Viajero del Tiempo

Capítulo I "A Primera Vista"

Todo su cuerpo dolía, pero no podía bajar la guardia. Ya de por si era difícil pelear con los robots de Aku, pero se había esmerado en estos. Eran rápidos, sigilosos y letales. Sus largos brazos terminaban en guadañas que, de estar Jack en buen estado, le hubiese resultado difícil mantener el rito a tantas criaturas. Por primera vez veía venir su muerte, pero caería con honor, luchando hasta el final.

- Hey, pequeño, ¿necesitas ayuda?

La voz grabe de un hombre le distrajo desde detrás de los insectos.

- No seas tonto, vete o te mataran. - Intento advertirle al desconocido, pero solo logro sacarle una burla.

- El día en que un insecto me gane deberé internarme en el gimnasio.

Una de las criaturas se enfocó en Johnny y ataco. Este, velozmente, le lanzo su peine, el cual reboto contra su cabeza y lo distrajo lo suficiente como para que le arrancara la cabeza de una patada.

- Oops... Creo que me excedí un poco.

Gracias a eso, Jack pudo moverse a toda velocidad y logro cortarle la cabeza a la mayoría, desplomándose de agotamiento en el instante siguiente.

Ya solo quedaban dos y estas se disponían a atacar al hombre caído hasta que Johnny apareció con los brazos del insecto que había decapitado. En dos movimientos clavo ambas guadañas en la cabeza de cada uno de ellos, terminando con todo.

- ¿Te encuentras bien hombrecito? - Dijo mientras trataba de limpiarse las manchas de tierra que tenía en su ropa, pero no recibió respuesta.

Se acercó lentamente a Jack y lo observo, se encontraba muy malherido y sangrando en uno de sus lados.

- Voy a llamar a una ambulancia...

- No... No... por favor... - Logro decir antes de desmayarse.

- Cielos... ¿En qué lio me metí ahora?

...

- Johnny, hijo, ¿estás seguro que no quieres llevarlo al hospital?

- Dijo que no quería, además, Suzy sabe primeros auxilios.

- Si, pero solo tengo once años Johnny, aun no soy doctora. Además, ya pasaron dos días y si no despierta...

- Miren, parece que está abriendo los ojos.

- ¿Ven? Les dije que estaría bien. Hola hombrecito.

- Pobrecillo. ¿Te encuentras bien? Mi hijo te encontró en el parque y te trajo a casa. Queríamos llevarte a ver un doctor pero él no nos dejó. Dijo que tú no querías. Por cierto, ¿Cómo te llamas?

- Me dicen... Jack... - Dijo con un hilo de voz, tenía la garganta seca y le dolía todo el cuerpo. Intento incorporarse pero Suzy se lo impidió.

- No te fuerces. Tus heridas son muy recientes y si te mueves mucho se abrirán de nuevo. Y no dejare que mi esfuerzo se vaya a la basura.

- Tienes suerte de que mi hijo te haya encontrado, pero dinos, ¿cómo te hiciste esas heridas tan feas?

- Déjenlo tranquilo. Aun es pronto. Dejémoslo descansar un poco más. Al menos sabemos que está bien, ¿o no?

Johnny parecía un tanto incómodo. Aunque a Jack le era difícil concentrarse por el aturdimiento, pudo darse cuenta de que ese hombre no les había contado nada de lo que había visto en aquel parque.

Muchas preguntas se arremolinaron en su cabeza. ¿Por qué no les conto nada? ¿En dónde estaba? O, mejor dicho, ¿cuándo?

No tuvo mucho tiempo de pensar en una respuesta ya que, tan rápido como se despertó, se volvió a desmayar.