Eyesmile Boy | YoonMin

veinticinco

Desperté con una llamada y sin pensarlo demasiado me levanté al mismo tiempo que me daba cuenta de que ya era demasiado tarde.

"Yoongi, no vayas a la escuela" escuché una voz que dificilmente podía articular las palabras al otro lado de la línea. Era Hoseok.

"¿Qué sucede?" estaba acomodando algunas cosas en la mochila listo para salir, ignorando la petición de Hoseok.

"Estoy enfermo, ayer olvidé las llaves de mi casa y tuve que pasar la tormenta afuera" lo último apenas fue audible. "Mis padres no están en la ciudad y estoy muriendo, por favor ven"

Cambié de planes de inmediato y me encaminé a casa de Hoseok, en otras circunstancias lo hubiera ignorado, pero me sentía culpable de su enfermedad. Cuando llegué a su casa esta estaba ordenada, pulcra y muy sola, recordé cómo la tuya era todo lo contrario.
Entré a su habitación con cautela y lo encontré con los ojos cerrados y una mano sobre la cabeza.

"Yoongi, realmente veniste" me sorprendí que realmente pudiera sonreír en aquellas circunstancias.

"Era lo menos que podía hacer, aunque realmente no sé como cuidar a un enfermo" quería demostrar algo de consideración pero ni siquiera sabía por donde empezar.

"Sólo quédate a mi lado y háblame de lo que sea, en realidad te llamé por que estaba aburrido" sonrió y tenía la respiración entrecortada. "¿Cómo te fue ayer con Jimin"

"No voy a contarte eso" lo miré sin creer lo que me estaba pidiendo.

"No importa, quiero escucharte hablar de él, suenas feliz cuando lo haces" estaba sentado al lado de su cama y él me miró sin borrar aquella sonrisa ligera.

"Estás enfermo Hoseok, ni siquiera sabes lo que estás diciendo, deberías dormir"

"Pronto me iré a la universidad, Yoongi, merezco saberlo, o por lo menos, dime que me echaras de menos" aún con 39 grados de temperatura tenía esa cara traviesa y aquellos ojos lleno de ingenio.

"Lo haré, los días serán demasiado tranquilos sin ti" finalmente cerró los ojos mostrando una sonrisa de satisfacción mientras su respiración era más ligera.

Estaba consciente de que la primavera llegaría y de que Hoseok era un año mayor, sólo esperaba no necesitarlo demasiado.