El futuro

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La noche ha sido fantástica, luego de cenar pasamos un rato más acariciándonos y contemplando  la ciudad y la luna, bueno ella contemplaba la ciudad y la luna,  yo la contemplaba a ella,  es tan hermosa, el azul de sus ojos me hipnotiza. 

- Nena, ¿ya te dije que esta noche estás bellísima?-. Le digo.

- Si, Christian, al menos unas cien veces- Y sonríe con ternura.  

- Creo que debemos bajar comienza a hacer frío y no quiero que te enfermes.

- Cierto, vamos.

Llegamos y le sirvo un poco más de vino, nos sentamos en el sofá del salón y la rodeo con mis brazos. Todo va de maravillas y de pronto:

- Christian, puedo preguntarte algo que me ha estado rondando en mi cabeza desde anoche.

- Claro nena, dime.

- Me dijiste que muchas mujeres han pasado por tu vida, pero agregaste que nunca habías dormido en los brazos de nadie, eso me resulta tan contradictorio, ¿podrías aclarármelo?.

Esa pregunta me crispa los nervios, no quiero mentirle pero tampoco puedo decirle toda la verdad, no tengo mas alternativa que decirle una verdad a medias.

- Lo que te dije es cierto,  Ana, para mi dormir en los brazos de alguien involucra sentimientos,  genera lazos afectivos y como te comenté en otra oportunidad,  nunca antes desee tener una relación de verdad, aquello solo era sexo y luego cada quien en su habitación y nadie salía lastimado-. Creo que salí bien librado, no le mentí solo me callé algunos detalles de la verdad, no es tan malo ¿verdad?.

 - Eso es difícil de entender para mí, no puedo imaginar entregarle a alguien mi cuerpo sin haberle entregado primero mis sentimientos.

Una replica llega a mi mente, la tengo en la punta de la lengua pero no me atrevo a formularla porque tengo miedo de su respuesta: ¿Es por eso que no quieres dormir conmigo?, ¿porque no me amas?, ¿porque no tienes claros tus sentimientos hacia mi?. Prefiero no arriesgarme y en cambio le respondo: 

- Nena tú eres tan dulce, tan tierna e inocente, debes comprender que no todo el mundo es como tú, hay visiones muy diversas de la vida.

- Tal vez tienes razón.  Y ¿esas chicas dormían en la habitación blanca?.

Vaya, Ana me está poniendo muy nervioso con este tema, temo que pueda atar cabos pero a pesar de todo creo que también es mi oportunidad de ir preparándola para cuando no tenga más opciones que contarle mi verdad. Tengo que buscar la manera de darle la vuelta a esto. También tomo nota mental de que debo desaparecer el cuarto de juegos, ella no puede verlo o huirá de mi sin darme la oportunidad de explicarle.

- Si, pero si eso te molesta puedo preparar otra habitación para ti, o mejor aún duerme conmigo, no sabes la paz que he sentido al dormir contigo, tranquilo y relajado como nunca antes. Te lo juro nena, después de conocerte no puedo ni quiero volver a mi vida pasada, solo te quiero a ti, aquí, junto a mi, para mirarte, para sentirte, ¿no te das cuenta?, solo tengo ojos para ti.

- Christian tú siempre con esas palabras tan lindas. No me molesta esa habitación pero es tan ... blanca.

- Puedes decorarla como quieras o buscamos un diseñador para que se encargue, aunque prefiero que te quedes conmigo. Traeremos tus cosas a mi habitación y cuanto te quedes aquí, dormirás conmigo. ¿No crees que es una idea excelente?-. Le digo con un guiño de ojos. 

- Christian, vaya que eres insistente, ¿estás consciente de lo que me estás pidiendo?, ¿sabes que si seguimos durmiendo juntos terminaremos por saltarnos todos los pasos que corresponden al noviazgo y podemos dar pasos apresurados de los cuales podríamos arrepentirnos después?.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora