Después de todos los problemas que ha habido en Beacon Hills, todo se ha solucionado.
Nada de los Doctores del Pavor.
Nada de seres sobrenaturales.
Nada de muertes.
Y la manada unida, por fin.
Pero... ¿cuanto durará esto?
La pesadilla de Stiles se...
—Stiles, ¿quieres que te traiga algo de comer?—me pregunta mi padre cuando entra en mi habitación.
—No, no hace falta.—le contesto sin levantar la mirada de mi libro, y con un bolígrafo en mi oreja.
—Esta bien. ¿Sigue en pie lo de esta tarde?—me pregunta y se acerca a mi, y se coloca a mi espalda. Giro mi cabeza un poco y lo miro. Observo sus arrugas, sus ojos azules turquesa, sus entradas, sus finos hoyuelos que se le forman al hablar, y una extraña sensación de nostalgia me recorre. Dentro de una semana me tendré que marchar, y a saber cuando podré ver de nuevo a mi padre.
—¡Claro! Termino de leer este tema y bajo a comer. Nos vamos a las cuatro, ¿no?—le digo y el asiente.
Me aprieta cariñosamente los hombros y se marcha. Esta tarde estaré solo con mi padre, y lo agradezco.
No quiero decir que no quiera estar con la manada, pero la manada implica a Lydia, y no tengo ganas de verla.
Cuando vuelvo mi vista al libro de texto, mi móvil vibra. Soplo e intento ignorarlo, pero caigo a la tentación y veo que es un mensaje, y es de Lydia.
Lydia: ¿Podemos hablar...?
Yo: Estoy estudiando, ahora no puedo.
Me excuso y bloqueo el móvil y lo dejo en la mesa.
¿Hablar? No gracias.
El móvil vuelve a vibrar, y esta vez dos veces. Cielo santo.
Mi pulso va en aumento y me duele la barriga. Si, esto es lo que me produce Lydia: nervios, una de las peores sensaciones que he experimentado.
Cojo el móvil y miro los mensajes.
Lydia: Lo entiendo.
Pero necesito hablar contigo, por favor.
Yo: Lydia...
Lydia: Por favor.
¿Podría ir esta tarde a tu casa? Solo será un momento.
Yo: Esta tarde es imposible, lo siento.
Lydia: Esta bien.
Y me puedo imagnar a Lydia bufando y pasando sus manos por su cabello. ¿Y si hablo con ella? ¿Que le diría? ¿Siento haberte besado? No se lo que haría, pero aún así, le vuelvo hablar:
Yo: Pero esta noche si. Puedo ir a tu casa, si te viene bien.
Lydia: Si, estaría perfecto
Y la dejo en visto, porque no hay mas que decir.
Apago el móvil y lo tiro a mi cama. Ya me estoy arrepintiendo. Me prometí a mi mismo que no iba a hablar con ella, y ya la he roto.
Narra Claire.
|Llamada|
—Me he acostado con Malia. —me dice Isaac en cuanto respondo a su llamada.
—¿Como? Hola a ti también, supongo.
—Siento no habértelo dicho antes, nadie lo sabe... Aunque puede que la manada se lo haya olido...—titubea.
—¿Cuando ocurrió?—pregunto mientras que me siento en la cama de invitados de la casa de Kira, mientras que el sigue acariciando mi espalda, atónita. Como Isaac y yo no tenemos una casa fija en Beacon Hills, yo me he quedado estas vacaciones en casa de Kira y el en la de Scott.
—Fue en la noche de la cena de la manada. Los dos íbamos un poco borrachos y... nos fuimos a su casa y pues, bueno, creo que ya sabes como va.—me explica y yo me rio. —No me hace gracia, Claire.
Lo que me pierdo en una noche. Maldita comida japonesa...
—A mi si. ¿Por que te pones así? Te noto preocupado.
—¡Lo estoy!
—No deberías estarlo. Los dos estáis solteros, podéis hacer lo que queráis. Ya no estas atado a Cora, Isaac.
—Lo se... pero sigue siendo raro. Ademas, no hemos hablado desde entonces, ni nos hemos visto.
—¡Pues háblale tu! O ve a verla. Ten en cuenta que puede que para ella esto sea un poco violento, bueno, Cora es su prima.
—Pues por eso es raro.
—Ve a hablar con ella, y deja de darle vueltas.—le ordeno y cuelgo.
Brett aparece en mi cuello y lo empieza a besar.
—¿Todo bien?—me pregunta en un susurro.
—No debes preocuparte.
—Así que... la casa estará sola hasta las cinco...—me dice y mete sus manos bajo mi camiseta, recorriendo mi piel, dejar de besarme el cuello. Yo cierro los ojos y hecho mi cabeza para atrás.
—Ajá.—contesto y me giro, hasta poder ver los rizos de Brett, sus ojos azules, su mandíbula marcada y lo beso.
Bendito Beacon Hills.
*Flashback* (Noche de la cena de la manada)
21:13
—¿Está Kira?—pregunta un chico en cuanto abro la puerta. Es alto, moreno, con grandes ojos azules, y lleva en la mano una carpeta.
—Eh... no, ahora no está. ¿En que puedo ayudarte?—le digo educamente y con mi mejor sonrisa.
—Su padre es profesor aquí, en el instituto, y antes de navidades se dejó estos papeles. El entrenador me ha mandado que se los trajera. Siento no haberlo hecho antes, pero he estado en otros pueblos estos días y no he podido...—empieza diciendo pero le interrumpo.
—¿Juegas al lacrosse?
—Eh, si, si que juego. ¿Como lo sabes?—me dice sonriendo.
Llevo mi peso a mi pierna derecha y le contesto:
—Tu chaqueta. Lleva un palo de lacrosse.
Me rio y el mira su chaqueta y asiente y se ríe.
—¿Quieres pasar? —le pregunto, con esperanzas de que esta noche no sea tan aburrida.
—Claro, ¿por que no?—acepta y me sonríe. Pasa al salón y cierro la puerta.
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Y ASÍ ES COMO CLAIRE SE HA LLEVADO A UNO DE LOS BOMBONES DE LA SERIE.
Se que Bratt no está en este instituto, pero supongamos que si. Jejeje.
¿Que os ha parecido el cap? Falta poco para llegar al fin!
¿Sobre que queréis que sea el fanfic de Stiles que subiré? ¿Stydia o Stalia? Será muy trágico de las dos formas xd
