Mini-historias de futbolistas.

Sólo amigos. [Marco Reus]

-¿Realmente son sólo amigos?-preguntó Sven mirándome sorprendido.

-Sí, lo somos-sonreí al pensar en Marco. Somos amigos, pero con algo más por ahí.

-Entonces... ¿puedo acercarme a ti?-una sonrisa coqueta se posó en su rostro.

-Eso depende-respondí algo incómoda pero sonriendo.

-¿De qué?-se acercó un poco a mí y, al tener la pared detrás, no me podía alejar.

-De cuales son tus intenciones al acercarte-dije directa.

-Pues... no lo sé, quizás conocerte un poco más sin Marco cerca-reí nerviosamente, por la cara del chico sabía que estaba coqueteando, pero puede que sólo sean ilusiones mías por lo que no puedo decirle "no me coquetees" o algo.

-Vale, no creo que necesites estar tan cerca sólo para conocerme-puse mi mano en su abdomen y lo alejé un poco, pero volvió a acercarse.

-Lo admito, quizás conocerte un poco más de lo común, ya sabes-me guiñó un ojo y reí algo desesperada. Es lo que hago cuando me pongo nerviosa.

-¿Estás coqueteando conmigo, Sven Bender?-dije con la intención de sonar divertida, esperando que él también fuera divertido y bromeara diciendo que sí.

-Sí, estoy coqueteando contigo, Phoebe Volks-él no bromeaba. Oh, cielos, ¿por qué no podía ser Marco así de directo?

-Lo siento mucho, Bender, no estoy interesada-hice una mueca e intenté irme, pero él tomó mi brazo.

-¿Ni siquiera me darás una oportunidad de interesarte?-negué rápidamente.

-No, demasiado tarde. Debo irme, nos vemos-él asintió y sonrió. Sabía que no le hacía daño, este chico sólo quiere ligar, no estoy hiriendo sus sentimientos.

-Nos vemos-dijo y me fui a buscar a Marco. Él me trajo así que él deberá llevarme a casa también.

¿Por qué coquetea con él? ¿No se supone que nosotros teníamos algo? Creí que sentía por mí algo más que cariño de amigos pero por sus risas coquetas me imagino que no. Vaya, están muy cerca y lo único que puedo hacer es apretar mis músculos. Vale, exageras, Marco, ustedes no tienen nada, ella puede coquetear con él si quiere.

Y yo puedo pagarle con la misma moneda.

-Hola. Eres Marco Reus, ¿verdad?-una bonita rubia se puso a mi lado. A juzgar por su sonrisa, devolverle la jugada a Phoebe será más fácil de lo que creí.

-Ningún otro. ¿Tú eres...?-sonreí de la forma más coqueta que pude.

-Me llamo Clarissa, pero claramente puedes llamarme Clary-asentí.

-Clary, me gusta-la verdad me daba igual, pero la risa tonta de la chica era lo que buscaba.

-Creo que Marco suena muy sexy-la rubia se apegó un poco más a mí y comencé a incomodarme. No me gusta que invadan mi espacio personal en este plan de seducción.

-Anda, gracias-bebí de mi trago.

-¿Qué se siente defender el escudo nacional?-preguntó la chica.

-Es lo mejor del mundo. No he tenido la oportunidad de ir a las grandes competencias pero incluso un amistoso vale cuando usas los colores de tu país-sonreí orgulloso-. ¿A qué te dedicas tu?

-Acabo de terminar la carrera de relaciones públicas en la Universidad Técnica de Dortmund pero prefiero el modelaje-cómo no.

-Eso es genial-no sabía qué más decir.