Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}

Capítulo 34

El castaño se quedo mirando a Camila a los ojos en silencio, necesitaba ver cada detalle en sus ojos, sus expresiones, ver que reflejaba para saber que decir correctamente. ¿Sería sólo capricho? ¿Serían bobadas? No lo creía, la morena estaba llorando al saber que se había enamorado de alguien justo cuando su vida tenía la muerte rondando cerca. Trató de sonreír de la mejor y más sincera manera posible, posando una mano en su costado y secando cada rebelde lágrima que de los ojos de su amiga caían.

Shawn: Quiero que me mires a los ojos y me digas ¿Qué sientes cuando estás con ella? –de cierta forma a través de las palabras que su amiga le decía, quería saber con mayor firmeza que era lo que le pasaba.

Camila: Siento que quiero abrazarla, esconder mi rostro en su cuello cada vez que me abraza o me susurra que soy una mujer fuerte, cada vez que me sonríe, es bastante agradable saber que si algo me pasa, ella siempre está ahí para cuidarme.

Shawn: -sonrió y levantó la barbilla- Pero eso yo también lo hago, estoy dispuesto a ayudarte, quiero saber que es lo que te hace diferenciar entre ella y yo.

Camila: Hay veces -se sonrojaba, hablar de amor con un chico sobre una chica no era tan usual- en las charlas psicológicas en que siento su mirada muy fijamente en mí, muchas veces nos quedamos mirando pero una de las dos hace de cuenta que nada ha pasado y vuelve a sus cosas. La diferencia entre ella y tú es que a ti puedo mirarte como mi mejor amigo nada más, y a ella, una mujer 7 años mayor que yo, la miro con otros ojos, con deseos de acariciar su mentón lentamente y acercarme a darle un beso. -Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas- ¿Por qué crees que me siento imbécil? Ella me mira como si pudiese ser su hermana menor, está con Fiore y se quieren, es horrible sentir algo por alguien y que esté fuera de todo alcance.

Shawn: De aquello no estaría tan seguro. -La miro pensativo- Dime que estoy ciego, loco y lo que quieras, pero lo que yo percibo es otra cosa. ¿Sabes? Creo que eres una mujer sumamente valiente en reconocer un sentimiento tan complicado y que no es justo que sufras por ello sin saber la otra parte.

Camila: -entrecerró sus ojos- ¿De qué hablas?

Shawn: Las actitudes que tiene la Dra. Jauregui sobrepasan la normalidad y es porque algo ha de sentir, estoy seguro. –Camila movía el rostro de un lado a otro con una expresión de tristeza enorme- Está bien, puedo estar loco pero ella lleva algo en su mirada, un no sé qué. -De pronto sonrió, una brillante idea se le había ocurrido. Había prometido no dejar que su amiga sufriera en estos meses antes de la muerte, que nadie la dañase y de eso se encargaría- Está bien; sólo te diré que si ella te provoca tantas cosas buenas, ¿Por qué no luchas por ello?

Camila: -se paró alterada del columpio- ¿Estás loco? Ella tiene novia, Fiore es una mujer increíble y sería jugar sucio, yo voy a fallecer en poco tiempo.  –Se secó las lágrimas con desesperación.

Shawn: ¿Sabes? -le sostuvo el rostro con cuidado- el amor es un sentimiento que nadie, ningún ser vivo puede ser privado de ello, no importa la condición, no importa la edad. A ti te tocó una enfermedad y no elegiste aquello, te enamoraste de una mujer, tu médico de apoyo, sufriste por un imbécil en el pasado -ella se aferró al cuerpo de Shawn para abrazarlo- sólo quiero que no te conviertas en un ángel sin saber que es recibir amor verdadero de una pareja. -Acercó sus labios al oído de ella- Escúchame bien Camila, eres una muchacha muy bella que cualquier idiota con sentido común quisiera tener, no harás nada malo, sólo darás pie para saber si Lauren siente lo mismo por ti y no por Fiore y antes de que digas que esto es una locura, pienso que es peor quedarse con la duda. No es conquistar, es sacar  a la luz los sentimientos. Si ella sólo llegase a mirarte con ojos de "hermana", tú dejas el tema  y aceptas con cariño a una amiga, nada más, no es robar nada a Fiore, pues aunque suene egoísta, si Lauren te quiere, a Fiore no le corresponde. -Besó su mejilla fuertemente- Sólo sé tú misma, -ella levantó la vista- pero cualquier cosa que necesites, actuación o seguir fingiendo un poco más, estoy dispuesto a lo que sea.