Efecto Mariposa [Tom Hiddleston]

¿Sabes lo que es el efecto mariposa? [13]

Entré al lugar, estaba prácticamente vacío, no tenía idea donde se suponía que me había sentado con él, así que solo me senté cerca de uno de los ventanales que tenían vista al teatro.

- ¡Señorita está usted empapada! – Dijo la señora que se acercó a tomar mi orden

- No tengo un paraguas... no creí que llovería – Dije encogiéndome de hombros

- Mmmmm muy bien, ya vuelvo

Regresó un momento después con algunas toallas de papel.

- Muchas gracias – Le dije tomando las toallas que me estaba ofreciendo

- Mucho mejor – Dijo con una sonrisa - ¿Qué va a ordenar?

- Quiero pastel de chocolate, dos porciones y una taza de café con leche, por favor

- Perfecto, en un minuto traigo su orden

Miré por la ventana, el teatro se veía hermoso por la noche, todo encendido lleno de vida, apoyé el codo en la mesa para sostener mi cara con la mano, mientras suspiraba y pensaba en aquella tarde, sentí una lagrima resbalarse por mi mejilla.

- Aquí esta su orden – Dijo la camarera unos minutos más tarde

- Muchas gracias ¿Disculpe la pregunta, hasta que hora está abierta la cafetería?

- Toda la noche señorita, yo acabo de empezar mi turno ¿No tiene usted donde ir?

- Tengo una habitación de lujo en un hotel espectacular... pero este lugar me recuerda a alguien que es más importante para mí que todo el lujo del mundo

- Sea más que bienvenida – Dijo dejándome sola con mi pastel de chocolate

Lo comía lentamente, no tenía ninguna prisa, de todas formas pretendía pasarme toda la noche sentada en aquella mesa.

Habían pasado cerca de dos horas desde que había llegado, estaba ya más seca y bastante cómoda, la amable camarera me había llevado chocolate caliente cortesía de la casa, leía un libro desde mi teléfono o a lo menos lo intentaba, el encuentro de esa tarde no salía de mi cabeza.

Intentaba concentrarme en mi lectura, tanto que no me di cuenta que alguien se estaba acercando a mí, no lo noté hasta que su sombra me tapó la luz de la lámpara que estaba sobre mi mesa.

- ¿Puedo sentarme? – Preguntó muy serio

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué haces aquí? – Pregunté finalmente

- Iba a mi casa, por la lluvia me desvié y cuando pasé por aquí te vi desde el ventanal y te recordé

- ¿Me recordaste? – Dije con el corazón saliéndose de mi pecho

- ¿Me puedo sentar?

- Si, si por supuesto

- Gracias – Dijo sentándose frente a mi – Si, te recordé de hace un rato en la convención... me miraste de una forma... no sé explicarlo ¿Sabes a lo que me refiero?

- No lo sé... tal vez

- Inténtalo por favor

- Buenas noches, disculpen la interrupción ¿Puedo servirle algo? – Dijo la camarera dirigiéndose a Tom

- ¿Qué estas tomando tú? – Me preguntó

- Chocolate caliente

- ¿Sigue siendo bueno?