Estaba toda la familia reunida en Carapachay, Argentina acaba de perder la copa contra Chile una vez más pero nosotros estamos felices de que Erik esté aquí, aunque sea por poco tiempo.
Yo no lo extrañaré demasiado luego porque trabajaré muy cerca de él, en Londres. Terminé mi carrera y en una semana debo tomar un vuelo para ejercer de documentalista en el Museo Británico, debo admitir que me entusiasma mucho la idea de tenerlo cerca pero a la vez me desanima saber que si nuestras familias se enteraran de lo sucedido, no querrían volver a saber de nosotros.
El abuelo de Erik se casó con mi abuela, ambos tenían hijos de matrimonios anteriores y nuestros padres vivieron la adolescencia juntos, como hermanos, por lo que somos algo así como primos pero no tenemos lazos sanguíneos que nos unan. Pensar en eso era lo único que mantenía nuestras conciencias en paz hace unos años.
-Bueno, Erik, dinos, ¿hay alguna chica especial-preguntó mi padre con una sonrisa pícara.
-Sí, la hay. Pero es la misma de siempre, sólo que esta vez quiero que se vaya conmigo a Inglaterra-tosí ante sus palabras. Yo soy esa de siempre, cuando pasó todo me dijo que era yo y, joder, creí que tenía una novia o algo así. ¿Me sigue queriendo? ¿Quiere que me vaya con él a Inglaterra? Digo, me iré con o sin él pero allá todo puede ser diferente.
-Vaya, es algo grande, ¿no crees?-preguntó mi tía, su madre. Él asintió.
-Sí, pero lo que siento por ella también es muy grande así que valdrá la pena aunque sea intentar. Ya cometí el error de no intentar más de la cuenta y ahora no quiero equivocarme.
-Bueno, sabes que cuentas con nuestro apoyo-dijo nuestro tío.
-Y deseamos conocer a quien te tiene tan enamorado-creo que me puse roja por las palabras de mi otra tía.
-Todo depende de lo que ella diga-sonrió Erik y tomó otro sorbo de su bebida.
-¿Tan callada, Agus?-dijo mi mamá.
-Sólo pensaba en todo y en que Erik está tan maduro-sonreí ligeramente y todos asintieron con sonrisas tiernas-. Permiso, voy al baño.
Subí las escaleras y fui directo al baño, no quería descargar mis desechos pero necesito pensar a solas un momento. ¿Erik hablaba en serio? No puedo creer que esté dispuesto a que volvamos a lo de antes y ahora vivir juntos a tantos kilómetros de nuestro hogar.
Cuando yo tenía dieciocho y Erik diecinueve, tuvimos algo. Nunca llegamos a ser novios pero nuestra relación era lo mismo sin la terminología. Estábamos realmente enamorados, estuvimos juntos casi dos años y fue el mejor tiempo de mi vida. Lo pasábamos bien, salíamos, reíamos, nos amábamos. Siempre fuimos amigos cercanos, y al ser "primos" éramos aun más cercanos, pero ser mejores amigos en una relación supongo que nos pasó la cuenta. No supimos llevarlo bien y cuando Erik fichó por el River, quería apoyarlo pero me sentía doblemente abandonada, como si lo que tuvimos nunca valió lo suficiente. Vale, yo estaba estudiando y tampoco es que me hubiera ido con él, pero ni siquiera me contó, me enteré por su madre y por la televisión. Y tampoco es que fuera a estar tan lejos de mí, pero sí que se mudaría a más de una hora de distancia, eso era demasiado para mí. Al tener una relación secreta nadie se enteró que me rompió el corazón y que yo se lo rompí a él. Fuimos tontos y luego nos perdonamos, obvio, pero ninguno sugirió volver a intentar algo. Y tampoco es que quisiéramos una relación a distancia así que era mejor saber que nos queremos pero no estar juntos. Supongo que ahora todo es diferente.
Me mojé la cara y la sequé con toallas de papel, luego salí del baño pero un cuerpo me hizo volver a entrar y cerró la puerta tras él. Obviamente fue Erik.

ESTÁS LEYENDO
Mini-historias de futbolistas.
FanfictionSólo son fanfics cortos con futbolistas. ¡Que lo disfruten!