Capitulo 7

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Girando una vez más sobre su espalda, se dio por vencido en su intento de conciliar el sueño. Era imposible para él en esos momentos, cerrar sus ojos y viajar hacia el plácido descanso, porque su mente no se lo permitía, por más que lo intentase. Estaba estancado en un estado de alerta que no le era ajeno y que en esos momentos, pese a que había salvado su pescuezo más de una vez, ahora le molestaba.

Incorporando el torso de la cama, miro sobre su hombro a la mujer que compartía su cama y que en esos momentos, estaba absolutamente KO. Itziar parecía absorber toda la energía que el sueño le ofrecía y por las mañanas y tardes, estaba imparable ahora que había terminado el primer trimestre de gestación, con éxito. Ella decía que estaba en la luna de miel del embarazo y que como tal iba a sacarle el máximo partido que pudiera. Así que muy sabiamente, ella descasaba por las noches y por el día se convertía en un torbellino de energía, que a hasta a él le costaba seguir el ritmo.

Le gustaba verla bien de nuevo. Ya no parecía un pato mareado, y aunque no le importo en lo mas mínimo cuidar de ella durante esos tres meses, se alegraba por su diablillo. Ahora estaba bien y al cien por cien. Justo lo que una futura mama, necesitaba.

Inclinándose hacia ella, beso brevemente su cabeza y se levanto de la cama con cuidado. No quería perturbar su sueño. Colocándose una camiseta, fue a la cocina a por un vaso de agua bien fría y regreso sobre sus pasos, solo que en esos momentos no fue hacia su habitación, sino al cuarto de paredes verdes que estaba en proceso de colocación. Había cajas por todas partes. Y todo eso tenía que ser montado para una posterior reorientación por la habitación. La cuna. Las estanterías. El cambiador. La alfombra estaba enrolla y apoyada de pie contra una de las esquinas, junto a la caja de herramientas y el maletín de la taladradora. La mecedora seguía estando envuelta en plástico de burbujas. Todo estaba manga por hombro y tendrían que ponerse a ello, en algún momento futuro. El no sabía cuando iría a recibir esa llamada que lo llevaría lejos de su familia, pero estaba claro que cuanto más tiempo pasaba, mas altas eran las probabilidades de que ocurriese, y quería dejarle el menor trabajo posible a Itziar. Así que pese a las altas horas de la madrugada que eran, entrono la puerta y se acerco a por la cuna.

Iba aponerse manos a la obra, y aunque seguramente le tocaría mover los muebles por toda la habitación, necesitaba poner su mente en algo, o terminaría por volverse loco.

Su ilusión por ser padre no había desaparecido, y si cabe, había aumentado ahora que el vientre de Itzi se había redondeado, dejando claro a la vista que estaba esperando un bebe y que pronto se convertiría en la madre de su hijo, pero el sentía una cierta presión, establecida sobre sus hombros que no le dejaba dormir tranquilo. Y era consciente de que aquello tenía que ver con el bebe. Al principio de conocer a Itzi y durante un tiempo, el estuvo muy tenso y a la espera de cualquier cosa pudiera ocurrir. No quería ser pájaro de mal agüero, pero la llegada de su pequeño, lo tenía en vilo. Era una gran responsabilidad, saber que en esos momento no solo tenía que cuidar su espalda por él y por Itziar, si no por esa pequeña vida que crecía dentro de ella y que era parte de él. No era justo que la dejara sola cuando más lo necesitaba y tenía que ser consciente de que pese a que su mayor deseo siempre fue ser militar, en esos momentos, esa profesión que tanto le había dado y quitado... lo estaba alejando de la familia que Itziar estaba creando para él.

La idea de abandonar el ejército pesaba sobre él. No quería retirarse, aun podía dar mucho de sí, pero ahora esa profesión que amaba, estaba en la última parte de su lista de prioridades. Su diablillo y el bebe que esperaban, estaban en la cima de ese folio que hasta hacia solo cinco años, estaba tan absolutamente en blanco. Ella era su familia. Sus hermanos y sus padres, estaban mucho más presentes en sus pensamientos. Y no quería hacerles daño, así que la idea de retirarse, se iba haciendo cada vez más grande y contundente dentro de su mente.

Mi Soldado; Esperando a...Where stories live. Discover now