Christian Amor

Un respiro

PoV. Christian

Despierto pero mi cabeza da vueltas, intento abrir los ojos pero los finos rayos de luz me hiere, vuelvo a cerrarlos, trato de hilvanar mis recuerdos pero están difusos y dispersos. Siento unas manos acariciando mi rostro y recuerdo que alguien, que no era Ana, me besaba y acariciaba, entonces intento apartarme y descubro con satisfacción que mis manos me responden, escucho.

- Tranquilo mi amor, soy yo, tu Ana, ya estás a salvo-. Suspiro aliviado, comienzo a pestañear repetidas veces para que mis ojos se adapten a la tenue luz que se filtra por la pared de cristal, mi cabeza me duele y me pesa como si cientos de canguros saltaran en ella.

- Nena, estas aquí, sabia que no me dejarías solo-.

- Ya te lo dije, nunca te dejaré a menos que tú me lo pidas.

- Nunca haré algo tan estúpido como eso, tú eres mi vida.

- ¿Cómo te sientes?

- No tan mal pero me duele mucho la cabeza.

- Te traeré un analgésico y lo mejor es que duermas un rato más para que te recuperes completamente-. En unos minutos está de regreso con la medicina y la tomo.

- No recuerdo lo que pasó, fuiste al baño y de pronto me sentí muy mareado.

- La bruja de Elena te drogó y se abalanzó sobre ti, pretendía hacerme creer que estabas con ella a voluntad, por un momento me sentí morir, completamente destruida pero tu madre llegó y nos enfrentamos a ella, así descubrimos lo que había hecho.

- No puedo creer que Elena haya llegado a tanto, ¿y que dijo mi madre?, ¿le contaste sobre lo que hubo entre ella y yo?.

- No cariño, eso no me corresponde, si ella aborda ese tema, te tocará decidir que contarle. Solo tú tienes esa responsabilidad.

- Espero que lo olvide, no quisiera hablar sobre ese tema con mi madre, es muy vergonzoso.

- Lo importante es que la amistad que hubo entre ellas se ha terminado y tú deberías hacer lo mismo.

- Si, eso ya lo he decidido, terminaré mi amistad con Elena y también los negocios.

- ¿Cuál es el negocio que tienen en común?, eso sonaba algo "peligroso".

- Solo son salones de belleza, peluquería, masajes, depilación, esas cosas, no sé que pretendía Elena al imprimirle misterio a ese asunto-. Ana se ríe enarcando una ceja y dice:

- Seguramente pretendía hacerme dudar de ti, ¿Y cómo fue que te metiste en ese tipo de negocios?, no parece de tu estilo.

- No lo es, sólo invertí allí para ayudar a Elena, su divorcio la dejó casi en la quiebra y me pidió ayuda y eso hice pero ya es momento de terminar con esa sociedad. No quiero tener nada que me relacione a ella.

- Ya, olvida eso por ahora, trata de dormir un rato más.

- ¿Qué hora es?.

- Sobre las 6 a.m. yo también dormiré un poco más, es domingo.

- Ven aquí-. Se acurruca en mis brazos, aspiro su relajante olor y vuelvo a dormir.

....

Despierto sintiéndome mucho mejor, me remuevo un poco para ver la hora, mi nena comienza abrir sus ojos.

- ¿Te sientes mejor?-. Pregunta.

- ¡Si!, me siento bastante mejor. Nena creo que hoy podemos hacer algo diferente, necesitamos un poco de diversión, un respiro, últimamente sólo hemos tenido momentos de tensión, angustia y hospitales, que te parece si nos damos un pequeño viaje-. Abre sus ojos con sorpresa, toma el reloj de la mesita.