3. Junior Year

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Uno pensaría que, teniendo hecha y superada la mitad de su educación universitaria, no habría lugar a dudas a la hora de seguir adelante con ella un año más. Pero Beca tuvo dudas. Demasiadas, diría su padre.

Durante todo el segundo curso en Barden, hubo situaciones que la tuvieron al borde de rendirse, hacer las maletas y marcharse sin mirar atrás. Lo único que evitaba que emplease medidas tan drásticas eran nueve chicas a las que ya consideraba familia después de convivir con ellas las veinticuatro horas del día, a las que no quería abandonar, y a las que no quería decepcionar de esa forma. Ayudaba bastante el hecho de que siempre que se exasperaba hasta el punto de querer mandar todo a la mierda, siempre había una mano que le acariciaba la espalda, unos brazos que le empujaban hasta algún rincón solitario y unos increíbles ojos azul bebé que se fijaban en los suyos e irradiaban ondas de calma y comprensión.

Sinceramente, Beca no sabe qué habría sido de ella y de su sanidad mental si no hubiera contado con el apoyo incondicional de Chloe. Debía reconocerle el mérito, se había ganado a pulso su puesto como mejor amiga de la DJ. La pelirroja había invertido interminables horas con un cincel y un martillo haciendo pequeñas grietas en las murallas que protegían el corazón de la morena, hasta conseguir un hueco por el que poder colarse. Desde entonces, Beca ya no había sido capaz de echarla de allí. Tampoco es que se hubiera esforzado en intentarlo. Estaba comenzando a comprender que no era malo que hubiera gente que la conociera, gente con la que quería establecer lazos y a la que no quería dar la espalda.

Aunque a veces le hacían dudar.

Momentos en los que no creía estar a la altura del puesto de capitana, como esos ensayos en que todos los pasos de baile estaban descoordinados y cada Bella iba a su auténtica bola y no conseguían ponerse de acuerdo en exactamente con qué base electrónica debían señalar a la izquierda y cuándo había que adelantar el pie derecho. Momentos en los que no se sentía preparada para cohabitar con nueve universitarias, a cada cual más chiflada, capaces de dejarle ratones muertos en el armario – Lilly creyó que sería un buen regalo de cumpleaños – o de robarle y romperle su camiseta de franela favorita – no había sido capaz de gritarle mucho a Chloe una vez la pelirroja le puso esos odiosos y completamente irresistibles ojos de cachorrito.

Pero luego había otros momentos. Momentos en los que su corazón le dolía en el pecho por lo lleno de amor, y de orgullo, y de absoluto cariño que le hacían sentir las Bellas. Esas noches en las que simplemente estaban tiradas de cualquier forma en el sillón, hablando, filosóficas y eternamente bromistas al mismo tiempo, y una de ellas decía una chorrada tan grande que las diez estallaban en sonoras carcajadas que las dejaban al borde de las lágrimas. Esos ensayos en los que estaban tan en armonía las unas con las otras que a veces no era necesario que abrieran la boca para tener delante justo lo que iban a pedir.

Y, especialmente, cuando Beca cogió su segundo trofeo como ganadoras del Campeonato Nacional de A Cappella. Sintió dieciocho brazos diferentes rodearla, apretarla, y levantarla del suelo. Sintió el vibrar de sus compañeras cuando rieron, cuando lloraron de alegría, cuando gritaron de emoción al escuchar el nombre de las Barden de Bellas recibir el primer premio. Sintió todo el esfuerzo de un año ser recompensado con sonrisas tan grandes que apenas les cabían en los rostros.

Fue en ese preciso instante, con sus amigas dando brincos por el escenario igual que si tuvieran cuatro años, chillando incoherencias y abrazando a todo el que se encontraran por el camino; fue ahí cuando se dio cuenta de que por supuesto que iba a volver otro año. Y otro. Y otro. Todos los que hiciera falta. Porque por supuesto que la iban a llevar hasta el borde de la locura, y de la frustración, y de la exasperación; pero, por momentos como ese, Beca estaba dispuesta a volverse loca, a dejarse frustrar y exasperar.

How many more shots (until you're rolling?)Where stories live. Discover now