Capítulo 67

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Sinu se cruzó de brazos un poco complacida por ver en los ojos de la morena indicios de susto. Se sacó la peluca y la sostuvo entre las manos porque le molestaba, sentía que le daba comezón en la nuca y quería estar relativamente cómoda como para discutir sobre "asuntos importantes" con Camila. La aludida cerró la puerta de su camerino y también se cruzó de brazos pero no tan segura como la actitud que Sinu mostraba. No quería tener miedo y sabía que debía enfrentarla de una vez por todas.

Camila: ¿Qué mierda quieres Sinu? ¿Cómo entraste? –apretaba los dientes molesta.

Sinu: Creyeron que era la asistente para alguna sesión de fotos –con una ceja levantada miró de pies a cabeza a su hija. Tenía envidia y celos pues a su misma edad, Sinu era una muchacha "fracasada" que creía en las palabras de Alejandro, yéndose juntos por el mundo consumiendo alcohol y sustancias alucinógenas, dejando de lado a una bebé de tan solo meses- te notas desgastada, lo puedo ver a pesar del maquillaje y todo eso que cargas.

Camila: ¿Acaso te importa? ¿Quieres que deje tu nombre en mi testamento? –Sonrió sarcástica- anda al grano Sinu, tengo una sesión de fotos que terminar.

Sinu: -se le acercó- He vuelto porque quiero librarme de una denuncia que se me tiene impuesta injustamente, además de verte de cerca -apretó los labios- yo no soy asesina de quien fue tu padre y creo que me he cansado de andar escapando de la policía, además quisiera acercarme a ti.

Camila: -meneó el rostro con una sonrisa sarcástica, falsa- ¿Acercarte a mí? Que extraño, nunca quisiste acercarte en toda mi vida y justo ahora que estoy por fallecer o tengo éxito, ¿te aparece el amor por tu hija? Te recuerdo que si soy lo que soy en estos momentos es gracias al esfuerzo de mis abuelos, no tuyo y tal vez deba agradecértelo porque si me hubieras llevado contigo era probable que estuviese muerta cuando pequeña o metida en estúpidas adicciones –miró el reloj en su muñeca- Vamos, ¿No eres la asesina de Alejandro? No me interesa, sólo quiero pedirte que dejes a mi abuela tranquila porque ya bastante daño le hiciste, si quieres hazte prostituta, desnúdate para revistas porno para ganar dinero, pero déjala a ella. Sé sincera, ¿qué quieres y por qué viniste ahora? –hubo un poco de silencio, ¿Qué sacaba con mentirle? La morena podía sentir el olor a cerveza- vaya que sorpresa, estuviste bebiendo.

Sinu: Demian no me ha dado dinero, no me ha ayudado como lo ha prometido con la denuncia y me siento desesperada. –suspiro mirando a la morena.

Camila: No puedo ayudarte, ya tengo suficientes problemas –se llevó una mano a la cabeza, le dolía la frente, específicamente el lado izquierdo- así que te pido que te vayas.

Sinu: ¡No me voy a ir hasta que me des dinero! ¡Necesito beber! –Como comenzó a gritar- no seas egoísta, tú te vas a morir y yo aún tengo que saber cómo sobrevivir.

Camila: ¡Basta! –entre lágrimas caminó hacia un mueble y le pasó 40 dólares que tenía en el- vete de la vida de mi abuela, piérdete y destrúyete sola.

Asintiendo se colocó la peluca sobre la cabeza, guardó los billetes en su sujetador y se fue de allí con una sonrisa porque al fin tendría como beber. Dormía en New Orleans, en la casa de una prostituta a la cual Sinu ayudó mucho.

Camila cayó al suelo y comenzó a llorar desesperada, la cabeza le dolía mucho y no podría continuar con la sesión de fotos, al fin y al cabo ya tenían demasiadas y gracias a Dios habían alcanzado a grabar los comerciales. Lo único que hizo fue llamar a Dianna, esta vez no quería molestar a Lauren.

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Miércoles 29 de febrero 2016

Sí, último día del mes de febrero, los días pasaban y lamentablemente algunos síntomas como los dolores de cabeza se hacían cada vez más fuertes. En esa ocasión que vio por última vez a Sinu, Dianna la llevó a la clínica y le dieron un calmante, por suerte estaba Lauren de turno y facilitó la ayuda de inmediato. Se habían topado con el neurorradiólogo encargado de Camila, mandándole a hacer exámenes otra vez para ver el estado de evolución del tumor. Y lamentablemente aquel doctor llamó a su colega Jauregui para comunicarle en privado que la pérdida de visión iría siendo cada vez más fuerte, incluso, un golpe de magnitud alta podía dejarla ciega.  3 días atrás  la morena fue al oftalmólogo y le expresó que con el ojo derecho  las cosas de distancia lejana no podía verlas, del izquierdo aún seguía viendo mejor, no del todo bien pero mejor que el otro. No podía mentirle pero tampoco podía estimar cuanto tiempo tardaría en quedar totalmente ciega, si es que eso pasaba, si notaría sombras o todo se volvería oscuro.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora