Capítulo 1

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    La temperatura, que había alcanzado los 21ºC durante el día, se encontraba entonces por debajo de los 10ºC. Esos cambios, sin embargo, no eran extraños en la ciudad de Londres; y menos, en aquella época del año. Al frío se le unía además la alta humedad, que calaba a través de la ropa. Estremeciéndose, Harry metió las manos en los bolsillos y siguió a sus amigos a la discoteca, rezando por llegar lo antes posible y resguardarse allí del frío.

    El local se encontraba al final de la calle e iluminaba los alrededores con infinidad de parpadeantes bombillas multicolores. Niall y Liam entraron antes que él, cogidos de la mano y Harry los siguió. La temperatura aumentó en cuanto entraron en el edificio. A pesar del frío del exterior, la multitud que se encontraba en el interior del local bastaba para caldear el ambiente.

    Por un momento, Niall consiguió apartar la atención de su novio y se volvió hacia Harry:

    -Anima esa cara Hazza. Verás como hoy conoces a alguien.

    Harry sonrió, más para contentar a su amigo que porque le apeteciera hacerlo. Hacía dos semanas que había roto con su ex, Luke. Durante casi dos meses, Harry había mantenido su relación en secreto por petición del muchacho pero, finalmente, los habían descubierto un día besándose en el baño. Para evitar que los rumores se centraran en él, Luke había extendido el rumor de que  Harry le había acosado.

    Por supuesto, todo el instituto le había creído, para algo era el líder de los chicos y el sueño de las chicas; y habían terminado por marginar a Harry. Sin embargo, sus tres amigos, Zayn, Niall y Liam; no le habían dejado solo y Harry sabía que no habría podido superarlo sin ellos.

    -Seguro que sí -respondió al final.

    Niall se volvió sonriente, creyendo sinceramente en lo que le había dicho, con la fe que sólo tienen los inocentes.

    -Me encanta cuando sonríes así Ni-dijo Liam, acercando al rubio para darle un beso.

    Harry puso los ojos en blanco y los paseó por el lugar, sin mucho interés. De pronto se topó con unos ojos azules, profundos e intensos, que captaron su mirada sin remedio.

     El propietario de aquel par de zafiros era un muchacho alto, unos centímetros mayor que Harry, de pelo castaño con un suave tono rojizo, piel clara y vestido completamente de negro; tanto los pantalones como las botas y la camiseta, de manga corta, que dejaba ver unos brazos musculosos, aunque no en exceso. Estaba apoyado en la pared, a unos diez metros de Harry, en apariencia ajeno a lo que sucedía a su alrededor, y con los ojos fijos en él.

    Un escalofrío recorrió la espalda del rizado, tal vez como respuesta a la postura felina que mantenía el ojiazul, como una pantera a punto de abalanzarse sobre su presa o tal vez por algo más tenue, invisible y prácticamente indetectable, como un halo de peligro que procedía del muchacho de negro y le ponía la piel de gallina.

    Sin embargo, a pesar de que su cuerpo le decía, sin ninguna razón lógica, que se alejara de aquel chico; Harry no podía despegar su mirada de él.

    -…Harry…Harry… ¿estás ahí?-oyó decir a Niall a su lado.

    -Sí, perdón –respondió el rizado mientras se volvía hacia su amigo- Es sólo que me pareció reconocer a alguien.

    -Liam y yo vamos a por algo de beber, por si querías algo-explicó Niall.

    -Sí, sí tráeme lo que vayas a tomar tú – respondió Harry distraído.

    Nada más girarse el rubio, el ojiverde devolvió su atención al muchacho de negro pero no lo encontró apoyado contra la pared. Buscó con ansiedad entre la multitud pero el castaño parecía haberse evaporado.

                                         . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Harry iba ya por su cuarta copa y le empezaba a resultar difícil concentrarse y mantenerse en pie con normalidad. Aunque, pensándolo bien, no tenía nada mejor que hacer que beber hasta que Niall y Liam decidieran irse de allí. Vio al rubio acercarse a él de reojo, dejando a Liam solo en la pista de baile.

    -Harry aquél de allí te está mirando-le dijo, señalando a un punto entre la multitud.

    El ojiverde se volvió, despierto de pronto, como si el alcohol que recorría su cuerpo hubiera desaparecido por un segundo; pero el chico que señalaba Niall no era el muchacho de antes. Éste era algo más bajo pero bastante más musculoso, de espaldas anchas, con el pelo rubio oscuro muy corto y una camiseta blanca muy apretada para que se le pegara a los músculos.

    En circunstancias normales, Harry no se habría acercado a semejante niñato pero estaba borracho y el alcohol decidió mover sus pies hacia él. Los seis metros que los separaban pronto desaparecieron y Harry se encontró pronto frente a aquel chico.

    -Eres muy guapo, ¿lo sabes? -le dijo al oído- Por cierto, me llamo John.

    -Yo…yo Harry –respondió éste tratando de componer una sonrisa.

    -Hmm tío parece que no te has controlado bien con la bebida, ¿no crees? –señaló el rubio, con una mueca lasciva en el rostro- Pero no te preocupes, me gusta.

    Harry no respondió, sólo dejó que John le agarrara de la mano y lo condujera fuera del local. Salieron por una puerta trasera que llevaba a un oscuro callejón solitario. El suelo estaba lleno de charcos de lo que, difícilmente, podría llamarse agua y decorado también por algunas latas y cristales de botellines rotos.

    John no se hizo de rogar y comenzó a manosear a Harry, que se dejó hacer sin oponer resistencia. Las manos del mayor buscaron la piel bajo la camisa y su boca presionó con fuerza la de Harry quien, consciente por primera vez de la situación, trató de alejar a John de él. Pero el otro no lo consintió.

    Demostrando su fuerza, sujetó al ojiverde por las muñecas y lo aprisionó contra la pared. Comenzó a besar su cuello, enviando oleadas de repulsión por el cuerpo de Harry, que sintió su piel húmeda por las babas de su acosador. Harry gritó y John liberó una de las muñecas, sólo para asestarle al rizado después un puñetazo en el estómago que vació el aire de sus pulmones.

     Harry se dobló en dos por el dolor pero John levantó su cara y le volvió a besar. La lengua del mayor exploró con violencia la boca del más joven, que estaba demasiado dolorido para rebelarse. John separó sus labios y Harry apoyó la cabeza contra el muro, rezando para que todo acabara deprisa. Distinguió entonces una silueta oscura al principio del callejón.

    Allí estaba el muchacho de negro.

Magic (Larry Stylinson) {TERMINADA}Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ