CAPÍTULO 5

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Uno de los seres que mas me llamó la atención fue, un grupo de centauros que cabalgaban en contra del viento a gran velocidad.

Eran grandes seres que tenían medio cuerpo de caballo, con sus fuertes patas, de diferentes colores, había marrones, blancos, negros, con manchas. Su otra mitad superior era como la de cualquier persona normal. Infinidad de centauros diferentes corrían por el valle.

También vi que bajo un gran árbol, que parecía que tuviera muchísimos años, había un grupo de personas que le parecieron normales.

Pero que tras observarlas un poco se dió cuenta de su error, una de las chicas había empezado a mover sus manos y las hojas que habían caído del árbol, que estaban a su alrededor empezaron a levitar, ¡Eran brujas!

A mi de pequeña siempre me habían gustado las brujas y me hubiese gustado ser una de ella.

Me las quede mirando un rato  sin fijarme en nada más y Will se dio cuenta de ello —Las brujas son muy buenas curanderas y hacen cosas asombrosas, sobre todo con lo que tiene relación con los elementos

—De pequeña siempre quise ser una —le conté sin despegar la vista del grupo de brujas y brujos

—Pues tu si no me equivoco tienes mas poder que todos ellos juntos —me dijo y luego continúe observando a mi alrededor

Un grupo de enanos al que Damus se acercó, parecía que estuvieran preparando mas comida, para las mesas que había en frente, donde estaba bastante gente comiendo.

Unos cuantos unicornios caminaban tranquilamente por el inmenso prado al lado de un pequeño estanque.

Podía observar el brillo que emanaban sus cuernos. Y tampoco le hacia falta acercarse para ver que el hermoso pelaje blanco que todos poseían, tenía que ser extremadamente suaves.

En ese justo momento una sombra paso por arriba de nuestras cabezas, haciendo que desviara la vista de los unicornios para mirar a unos pegasos practicando el vuelo en lo alto del cielo.

Batían sus enormes y fuertes alas, volando velozmente y con agilidad, elevando su pesado cuerpo de caballo, por el inmenso cielo azul sin casi ninguna nube, y si la había la traspasaba como si no existiera.

A lo lejos, los sátiros brincaban entre las piedra de la playa viendo a las sirenas nadar cerca y hablar con ellos.

Cuando estaba observándolos Will me dijo — Vamos hacia allí que quiero ver a un amigo que seguro que esta por allí —dijo señalando hacia donde yo estaba mirando

Asentí y empezamos a andar. A medida que nos íbamos acercando, pude observar una hermosa playa, que era igual a la que ví cuando llegué.

Los sátiros eran hombres midio humano, y medio cabra.

Las sirenas tenían unas preciosas colas de colores y unos larguísimos cabellos. Estaban sobre las rocas con medio cuerpo fuera del agua y las colas dentro de este, hablando con los sátiros.

Cuando se percataron de nuestra presencia, un de los sátiros se acercó hacia nosotros.

—Will veo que ya has vuelto —dijo y hicieron un saludo raro entre ellos —Y no vienes solo —añadió mirando en mi dirección, y extendió su mano — Soy Grover

—Celeste —me presente y puse mi mano sobre la suya, lo que no me espere fue que la besa, pero así lo hizo y la quite rápido, porque no apartaba su morada de mi y eso no me gustaba.

—Un placer conocerte —dijo a lo que yo asentí con la cabeza

Luego fuimos los tres hacia donde estaban los puestos de comida y durante el camino seguí observando mientras Will y Grover hablaban.

Cerca de las mesas había un dragón rojo que estaba ayudando a encender una gran fogata, donde habían más dragones rojos.

Cerca de la laguna habían azules que supuse que serían de agua, verdes, morados...

I algunas otras criaturas que no había visto en películas, ni leído en libros nunca y que obviamente no sabia que eran.

Pero por alguna extraña razón, no veía a nadie que tuviera las mismas alas que yo. Y por eso, se le ocurrió preguntarle a Will en voz bajita para que Grover no lo escuchara —Will, ¿Aquí hay alguien más que sea como yo?

—No, en toda esta tierra solo hay una persona mas que es como tu que yo sepa, y ese es el rey, por eso quiero llevarte a verlo.

—¿Como puede haber solo una persona mas como yo, y que sea el rey?

—No lo se, pero aquí solo hemos venido a saludar, comeremos y seguiremos nuestro camino hacia el palacio.

Nos sentamos los tres a comer cuando llegamos a las mesas. Cuando la gente pasaba a nuestro lado, la mayoría saludaba a Will, a lo visto allí se conocían todos porque a mi siempre me echaban raras miradas.

Luego de terminar de comer Will se despidió de Grover y los dos volvimos a recorrer el sendero que se suponía que en menos de un día nos llevaría hasta el palacio, que ya tenía ganas de ver.

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Grover en multimedia

Un Mundo Mágico (Pausada)Where stories live. Discover now