría de las cosas no tienen sentido...
Sacudí mi cabeza, dispersando aquellos pensamientos y alistándome para salir pues en la parada siguiente me bajaría.
¡Asi es!
Mi confianza para andar por la cuidad se ha incrementado al menos un 15%.
Por lo menos a los lugares que considero serán recurrentes como algunas tiendas o farmacias y todo eso.
Hace 3 días, en camino al único centro comercial que conozco.

Al cual fui con Beth la vez que compramos el regalo.

Me llamó la atención un pequeño local abierto, ubicado entre una lavandería y una tienda de ropa de segunda mano, desde donde estaba no se podía ver bien sólo un letrero que indicaba que estaba "abierto".

Me llevó un par de segundos acercarme y saber que se trataba de una veterinaria.
Debajo de aquel letrero que logré ver primero, había uno más pequeño, este decía que se solicitaba ayudante.

¿Debería preocuparme por la ubicación no sobresaliente del lugar o la inexistente razón (al menos para mi) de que este cartel sea demasiado pequeño como para solicitar algo?

Lo dejé pasar, pero lo estuve pensando y finalmente la curiosidad me hizo venir hoy.

Vacilé un poco.
Pensaba en que si a mis padres les gustaría, pues claramente ellos preferirían que yo fuera la propietaria, pero comenzar con algo relativamente sencillo me serviría, además en el tiempo que me quede aquí tengo que hacer algo. Repito, No puedo pasármela encerrada en la casa de Beth.
Tomé un respiro y entré.

Aunque también comenzaba a pensar que encontrarme con esto era una muy grande coincidencia. Como esas personas que cada que desean 3 cosas se les concede 4, bueno yo definitivamente nunca había sido de esas. Eso hacia aún más extraño este día.

Sólo me dio tiempo de echar una rápida mirada al lugar cuando de una puerta ubicada a la derecha salió una mujer, de aparentemente unos treinta y tantos, con cabello negro, corto y vestida con unos jeans y bata blanca. Su mirada me analizó y sin embargo no se sentía hostil. Frunció ligeramente el ceño para después saludarme.

—Hola-Respondí.-

—¿Qué se te ofrece linda?-Dijo mientras que al mismo tiempo metía sus manos en los bolsillos de la bata.-

—Bien, si, yo vi el letrero y...-Señalé la entrada dejando la frase a medias, ella murmuró un "claro" y se acercó a una mesa pegada a la pared.-

—Tendrás que llenar un par de cosas-Asentí—¿Cuál es tu nombre?-Preguntó.-

—Me llamo Leyla Summers.

—Mucho gusto, soy Emily.-Sonrió y me entregó un par de hojas con una pluma.—Podría ser tu futura jefa.

—Espero.-Reí y ella asintió.-

—Soy buena persona, pero bastante exigente.-Aseguró.-

—Puedo lidiar con eso.

—¿No tienes problemas con la policía, cierto?-Voltee a verla.—Es decir, ¿Ningún antecedente de que te metiste en problemas y no planeas dominar la ciudad para después el mundo?

Stay with me (1) |TASM| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora