El viaje más largo

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Pasé llorando durante todo el trayecto porque no veía a mi madre ni a mis hermanas en el camión en el que me transportaban. La verdad es que es una situación desesperante, si me fijo no soy el único sufriendo acá, hay muchos niños llorando y adultos golpeados, creo que en una bolsa oscura que está hacia la puerta del camión hay un cadáver, pero no me animo a ver ni a preguntar. Por el tamaño ha de ser un niño.

Dos militares nos custodian desde que empezó el viaje. El viaje está siendo muy largo, hay una señora que no para de llorar y preguntar donde llevaron a sus hijos... Yo no paro de preguntarme donde está mi mamá.

[Al día siguiente]

Pasé el resto de la noche sin dormir, ya amaneció y el viaje sigue, no sé adónde nos llevan ni qué dirección tomamos, ya que no podemos ver afuera, está todo cerrado este camión.
Los militares se limitan a darnos agua para beber, nada más durante todo el trayecto.

[6 horas después]

Llegamos a destino, creo que ya es mediodía, nos obligan a bajar, esto es una costa boscosa, nos llevan a la orilla de un río gigante, muy ancho de aguas turbias, y enfrente nos espera un barco enorme. Luego de nuestra llegada, vinieron llegando 7 camiones militares más, o eso fue lo que pude contar.
Una vez todos reunidos, todos somos obligados abordar el navío.
Entre la multitud puedo ver cómo la gente se reencuentra entre sonrisas y sollozos. Ya para cuando subo completamente al barco, miro por fuera a la gente que va subiendo aún, cuando lágrimas de alegría rebosan mis ojos al contemplar a mi mamá y mis hermanas subiendo entre la multitud.
Corro de nuevo para bajar a su encuentro, pero dos militares me lo impiden, intento evadirlos en vano, vuelvo a mi posición, y espero pacientemente a que suba mi mamá.

Apenas las veo llegando al barco voy corriendo a abrazarlas, lloramos un buen rato y puedo notar a mi mamá llena de moretones y rasguños, producto de que seguramente luchó varias veces por no separarse de mis hermanas.
Ella me cuenta que todo está bien y preguntó sino habían subido mi papá aún...

Le cuento que vi cómo incendiaron nuestra casa con papá adentro.
Mi mamá rompe en llanto y nos abraza fuertemente a los tres, y nos hace prometer que no nos separaríamos de ella en ningún momento. No puedo contener las lágrimas al recordar a mi papá.

Una vez que todos subimos al barco comenzó la travesía.

[ Tres horas después]

Según mi mamá, este río gigante era el Amazonas.

En el barco todos están llorosos, hay heridos en toda la cubierta, algunos quemados, otros golpeados, unos mutilados, es una escena terrible, la sangre corre en el piso. Lo peor es que como somos vecinos, a casi todos los conozco, aunque algunos estén irreconocibles por sus heridas...

[Dos horas después]

En el barco los militares nos tratan muy mal, un señor llamado Vitor intenta conseguir ayuda para una embarazada, pero sólo consigue golpes para él... Y para la embarazada.

Es muy fuerte para mi ver cómo golpean en el vientre a aquella embarazada, pero tampoco desvío la mirada, se llama Alicia, vivía a unas casas de la mía. La golpean con un bastón grueso de madera hasta que le empieza a escurrir sangre por la entrepierna, la mujer grita desgarradoramente.
No imagino el dolor que está sintiendo.
Uno de los militares le incrusta un cuchillo en el cuello para que deje de gritar de esa manera tan perturbadora, y para evitar que se desangre en el barco, la lleva al borde de la cubierta a rastras y la empuja fuera del barco, la tiró al río.

Luego de esta escena todos quedamos fríos y asustados, shockeados. Un silencio mortal predomina en el barco y la mirada de terror en todos nos queda impresa.

[Tres horas después]

Desde que pasó eso, nadie más se anima a dirigir una sola palabra a ninguno de esos despiadados militares por temor a sus violentas reacciones.

Llegamos a un improvisado muelle, nos hacen bajar del barco y le colocan esposas encadenadas a todos los adultos, incluida mi mamá, no nos queremos separar pero por nuestro bien mi mamá nos dijo que hagamos caso a los militares.
A los niños nos colocan en fila por detrás de los adultos.

Los militares vieron que algunos no iban a poder hacer el trayecto a pie ya que estaban sumamente heridos, decidieron dejarlos en el barco, fueron como 25 personas heridas las que quedaron en el barco.

Según están contando en voz alta los militares, vamos 103 adultos, 48 niños, y 17 bebés.

Como los adultos van esposados y encadenados entre sí para que no se salgan de la fila ni intenten escapar, no pueden llevar a sus bebés cargando, así que los militares se ponen a discutir sobre qué hacer con los bebés.

Pasan varios minutos, hasta que un militar se pone al frente de todos y nos dice:

-"NO HAY ESPACIO PARA BEBÉS AQUÍ, SINO SABEN CAMINAR PARA SEGUIR ESTA MARCHA POR SÍ MISMOS, DEBERÁN APRENDER A NADAR"

Soltó una breve risa cruel posterior a esas palabras, mientras los papás de esos 17 bebés no hacen más que gritar a voz en cuello y rogar que no les hagan daño, al parecer de nada sirve.

Uno por uno los bebés son lanzados al río desde el barco, se los oye llorar. Algunos militares golpean a los bebés en la cabeza y en el abdomen antes de tirarlos al río, a otros los deshollan, los medio decapitan, de todo. No podemos hacer más que mirar, algunos padres intentan evitarlo, luchan, pero estos son reprimidos a base de patadas y golpes con escopeta.

Luego de golpear, medio matar y echar a todos los bebés por la borda, dijeron que las pirañas del río se encargarían de terminar el trabajo.

Muchos quedan traumados con esto, algunos de los padres de aquellos bebés se niegan a continuar la marcha entre gritos, llanto y ruegos, pero al ser amenazados de muerte toman sus posiciones para seguir. Aunque no paran de llorar. Una madre prefirió morir.

Hay otros que no quieren continuar la marcha porque estaban dejando a sus familiares heridos en el barco, estos son golpeados y forzados a marchar.

Comenzamos la marcha, parecemos esclavos, algunos intentan revelarse pero son brutalmente reprimidos y golpeados.
Mi mamá sigue la marcha bien adelante mientras yo no quito mi vista de ella, siempre camino tomado de mis hermanitas para que no se me pierdan.
El camino es una selva literalmente, no sabemos adónde vamos, no sabemos qué habían hecho con los heridos que se dejaron en el barco, no sabemos qué van a hacer con nosotros, ni siquiera por qué nos está pasando esto.
La cuestión es marchar...

CleanShit: Brasil 2014Where stories live. Discover now