Capítulo 3

3.5K 263 48
                                    

Brillante, mi acto heroico había ocasionado que todas las miradas estuvieran posadas en Steve y yo. No me agradaba para nada aquello. Si llegaba a salir en Internet nuestro paradero sería revelado. El capitán notó cuando mis manos tomaron ese color rojizo que tanto caracterizaba a mi poder. No se inmutó después de todo sabía que no había forma de defenderse, de todas maneras no era mi objetivo él. Fue algo dificultoso introducirme en todas esas mentes, pero nada incontrolable. Steve me sostuvo la mirada hasta que concluí con mi labor.

-Gracias -Dijo apenas notó lo que había hecho. Negué con la cabeza y me acerqué a el, dispuesta a actuar normal después de todo "nada" había ocurrido. Para esas personas yo no había salvado a nadie.

-Solo dame mi valija. -Le murmuré con cierto enfado. No estaba muy convencida del motivo por el cual estaba aquí pero su insistencia ne molestaba.

-¿Se supone que debo dejarte ir? -Cuestionó tomando mi muñeca con cierta fuerza. Lo fulminé con la mirada y como gesto involuntario me introduje en su mente. Él había salido a caminar porque extrañaba a la agente y solo por casualidad nós habíamos encontrado. Eso al menos me tranquilizó, no estaba siguiéndome.

-¿por qué no la llamas? Estoy segura de que podrían ayudarte a comunicarte sin que sepan que eres tu. -El elevó sus cejas apenas entendió a lo que me refería. -No voy a arriesgar a todos por mis deseos-suspiré ante su comentario, nunca se salía de su papel bondadoso.

-Bueno, yo solo decía. -Aproveché que se había perdido en sus pensamientos para liberarme de su agarre y quitarle la maleta. Comence a caminar pero rápidamente salió de su transe y empezó a seguirme. Quizás debí usar mis poderes en él.

-¿A dónde piensas ir? -Cuestionó con su mirada fija en el frente. -No pienso decirte. -Respondí algo a la defensiva, la situación comenzaba a hartarme.

-No puedo dejar que vayas sola.-Eres solo una niña. Sin duda ese pensamiento me había fastidiado.

-No necesito niñera y mucho menos un guardaespaldas. -Solté enfadada.

-¡WANDA! ¡Deja de entrar en mi mente! -Él también había elevado su voz algo molesto. Detuve mi caminar y cruze mis brazos sobre mi pecho.

-Entonces deja de seguirme. -Le dije tras respirar hondo varias veces para sonar más calmada.

-Eso no pasara. Te voy a dar dos opciones, vuelves conmigo o voy contigo a donde sea que vayas.

Eleve una ceja algo indignada, como se atrevía a decirme aquello. Suspiré con frustración.

-Steve, después de todo lo que pasó no estoy segura de poder estar con el equipo. Es decir ustedes no parecen quererme en el grupo. Quiero un tiempo para mi, ahora que puedo quiero vivir la experiencia de ser normal sin tener que preocuparme por ser temida y esas cosas.

El no habló en ningún momento mientras yo lo hacia. Sabía que estaba escuchando atento.

-Está bien, si eso es lo que quieres. Lo haremos a tu manera, solo vuelvo por esta noche y mañana iré contigo a dónde sea que quieras rehacer tu vida.

-No, espera, debes quedarte. Te necesitan.

-Podrán vivir sin mi. Además tu idea no es tan mala. -Mencionó, la idea de ver en su mente vino a mi pero me contuve.

[...]

Finalmente el lo había logrado, mi valija aun seguía en la puerta y mis ojos aún se acostumbraban a la luz solar. Me levante de la cama entusiasmada por la idea de una vida normal y de inmediato busqué que ponerme.

Iba a dirigirme a la cocina por algo de comer pero frente a mi puerta se encontraba Steve. Con una especie de pasaportes en manos.

-No vamos a huir más, he conseguido nuevas identidades. T'challa me hizo el favor. Supongo que deberás cambiar el color de tu cabello.

Negué con la cabeza inmediatamente. -No, eso no lo haré.

-¿Quieres o no una vida normal? -Cuestionó mirándome fijamente. Quizás aquella era mi única opción después de todo. -Vale, ¿qué nombre me ha tocado? -Cuestioné quitándole el pasaporte, Emily. Bueno no sonaba mal. Abrí la boca sorprendida cuando vi que no era soltera.

-El documento de identidad aun está en proceso. Falta la foto, pero tienes que cambiar tu color primero.

-¿Por qué estoy casada? -pregunté confundida por lo leído.

-Nuestras falsas identidades son esposos. No debemos dejar que sospechen bajo ningún termino.

Okey, esto estaba raro. Ahora Emily estaba casada con Steve y lo único que podía pensar es en que esto no saldría bien para ninguno.

*****
Había escrito algo completamente distinto, pero finalmente me decidí por seguir con este rumbo. Espero les agrade la historia y gracias por el apoyo.

♡♡♡

She's Just A Kid || StandaWhere stories live. Discover now