Christina
Pateo una pequeña roca con la punta de los zapatos mientras camino por la acera, de regreso a mi auto. Cruzo los brazos sobre el pecho al sentir una fuerte ráfaga de aire helado, intento protegerme con la amplia chamarra cuando mis ojos se encuentran con una auto demasiado familiar.
Me detengo en seco al ver el Accord de Mark estacionado a unos vehículos del mío, pero olvido como respirar cuando lo veo salir del auto colocándose los lentes de sol. No me considero una persona acobardada o miedosa, pero en cuanto lo veo solo puedo pensar en dar media vuelta y correr.
Alza el rostro y nos quedamos uno frente al otro durante lo que parecen años, cierra cuidadosamente la puerta del piloto y carraspea, mi corazón late a mil por hora cuando lo veo acercarse a paso cauteloso
—Hola, Chris.— saluda Mark con la vergüenza tiñendo ambas palabras.
Sabía que este momento llegaría y me repetía una y otra vez lo que tenía que decir o lo que debía hacer si volviera a verlo, pero, ahora que tengo la oportunidad de hablar, las palabras y las acciones que me arrebataron el sueño se esfuman como a niebla. Se forma un silencio incómodo, por que me limito a ignorar su saludo y pasar de largo, tambaleándome con mis inestables y temblorosas piernas.
Antes de que logre dar un paso más lejos de él, mi ex me toma por la muñeca, deteniéndome. Me quedo inmóvil, a la espera de algún golpe, sin embargo, nunca llega y parece afectado por mi lenguaje corporal.
—Tenemos que hablar, Chris — pide, girando mi cuerpo hacia él.
—No creo que sea lo correcto — intento, con voz rasposa y monótona.
—Chris, por favor. Necesito aclarar muchas cosas, necesitas escuchar.
Suspiro pesadamente.
—No puedo. Estoy... yo estoy...— intento soltar alguna frase coherente, pero lo único que abandona mis labios son palabras entrecortadas, cuando me libera, inmediatamente llevo ambas manos a mi pecho.
— Escucha — su voz tiembla, voltea hacía la entrada y regresa la mirada a mi—. Ahora yo tampoco tengo mucho tiempo, ¿te parece si nos vemos después, cariño?
Cuando me llama «cariño» algo en mi se quiebra dentro de mi y esa pequeña grieta hace que las lágrimas inunden mis ojos. Parpadeo rápidamente, enmudecida totalmente.
— Lo siento, Mark. — sollozo ligeramente, tallándome los ojos con ambas manos, tratando hacer a las lágrimas regresar — De verdad lo siento.
Me duele el corazón, literalmente, y aunque no sepa exactamente por qué me disculpo, parece entenderlo, por que relaja sus facciones y me envuelve entre sus amplios brazos.
—Yo también, nena. — suspira, claramente aliviado mientras el agua salada que emanan mis ojos cae sobre su playera — ¿Por qué no vuelves a casa?
—No, Mark, solo...
— ¿Qué? —pregunta, impactado, separándose — Di-dijiste que lo sentías.
— Sé lo que dije, pero yo solo... — me paso una mano por el cabello y él alza una ceja, me duelen sus cambios de actitud tan repentinos conmigo, a pesar de que lo nuestro haya terminado. Yo ya sabía la verdad, sabía que Mark tenía una aventura con alguien mas, pero al momento en el que él insistió en mentir toda aquella capa de confianza que le había creado y había restaurado una y otra vez se desmorona.
— ¡Maaaark! — una voz chillona e irritante se abre paso frente a nuestra mudez.
Una chica de cabellos rubios y tez clara corre en nuestra dirección, perfectamente arreglada: el color abandona el rostro de Mark, quien solo puede alternar miradas entre la chica y yo. Me cruzo de brazos, respirando hondo para recuperar la compostura.
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Vivir por ti (Divergente)
FanfictionEl día que desperté los problemas parecían haberse difuminado, claro, fuera de mi cuerpo, por que internamente mis órganos estaban destrozados: mis ojos tardaron en acostumbrarse, me alteré por qué no sentía nada, tenía las manos entumecidas y desco...