Después de todos los problemas que ha habido en Beacon Hills, todo se ha solucionado.
Nada de los Doctores del Pavor.
Nada de seres sobrenaturales.
Nada de muertes.
Y la manada unida, por fin.
Pero... ¿cuanto durará esto?
La pesadilla de Stiles se...
—¡Por fin habéis llegado! ¡Daos prisa! Ya son las ocho.—le grito a Derek y a Peter, que acaban de llegar con la comida.
Ya esta todo listo; la mesa, las bombillas, la bebida, la decoración. A las nueve llegarán todos, y no os voy a mentir, estoy estresado. Me agobio con estas cosas, al igual que Scott, aunque esta vez, el lo esta aun mas. Y me parece extraño.
—¿Enserio me acabas de gritar? ¿Es que no sabes de lo que soy capaz de hacer?—me dice Peter, con el ceño fruncido dejando el pollo y la ensalada en la mesa.
Ruedo los ojos, y me dirijo a la cocina, donde están Liam y Scott.
—¿Todo bien?—pregunta Scott.
—Si. Acaban de llegar Derek y el malhumorado de Peter. —les informo y los se ríen débilmente.—¿Y vosotros?
—Oh, bien. Anda, vamos, tenemos que colocar la comida.—dice Liam, y le hacemos caso. Volvemos al salón, y le damos unos cuantos retoques a la mesa. Después nos sentamos en el sofá, hasta que Kira y Malia aparecen bajando las escaleras.
—Vamos a casa de Kira un momento. Necesita arreglarse. —dice Malia con tono de fastidio.
—Tu también. Ponte el vestido que te compré, ¡te favorece!—le intenta convencer Kira ilusionada, y ella rueda los ojos, y mueve vagamente la mano.
—Si, si, lo que tu digas.
Yo sonrío y ellas se despiden con un simple "ahora nos vemos" y se van.
—Eh, ¿y Isaac?—pregunta Derek, subiendo las escaleras. Peter esta de pie, mirando por la gran ventana.
—Esta con Claire, eso ha dicho Malia. —contesta Scott.
El asiente y se sube, a cambiarse supongo.
—Chicos, se que sois adolescentes con las hormonas a flor de piel, pero podríais daros una ducha y quitaros esas camisetas viejas y poneros algo decente. —nos ordena Peter, sin volverse a nosotros. Esta cruzado de brazos.
Miro mi ropa y la de mis amigos. Si, puede que no tengamos unas pintas esplendidas, pero tan poco vamos tan mal. O eso creo.
—¿Por que no te fijas tu en tu vestimenta y nos dejas a nosotros en paz?—le digo. El se gira y muestra sus blancos dientes en una sonrisa.
—Lo hago, y miradme. ¡Estoy fabuloso!—nos dice señalando su cuerpo, y bueno, las cosas como son, esta bastante bien. Lleva unos pantalón negro, y un jersey gris ajustado.
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—Un poco de razón si que lleva, Stiles. Estas hecho un asco. —me dice Liam, señalando mi camiseta. Si, esta manchada. Si, mis pantalones están viejos. Y si, mi pelo en estos momentos es un desastre. Tal vez si me venga bien una ducha.
