Epílogo.

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Lizzy:

2 semanas después

Dos semanas, dos semanas de tortura, dos semanas en la que su recuerdo ha invadido cada rincón de mi alma. Dos semanas en la que sólo puedo pensar en él. Dos semanas en la cuales me he estado quedando en la casa de Brandon. Catorce putos días sin verlo, catorce días sin besarlo, catorce dias sin comer o beber nada que no sea agua.

Elizabeth, cielo, tienes que comer - entra Brandon a la habitación donde me estoy quedando, en estos momentos sólo llevo una de sus camisetas ya que toda mi ropa y mis cosas quedaron en aquella casa.

No tengo hambre - digo y me vuelvo a acostar, he perdido peso demasiado.

Enana, come, por favor - susurra sobre mi oído acariciando mi cabello.

No quiero - digo soplando mi nariz.

Elizabeth - entra Annie a la habitación.

¿Que?- digo cansada.

Necesitas comer - me regaña Annie.

Si está bien, traigame comida - digo fría
Luego de comer, que por cierto lo necesitaba, Annie fue por mi ropa a casa de El que no debe ser nombrado, me duche y cuando abro la maleta lo primero que veo es una rosa y una de sus camisetas, maldito hijo de fruta.

Tiro lejos la camiseta y la rosa la dejo sobre la repisa de la ventana, llorando de la impotencia me coloco unas leggins negras y una franela holgada gris, voy al baño y comienzo a peinarme, mi reflejo en el espejo es espantoso, limpio mis lágrimas y me dispongo a desempacar las pocas cosas que me ha enviado.

Consigo una carta dentro de mi maquillaje, con una perfecta caligrafía que conozco a la perfección.

~ Lizzy, perdón te amo princesa~

Sus palabras causan los mismos efectos que el primer día, desde ese día que nos conocimos en aquella fiesta, no estaba tan ebria cuando se me acercó a hablarme por primera vez, sus palabras le daban calidez a mi alma.

Pero en fin, se acabó, todo lo que inicia tiene su final, algunos tristes, otros felices, pero siempre hay un final.

El fue y seguirá siendo el hombre que amo, el y sólo, el me ayudó a recuperar mi confianza con cada mirada, con cada caricia, con cada suave rose de sus palabras. A veces quiero devolver el tiempo y haber luchado más por no perderle, por repetir todos y cada uno de los días que estuve a su lado. La vida es injusta, si, no podemos esperar que sea perfecta. Como decía mi antiguo chófer, debemos esperar lo mejor, y estar preparados para lo peor.
Si la vida, fuera como en los libros, no lo sé, sería aburrida, tanta perfección me intriga, por que con cada caída y con cada error, nos hacemos más fuertes, y aprendemos a no tropezar con la misma roca.

Cada día a su lado era como estar dentro de un libro, todo el era perfecto, todos nosotros éramos perfecto, para mi no es el la peor persona, es la mejor, porque aunque él me haya roto el corazón, me enseñó a creer en mí.

¿Soy la persona más estúpida del mundo por no odiarlo por haberme hecho daño? No lo creo, para mi de eso se trata la vida, amar sin importar que.

Elizabeth - escucho una voz extremadamente parecida a la de David, me volteo y veo a George, su hermano me abre sus brazos y yo voy hacia él.

¿Que haces aquí George?- pregunto.

A decirte que mi hermano es un idiota, y que en estos momentos está llorando en los brazos de mi madre - dice y mi corazón de contrae.

No lo creo - susurro.

Si chiquilla, si - dice.

No importa lo que pase, seguiras siendo mi cuñada favorita, ahora debo ir a trabajar, descansa y come - dice luego de un rato y se va.

¿David llorando? No lo creo, el no me quería, si lo hubiera hecho no hubiera actuado de esa forma.

Es cierto que todos tenemos momentos difíciles en nuestras vidas, y que por ello cometemos las mayores estupideces que existen, lo que no entiendo es como hay personas, cuyo orgullo tan malditamente infernal no las deja ser felices, eso lo debo aplicar conmigo misma.

Tomo mi teléfono y lo llamo, contesta su madre, oigo sollozos, de nada más y nada menos que mi niño.

Te voy a agradecer que dejes en paz a mi hijo, nada de lo que hiciste debías haberlo hecho, zorra - dice Clarissa, tenía el teléfono en alta voz y en ese momento había entrado Brandon a mi habitación con la cena.

Sólo digale, que lo perdono entonces - digo llorando.

Zorra - vuelve a decir.

Mamá, dejala, ella no hizo nada - escucho que dice el, David, antes de colgar.

Me echo a llorar en los brazos de Brandon, no es justo, no es justo.

Ceno, tranquila y Annie esta conmigo en mi habitación, según ella necesito tomar aire libre.

Nos montamos en su auto, rumbo al parque.

Mira nena, eres hermosa, no llores por un estúpido, no vale la pena si - dice Ann yo asiento y vamos a caminar por el parque. Annie se encontró con Christopher y se fueron a sentar en una banca, yo por mi parte me senté en el suelo apartada de los demás. Miles de pensamientos invadieron mi mente.

Elizabeth, eres una estúpida - dice Pedra mi conciencia

¿Por que?- le respondo.

Ese hombre solo estaba preocupado por ti.

Ese hombre solo estaba preocupado por ti.

Esa frase de repite en mi cabeza, ese hombre solo estaba preocupado por mi, es verdad.

Por esa y muchas razones más no puedo odiarlo, por más que lo intente no puedo y tampoco quiero, el saco mi vida de la oscuridad y la convirtió en un hermoso arco iris , el me hizo dar lo mejor de mí siempre.

Veo una silueta masculina no muy lejos de mi, una suave brisa hace que su perfume llegue a mis cosas nasales, es el, veo como me mira y sus labios dicen "Lo siento" y se va.

Ahí iba el, el hombre que puso mi vida de cabezas, y armó el rompecabezas de mi alma. Él la única persona que he amado con locura, la única persona que me hace perder la cordura, con su voz que irradia dulzura y sus ojos que son un profundo mar azul, que al mirarme irradiaban aquella luz que hacía mi corazón encogerse y a mis labios sonreír. Él el único capaz de hacerme olvidar, mis huellas del pasado.

Fin.

Huellas del Pasado (HDP #1) Where stories live. Discover now