ANGEL SUICIDA

CAPITULO 41

Llegue a mí casa cerca de la 1 de la mañana. Me encerré en mi cuarto antes de que mi mamá o peor, Ricardo se dieran cuenta. Encendí la luz y me mire al espejo. Mis ojos brillaban, tenía una sonrisa de idiota que no podía borrar. Mi celular empezó a sonar.

-Hola.

-¿Despierta a esta hora hermanita?

-sonreí-. Scott... es que...

-¿Qué?

-Acabo de llegar.

-No me digas que volviste con Alonso.

-... No, Alonso tuvo un accidente.

-¿Qué? Él...

-No, perdió la memoria, no me recuerda.

-Entonces ¿Dónde andabas?

-Con-saque mi pijama del closet-... Bryan, estoy saliendo con él.

-¿Qué pasa contigo? Salías con Alonso, después saliste con Freddy y ahora Bryan ¿Es en serio? solo te digo que no estés llorando cuando los rumores de que eres una puta empiecen a surgir.

-Scott.

-Te lo digo en buena onda, no juegues con ellos.

-No estoy jugando con ninguno, solo estoy tratando de seguir mi vida como...

-Alonso está mal, perdió la memoria y tu salida es ir corriendo a los brazos de Bryan.

-¿Y que debo hacer? ¿Rogarle? Me trata de la mierda, Scott.

-¿Lo amas?

Silencio incomodo. ¿Por qué siempre pasa esto cuando te preguntan eso? ¿Lo amas? Mierda ya no lo sé.

-Me acosté con Bryan-escuche decepción en su suspiro-, eso es un no. Buenas noches, Scott.

Colgué y me metí a bañar para luego dormir.

***

-Te veo luego mi amor.

-Sí, está bien.

Lo bese y me retire. Camine hasta la parada del bus. Alonso ni a llevarme a mí casa se digno a hacer.

-Te estás tardando demasiado.

-Me asustaste idiota.

-¿Cómo vas?

-Pues ahí la llevo. Creo que se dará cuenta de que le estoy mintiendo.

-Más te vale que no sea así. Debe seguir así hasta que Zoe se olvida de él.

-Ya lo sé, no necesitas recordármelo, no soy tonta.

-Lo eres. Le recordaste a Zoe, ahora seguramente tiene esa duda. Recuerda que ellos nunca fueron nada.

-Sí, ya lo sé, solo que... me molesto que me tratara así.

-Me vale mierda como te trate, apégate a tu trabajo, Liliana.

-Está bien.