CAPÍTULO 3

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Seguí al hada durante lo que creí que sería media hora, pero entonces escuché como si alguien se acercara hacia a mi y por eso pare en seco.

Busque entre los árboles hasta que un chico se hacerlo hacia mi.

Me quede observándolo, tenía el pelo marrón casi negro y liso, un tanto enmarañado. Era bastante más alto que yo me sacaría una cabeza o mas. Era esbelto y músculo, y su piel era muy clara en comparación con la mía. Unos preciosos ojos azules me miraban atentamente, tanto que podía verme allí en miniatura reflejada. Tanto como si me estuvieran escaneando de arriba a abajo.

—¿Quien eres tu? ¿Que haces aquí? I que eres estúpida, ¿Porque sigues a una de estas hadas? solo quieren llevarse a todos los que encuentran para alimentarse y vivir durante más tiempo—me dijo el chico, que me miraba como si me estuviera llamando estúpida

Me quedé helada ante lo último que dijo, pensando en que si no hubiese aparecido, pronto podría haber estado muerta.

—Yo... me llamo Celeste...  he venido para buscar a mi padre. No sabia que las hadas hacían... eso —dije mirándolo directamente a los ojos y dándome un pequeño escalofrío al añadir lo último

Nos quedamos mirándonos un rato y luego decidí añadir —¿Y tu...  como te llamas?

Tardó en responder pero finalmente dijo en un tono seco —Damon

Nos quedamos en silencio, yo no podía dejar de mirar su rostro y me fijé en  que sus orejas acababan en punta y me atreví a preguntar —¿Eres un elfo?

Él asintió y seguidamente me pregunto — ¿Y tu que eres?

—Humana —me apresure a decir, porque no creía que lo que había visto al llegar fuera verdad

—¿Como que humana? Los humanos no pasan a este lado del portal ¿Como has llegado aquí? —dijo abriendo mucho los ojos

—Por una puerta secreta que había en la chimenea de mi habitación — respondí sin pelos en la lengua —yo solo he venido para encontrar a mi padre, que según mi abuela esta aquí

—Que yo sepa todos los humanos se fueron de aquí y si queda alguno estará en algún poblado con otros seres, seguramente casados y con hijos. Si queda alguno más el rey lo sabrá, te llevaré ante él

—¿Para que tengo yo que ver al rey?

—Porque es el único que puede decirte donde se encuentran esos poblados exactamente —observó alrededor y dijo —pero nos llevará uno o dos días llegar, esta bastante lejos de aquí

Se quedo mirando al hada, cosa que no me había dado cuenta de que seguía aquí y dijo con frialdad —Tu ya te puedes ir

Entonces el hada se fue volando y Damon empezó a andar y yo supuse que quería que lo siguiera, y lo hice porque tampoco tenía otra opción.
Durante el viaje nos fuimos conociendo un poco y charlamos mucho sobre nosotros y nuestras vidas.

Cuando empezó a anochecer, Damon dijo que debíamos parar para dormir y comer algo. Hicimos una pequeña hoguera y Damon sacó de su mochila algo de comer, que al parecer llevaba.

La comida no se me hacia conocida, por eso preferí no preguntar que era, porque sino sabia que no me lo comería.

Después de cenar empezaron ha hablar otra vez y lo primero que le pregunte fue —¿Que acabamos de comernos?

—Ciervo ¿Por?

—Menos mal pensé que al estar en este, umm como se dice... ¿mundo? —Damon asintió y supe que así es como lo llamaban, era un mundo mágico —pensé que sería alguna comida rara o algo así, no se, nunca había comido ciervo— dije eso último y me sentí culpable, por estar comiendo tal hermoso animal.

Damon:

Celeste estaba enfrente mía y no podía dejar de mirarla, algo en ella me atraía, me gustaba y mucho.

No podía aguantar las ganas de saber más sobre ella, y eso que la acababa de conocer pero tenía un toque que me resultaba familiar, como si la conociera de siempre y fuera mi alma gemela.

Cosa que no entendía porque a pesar de que los elfos solo se enamoran de una persona, para siempre, no entendía como ella una simple una humana era la mía, mi amor, mi compañera de por vida, ella era MÍA.

Pero no sabia lo que ella pensaba de mi. Y decidí cambiarle el tema porque no quería que pensara en el ciervo que se acababa de comer —Bueno cambiemos de tema, a ti ¿Que te gusta hacer?

Se lo pensó un poco y luego me contesto —Me gusta mucho dibujar, leer, los animales, los amaneceres y atardeceres, muchas cosas mas ¿Y a ti?

Entonces vi mi oportunidad y se lo dije sin pelos en la lengua, sin rodeos —A mi me gustas tu.

Celeste:

Me quedé paralizada no sabia que decir. Pero en cambio Damon se levantó y fue hacia mi, y por reflejo me levanté también.

Se quedo frente a mi observándome fijamente y entonces dije —Jo... jo no se que... que decir... —no podía hablar fluidamente, las palabras no querían salir de mi boca, de lo nerviosa que me sentía.

Y en ese justo momento, Damon se acercó apresuradamente y me besó...

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Damon en multimedia

Un Mundo Mágico (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora