Capítulo 6

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El vaso de cristal se deslizó entre mis dedos hasta impactar contra el suelo y estallar en pedazos. La señora o brien se acercó a nosotras con preocupación.

— ¿te sientes bien Zoe?—preguntó con sus ojos verdes fijos en mi.

—no es nada, solo me consternó la noticia—tartamudee' intentando tomar algunos cristales , sin embargo , mi torpeza  ocasiono que uno de estos hiciera un delgado corte en la palma de mi mano.

La madre de Willow me detuvo con preocupación.

— descuida, yo lo arreglo— .tomó los restos del cristal y se marchó a desecharlos.

Cuando la señora ya se encontraba suficientemente lejos para no escuchar Quinn se acercó a mi  — ¿ que tienes?—preguntó en un susurro.

suspire con pesadez cuestionándome si debía contarles lo  sucedido.

 —es el incendio. Todo esto me pone muy nerviosa, ya saben que para este pueblo cualquier vela que aparezca encendida es culpa de mi hermana.

Ambas suspiraron consientes de que era cierto—pero Nia es una niña,además su condición siempre ha estado controlada, su condición no le impide vivir una vida normal—me alentó Willow.

Negué con una sonrisa de amargura.

—a ellos no les importa si es realmente culpable o inocente, mientras tengan a alguien a quien apuntar con el dedo estarán felices.

—tranquila, cuando encuentren al culpable se calmaran y si no lo hacen... Los golpeare' hasta que lo hagan----postuló Quinn levantando su pequeño puño con una sonrisa malévola provocando que todas estalláramos de la risa.

Después de despedirme de Willow y tras acompañar a Quinn a su casa, decidí dar una vuelta por el pueblo para recolectar información.

Los pintorescos establecimientos le daban vida a las amplias calles del pueblo. Yo caminaba sin rumbo en busca de alguna pista que me sacara de mis dudas.

Mientras pasaba por la tienda del papá de Tyler, en donde vendían artículos de autos y herramientas, me detuve al escuchar la risa de un vagabundo ciego con leves problemas mentales apodado el loco Dave, de quien mamá había hecho un reportaje. Éste solía sentarse en el suelo frente a la florería a  ,según el, a sentir el atardecer.

Sonreí acercándome a el—¿que es tan gracioso Dave? —pregunté .

—tic tic tac—respondió golpeando con su dedo índice contra su delgada muñeca.

---¿tic tic tac?---pregunté buscándole sentido al chiste.

---tic tic tac---volvió a repetir.

Lancé una carcajada al comprender que no tenia sentido buscarle coherencia al chiste de una persona como el loco Dave.

—adios Dave—me despedí siguiendo mi camino.

—recuerdalo Zoe, el reloj hace tic tic tac—murmuró sin humor girando su rostro en mi dirección como si fuese capaz de verme.

Me sentí extrañada por su consejo mientras me acercaba a la florería de Sue, una ancianita de baja estatura,algo chismosa, pero amistosa a quien a veces ayudaba con las pesadas cajas que llegaban a su tienda los domingos.

Al verme está dio un pequeño salto de alegría—Zoe cariño, pensé que ya no ibas a llegar.

Hice una mueca en forma de disculpa entrando a la floreria.

  —lo siento, hoy visité a Willow, supongo que ya sabes lo que pasó—comenté tomando las cajas para luego subirlas en los estantes que les correspondía.

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