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Entonces me quedé frente a ella.

–a veces me gustaría ser una chica normal, ya sabes, de esas que trabajan, tienen lindos zapatos y cabello lindo, de esas que tienen amigas que hasta parece una relación homosexual, con un lindo novio, que disfrutan cada día aunque sea pésimo... que son libres del tiempo... pero, luego recuerdo que... tengo una linda vida ahora, contigo como la persona más especial, y aunque jamás haya tenido algo normal, no puedo pedir algo mejor...

–¿Te sientes sola? –le pregunté.

Ella me miró como si la hubiera sorprendido.

–Por supuesto... como tú... con la diferencia de que nadie ha tenido el valor suficiente de convencerme de vivir todo como alguien normal lo haría...

–Puedo apostar a que hay alguien...

Entonces, me acerqué más a ella.

–Partamos con lo más simple, para que no decir "yo nunca nunca he..." –dijo enseguida– ¿Qué es lo que una chica hace normalmente?

–No sé, ¿tener un amor platónico?

–Eso es algo... de una quinceañera...

–Vamos, mi amor platónico es Zukie... –dije– ¿Y el tuyo?

–Antes era Harry... ahora, no sé... Si todo sale bien en el proyecto, me gustaría formar una familia, casarme con un tipo como tú, no lo sé...

–¿Un tipo como yo? –reí incrédulo.

–Vamos, mírate...

–¿Entonces soy tu amor platónico?

–Tú y tus ocurrencias... –rió.

–Sigamos, ¿Qué seguiría? Un chico de la vida mortal... –dije.

–¿Quieres que salga a buscar un novio?

Asentí.

–O morirás sola.

–Saltémonos ese paso... –dijo– no es necesario experimentar esas cosas necesariamente con un novio.

–Entonces, una mejor amiga...

–Tengo buenas amigas, con tu hermana, tu mamá, Gio, Georgia e Izzy...

–Bien... ¿Qué tal un beso?

–Qué vergonzoso... ¿Cómo besar a los veinti-siempre años por primera vez? Como aquella película, jamás besada, es vergonzoso y prefiero (...)

La besé fugazmente.

–Listo, ¿Qué sigue? –le pregunté– una cita... vamos por ese tal Sullivan...

Ella me miraba sorprendida, colorada y acelerada.

–¿Qué?

–Pensé que el primer beso a esta edad era algo más dulce...

Entonces, la tomé entre mis brazos y le di un beso mejor... lleno de amor vacío... luego ella comenzó a besarme, para ser el primero, ella estaba bien...

Cruzó sus brazos por mi espalda y me abrazó.

–¿Por qué?

–Porque era vergonzoso... –le dije– además aprendiste rápido...

–Sigue...

–Siguen las citas, el sexo espontáneo, el trabajo, y (...)

Ella me besó otra vez.

Le sonreí.

–¿Te gustó, eh?

Volvimos mojados a la cabaña, ella fue a la ducha, mientras yo iba por el almuerzo... cuando volví, me encontré con ella en ropa interior, se estaba vistiendo.

ClaireWhere stories live. Discover now