Abrí la puerta, todas las luces estaban apagadas, todo estaba oscuro. Apenas encendí la luz la vi en el suelo. Ella llevaba un bolso.
Me agaché, la tomé entre mis brazos, y vi una herida en su cabeza, quizás se había golpeado... Le quité el bolso, la llevé a mi cama y fui por el botiquín.
Limpié la sangre, la bendé, y la cubrí. Hice algo de comer, comí y le di de comer a Zukie, y llamé a mamá.
–¿Claire está bien?
Preguntó enseguida.
–Claire se desmayó y se golpeó en la cabeza...
–¿La llevaste al hospital?
–No, dudo que haya sido grave.
–Pónle hielo en la cabeza.
Lo hice.
–Suenas complicado...
–No sé qué hacer mamá... no sé como controlar esto...
–Lo estás haciendo bien, hijo... ella está feliz...
–Ella piensa que estoy enamorado de ella...
–¿Y no es así?
–No me puedo dar el gusto de amar a alguien... –dije.
–¿Y qué pasa si es así?
–Ella se irá de aquí... no quiero que se vaya por una mentira de ese tarado.
–¿De qué tarado estamos hablando?
–De Andy Grunnewalt... un amigo de Claire que (...)
–Es abogado... –dijo.
–¿Cómo lo sabes?
–Lo sacaron del caso de la mujer que maltrataba a su familia por un colapso emocional, ¿Qué no ves noticias?
–¿Cuándo fue?
–Ayer... llegó alcoholizado a su corte, y fue sacado del caso más relevante del momento.
–Claire es su razón de vida... –dije– y ella le dijo cosas bastante tristes a aquel chico... prácticamente lo despachó de su vida...
–Eso es bastante malo... ¿Y ahora él le dice cosas a Claire?
–Él quiere hacer que ella me odie...
–Habla con ella... iré mañana por un rato a verla...
Fui a verla, ella se estaba levantando...
–¿Qué haces?
Me acerqué a ella, ella se acercó a mí... se afirmó en mí.
La afirmé.
–No me siento bien...
La tomé, la acosté de nuevo en la cama y le dije:
–¿Qué sientes?
–Estoy... mareada... –dijo– no veo bien...
Claire iba a comenzar a llorar, estaba asustada.
–Calma, Claire... necesito que estés calmada.
Cerró sus ojos, y yo preparé todo para ir al hospital.
Llamé a Danny...
–¿Qué hay, chico?
–Debo llevar a Claire al hospital... tuvo una caída, se golpeó en la cabeza...
–¿Cómo cayó?
