Capítulo III "En Ese Único Cuarto"

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Ahora lo entendía. Si ese robot no le hubiese detenido... Era la primera vez que le ocurría algo así. Estaba listo para recibir algún tipo de golpe pero, en su lugar, sentir sus manos sobre sus hombros... No tenía comparación.

¿Qué pensaba Jack? ¿Le correspondía o solo se estaba dejando llevar? Había demasiadas preguntas sin responder en la mente de Johnny, pero una de las más importantes ya estaba contestada... Estaba enamorado de Jack. Anhelaba poder volver a sentir sus labios, y el tenerlo durmiendo sobre su hombro no ayudaba a calmar sus pensamientos.

- Te adaptas rápido. Yo, en tu lugar, me hubiese desesperado al ver este mundo, pero tú... Amigo, fue increíble verte saltar desde aquel camión de esclavos. Eres digno de leyenda.

- No lo creo. Solo tengo algo de suerte.

Y era verdad. Había tenido la suerte de que sus captores eran tontos y lo ataron con cuerdas muy débiles. Y tuvo aún más suerte de haberse encontrado con el pelirrojo mientras escapaba.

- Llegamos. ¿Quieres que te ayude con él? parece que ha pasado unos días difíciles.

- No, está bien.

...

Sentía el cuerpo pesado y estaba un tanto desorientado. Recordaba estar viajando en un vehículo, pero ahora solo podía oír el sonido de muchas voces a la distancia. Lentamente abrió los ojos para acabar viendo el mentón del hombre que lo cargaba en brazos, se sobresaltó un poco al no entendió la situación, pero su pecho se sentía cálido y confortable.

- Ya llegamos. - Dijo Johnny sin percatarse que Jack se había despertado. Con el codo presiono un botón en un panel a la derecha el cual abrió la puerta que se encontraba frente a ellos. Apenas y habían atravesado el portal, esta se volvió a serrar tras ellos.

- ¿En dónde estamos? - Dijo Jack aun estando bastante adormilado.

- En la fortín de la resistencia, o en uno de sus cuartos, de hecho. - Contesto sonrojándose un poco por los pensamientos que cruzaban su cabeza al estar llevando en brazos al otro.

Johnny deposito a Jack con suavidad en una cama, alejándose un poco para recostarse en una cómoda cerca de esta.

Jack observo su entorno, sintiéndose un tanto curioso. No se había dado cuenta que habían pasado varios minutos en silencio mientras su compañero no dejaba de verlo fijamente. Aun llevaba el cabello suelto, pero el tapado y el sombrero ya se lo habían quitado.

- ¿Cómo escapaste de los esclavistas?

- Tuve suerte en realidad, eran bastante tontos. Me ataron con una soga vieja que me fue fácil romper y, salté. El muchacho, Angus, me encontré con él casi al instante, casi lo golpeo de no ser por su chica, tiene un buen gancho izquierdo, ¿sabes? Me noqueó de un golpe. No sé cuánto estuve inconsciente pero, al despertar, estaba aquí. - Johnny se quitó los lentes y los dejó sobre la cómoda. No le gustaban mucho estos nuevos pero los suyos se habían roto cuando escapaba y estos fueron los únicos que consiguió. - Me explicaron un poco la situación. Hay un hombre malo y tú te debes encargar de él.

Jack estaba con los ojos serrados mientras Johnny hablaba, se sentía muy agotado aún debido a esos tres días sin descansar. Al abrirlos, su mirada se detuvo sobre unos ojos celestes que nunca antes había visto. Tardo un momento en darse cuenta que eran los de Johnny ya que nunca lo había visto sin sus gafas. Sintió como una oleada de calor recorría su cuerpo cuando este fijo la mirada en él, y ese calor aumentó cuando recordó el apasionado beso que le había dado hace unas horas atrás.

- Esta iba a ser tu habitación en realidad. No se esperaban que alguien más viniese por eso solo tienen una disponible y nos pidieron compartirla... ¿Te encuentras bien? Tu rostro esta rojo. - Dijo Johnny sin percatarse que él era la causa de tal estado.

Viajero del TiempoWhere stories live. Discover now