Donde acaba el sueño comienza la pesadilla

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[Enero 2014]

Me llamo Lucio, tengo 14 años, soy de una familia humilde.
Vivo con mi papá Luciano, mi mamá María, y mis dos hermanas menores, Dalila y Débora, de 7 y 5 años respectivamente.
Somos una familia, de esas a las que llaman pobre. Vivimos en una villa pobre, acá todos somos pobres...

Pero mi papá dice que lo pobre se nos quita con dinero, y eso cualquier día nos puede llegar, ganando la lotería, o encontrando un trabajo mejor, o en mi caso, estudiando. Así que por ahora sólo tenemos que sonreír y estar felices mientras nada realmente necesario haga falta. Ser felices con lo que tenemos.

Aunque no creo que estudiando deje de ser pobre, no me pagan por ir a la escuela. De hecho cuando falto a la escuela para ir a trabajar tengo más dinero. Aún así me va bien en los estudios, y aunque mi papá no gana tanta plata, siempre tengo todo lo que me piden en la escuela.

Él trabaja de reciclador en un vertedero local, todo lo útil que encuentra lo lleva a una fábrica aledaña, y le pagan el valor de su trabajo.

A mi una de las cosas que me hacía feliz, era el fútbol. Aún más feliz porque este año empieza el Mundial acá en Brasil, y estoy especialmente emocionado porque uno de los estadios del mundial está cerca, al costado de mi villa.
Mi sueño es estar ahí, aunque sea un sólo partido. Y realmente no sé quién jugará, ni cuando, ni contra quién, no me importa, yo sólo quiero sentir el fútbol por primera vez en un estadio de verdad.

Y no sólo lo digo, ya empecé hace meses a juntar dinero para comprarme una entrada a alguno esos partidos, el que sea, yo sólo quiero estar ahí.

Todas las mañana iba a la plaza de la ciudad a vender remedios vegetales que encontraba en el monte, vendía poco la verdad, pero igual, poquito a poquito fui juntando lo suficiente, con esfuerzo y dedicación. Más de una vez me quedé hasta tarde para vender más, y al llegar a casa mi mamá me regañaba.

Mi papá siempre decía que los sueños sólo se cumplen si haces todo lo posible para cumplirlos, y yo le hacía caso.
Otro de mis sueños es ser jugador de fútbol, pero mi papá no me quiere pagar la escuela de fútbol, tal vez tenga que ahorrar para eso también. Él quiere que yo sea doctor o algo "útil".

Mi papá es un gran hombre, cuando sea grande quiero ser como él.

...
[Marzo 2014]

Faltan cerca de 3 meses para el mundial, pero habían muchos disturbios en mi villa, no sé qué tenían en contra de que algo tan bonito como el Mundial se juegue en la ciudad.
Mi papá me contaba que el gobierno quería sacarnos del lugar, y mudarnos lejos del estadio, que porque nuestro barrio es pobre y humilde, y nuestras casas son feas y precarias, según el gobierno no éramos "buena presentación para el estadio", querían "limpiar" la zona. Dar una "buena impresión al mundo" sacándonos de ahí.

Yo no quiero irme de mi casa, me alejaría del estadio al que tanto quiero ir, me alejaría de mi sueño. Mi familia y los vecinos tampoco quieren mudarse.

Aparte ya ahorré mucho, tengo lo suficiente para comprar dos entradas, una para mi papá y una para mí.

...
[Mayo 2014]

Hace como una semana más o menos, gente trajeada del gobierno llegó a ofrecernos un lugar "mejor", querían trasladarnos a un barrio en la ciudad vecina, a unos 20 km del estadio. Nos prometieron mejores casas, mayor seguridad, hasta educación, salud, y trabajo para todos. Pero mi padre y los demás vecinos se negaron, sabían las verdaderas intenciones del gobierno, seguro todo sería lindo ahí mientras suceda eso del mundial, luego nos dejarían abandonados a nuestra suerte, por eso nadie quería abandonar estas tierras. Aunque éramos un barrio humilde ya teníamos una vida aquí, estábamos felices, y además, gracias al mundial llegaron varios turistas a nuestra ciudad, y esto hizo progresar a los negocios de mis vecinos, así mucho menos querrían mudarse.

Esta gente trajeada del gobierno vino 3 veces más este mes, para ofrecer a mi comunidad ofertas cada vez más tentadoras a cambio de que abandonaramos la zona, pero todos nos negamos en cada ocasión, sus propuestas solo van a ser temporales, no vale la pena.

...
[Junio 2014]
Lo que pasó anoche nunca lo voy a olvidar.

Ya falta sólo poco menos de un mes para el comienzo del mundial, y según se decía entre mis vecinos, el gobierno estaba cada vez más ansioso por desalojarnos del lugar, despejar la zona.
No dejaban de prepararse para un desalojo por la fuerza, prepararon palas, rastrillos, cuchillos, y algunas armas más por si eso llegaba a pasar.

Pero a pesar de tomar toda precaución, nadie estuvo realmente preparado para lo que sucedió.

Cerca de la 1 de la madrugada un estruendoso ruido nos despertó a todos en mi casa, eran los militares que tumbaron nuestra precaria puerta, entraron con violencia.
Mi papá se levantó a las corridas, tomó el revólver que tenía guardado en la caja de herramientas bajo su cama, y disparó al primer militar que entró, pero fue inútil, eran varios militares con armas largas, que entraban uno detrás de otro, eran diez o más, no pude contar.

Al acto de haber disparado al primer militar, mi papá recibió un golpazo en la cabeza con el mango de la escopeta por parte de otro militar, cayó al suelo y comenzaron a golpearlo entre tres, patadas al vientre y a la cara, pisoteando su cabeza y sus manos. Lo golpearon hasta dejar un charco de sangre en el piso y su rostro desfigurado.

Mi mamá gritaba, intentaba cubrir los ojos de mis hermanas pequeñas para que no vieran cómo masacraban a mi padre, mis hermanas sólo lloraban frenéticamente.
Yo también lloraba, pero en silencio, mordiendo mi almohada y cubriéndome hasta la cabeza con la sábana, temblaba de los nervios, yo no quería ver nada, yo no quería estar ahí.

Inmediatamente los militares nos bajaron a la fuerza de nuestras camas. Mientras me empujaban para apresurarme a salir de mi casa pude observar cómo trataban con brutalidad a mi madre, que luchaba y rogaba por no separarse de mis hermanitas. Yo grité de impacto al ver a mi padre irreconocible, sus ojos hinchados, su mandíbula desgarrada, su cabeza deformada y emanando sangre por la boca, dientes rotos y manos fracturadas, yacía inerte en el suelo luego de tantos golpes.
Otros dos militares andaban echando lo que parecía ser gasolina en todos los alrededores de mi casa, sobre el suelo, los colchones, las mesas... Y sobre mi padre.
Uno de los militares me tomó del cuerpo y cargándome contra mi voluntad me llevó afuera, ya sacaron también a mi mamá. Grité y pateé al que me cargaba al notar que se llevaban a mi mamá hacia el lado opuesto de donde me llevaban a mi, extendí mis brazos hacia ella y lloré profusamente.

-"¡¡MAMÁAAAAA!! ¡Mamiiii! ¡¡Maaahh!!" -de nada sirvieron mis gritos, porque ya la perdí de vista, intenté calmarme por un momento.

Una vez fuera de la casa pude mirar a mi alrededor, mi villa parecía una escena apocalíptica, decenas de camiones militares nos esperaban en las afueras, cientos de militares obligando a la gente a desalojar la zona mediante la fuerza bruta, gente herida, golpeada, niños llorando, y griterío por todos lados, unas casas incendiadas y otras destrozadas, sin ningún tipo de cuidado nos cargaron a todos en uno de esos camiones militares, apartándonos, empujándonos y amenazándonos en todo momento.

Volví a gritar y más desesperadamente cuando vi a lo lejos que encendieron fuego a mi casa, se incendiaba y con mi papá adentro...

Yo ya no tenía voz para gritar, ni energía, ni ánimos para protestar, sólo me resigné de impotencia y me acomodé en mi lugar del camión llorando silenciosamente, en ese momento el último militar subió al camión, cerró la puerta y comenzó la marcha.

...

CleanShit: Brasil 2014Where stories live. Discover now