capitulo 11

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El nudo en mi garganta se intensificaba mientras la desesperación me carcomía por dentro.

 — responde por favor— susurré al celular en mis temblantes manos.

  Abrí mis ojos con sorpresa al escuchar la voz de Nia.

 — Zoe debes venir ahora— ordenó con seriedad  .

Miles de preguntas se formularon en mi mente pero me era imposible articular las palabras con claridad.

—¿donde... donde estas?—tartamudee con torpeza aumentando la velocidad de mis pasos sin saber con certeza a donde debía ir.

  —  A casa ve a ca...  — la linea se cortó y mi respiración se detuvo.

  —! Nia ! —  grité desconcertada.

  — Nia responde  — rogué perdiendo la voz.

las personas a mi alrededor me observaban como si hubiese enloquecido pero era lo de menos en ese momento , deposité el celular en mi bolsillo antes de correr como si mi vida dependiera de eso.

Mis pensamientos me atormentaban arrojándome imágenes de lo que podría estar sucediendo , ser piromano puede traer muchos riesgos para el individuo ,pues éste necesita del fuego para calmar su ansiedad y mi mayor miedo era que Nia se hiciera daño en el proceso, a veces tenia pesadillas en las cuales ella jugaba con un encendedor y este caía de sus manos provocando que todo ardiera en llamas y yo no podía hacer nada para salvarla.

Mis piernas flaqueaban pero yo no paré hasta llegar a mi objetivo.

El exterior de la casa lucía completamente normal lo que eliminaba la opción de fuego, me acerque con lentitud y pude ver que mi camioneta se encontraba estacionada ahí , intente abrir la puerta de la casa pero ésta estaba cerrada así que opté por tomar la llave de repuesto bajo la meseta .

Al entrar todo aparentaba estar bien y en su lugar , sin embargo, unos ruidos extraños llamaron mi atención de inmediato pensé en la rosa y el intruso. no le di mas vueltas  y camine directo al causante de aquellos ruidos.

Era la habitación de Abby , dudé un poco mientras sostenía el picaporte de su puerta pero al escuchar un grito ahogado al otro lado cambié de opinión y sin mas preámbulos entré en dicha habitación.

Tragué en seco con los ojos fuera de órbita por la sorpresa.

La cabellera negra caía desparramada por la espalda descubierta de Abby quien estaba arriba de algún hombre cubierto por las sabanas blancas de su cama.

Cerré los ojos con fuerza mientras retrocedía invadida por la vergüenza .

Me alejé de aquella bochornosa escena entrando a mi habitación .

— ¿ que rayos fue eso?  — me cuestioné  sosteniendo mi cabeza entre mis pálidas manos.

A pesar de su apariencia juvenil Abby ya tenia veintinueve  años y debido a su personalidad provocativa  no era un secreto que esta había perdido su virginidad varios años atrás, sin embargo, el hecho de que estuviera haciendo eso en mi casa provocó cierto grado de incomodidad en mi.

Tras unos largos minutos en los cuales estuve pensando en la llamada de Nia unos toques en mi puerta se hicieron presentes, no tenia ganas de abrir pues sabia quien se encontraba al otro lado pero debía actuar con madurez y afrontar la situación.

Al abrir la puerta me encontré con  Abby con el rostro sonrojado en su totalidad .

—¿podemos hablar Zoe? — tartamudeó cabizbaja. 

Las Mentiras De Nia Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt