Mini-historias de futbolistas.

Mi amor. [Rafinha Alcántara]

-Hola, preciosa-saludó Neymar cuando me vio entrar a la cancha, él estaba cerca así que fue el primero en saludarme.

-Hola, Ney. ¿Cómo estás?-pregunté cortés. No tengo intención de ser mala pero tampoco somos demasiado cercanos.

-Bien ahora que llegaste-es imposible ser más cutre-. ¿Cómo estás tú, mi española favorita?-solté una carcajada.

-Bien también, gracias. ¿Mi papá está aquí?-me apresuré a preguntar, queriendo alejarme de él cuanto antes. Y quizás ver a Rafa.

-Claro, ven-pasó su brazo por mis hombros y me llevó casi a rastras hasta un rondo, donde estaba Rafinha y mi padre supervisándolos. Ambos nos miraron cuando llegamos, también nos miró casi todos los que estaban en el rondo.

-Hola, papá, mamá dice si me puedes llevar a casa-dije con una sonrisa inocente.

-Claro, pero tendrás que esperarme hasta eso de las nueve, ¿qué le pasó a tu carro?

-No sabía que saldría tan tarde de la universidad y me fui caminando. Luego me dio pereza caminar hasta casa, llamé a mamá y dijo que viniera aquí porque estaba más cerca-papá asintió con una sonrisa.

-Claro. Ve a las bancas, y tú Neymar, suelta a mi hija-¡al fin! El brasileño sacó su brazo de mis hombros y al mirar hacia adelante noté la mirada molesta de Rafa sobre nosotros, sólo pude bajar la mirada.

-Te quiero, pa-besé su mejilla y corrí a la banca.

-Hola-levanté la mirada de mi celular y sonreí al ver a Rafinha a mi lado, estaba sonriendo pero la sonrisa no llegaba a sus ojos.

-Hola-besé su mejilla rápidamente.

-¿Quieres que te lleve? Tu casa me queda de camino-asentí sonriente. Es tan lindo.

-Claro, ¿te espero aquí? Sólo debo avisarle a mi papá-asintió y corrió al vestuario. Me acerqué a papá.

-Bien, cariño, debo ver unas cosas para los partidos con la directiva y todo eso así que tardaré un poco, ¿vale? Puedes esperarme en el casino-negué rápidamente.

-Rafa se ofreció a llevarme, me iré con él, ¿sí?-hice un puchero y papá suspiró.

-¿Pasa algo entre ustedes dos?-creo que me ruboricé bastante.

-No, papá-dije incómoda y papá rió.

-Diré que te creo, al menos es un buen chico. Cuídate, nos vemos en la casa-besó mi frente y salió de la cancha sin dejarme hablar más. Joder, no puedo ocultar que me gusta.

-Hey, Dani, ¿quieres que te lleve? Así no esperas a tu papá hasta tarde-era Neymar a mi lado, ugh, ¿no planea dejarme sola?

-No, gracias. Me llevará Rafinha-sonreí cortés.

-¿Tienen algo?-dijo con el ceño fruncido.

-No, ¿por qué todos preguntan eso?

-Por como se miran, no me miras a mí así-sentí cómo volví a sonrojarme.

-Pues...-no sabía qué responder. Rafa me gusta, por eso lo miro así, Neymar no me gusta.

-Supongo que no te gusto-miré el césped bajo mis pies y negué-. Nunca me habían rechazado, esto es nuevo.