Verla en traje de baño, rojo por lo demás, me causó cosas extrañas como siempre... terminé llevándola a la cama... fue facilísimo quitarlo, era sólo desatar nudos... entonces comenzamos, con cuerpos mojados y por suerte no el cabello... me quité las bermudas, y comencé rápido y brusco... como a mí me gustaba... ella gemía... me tenía ciego... entonces, puse sus piernas sobre mis hombros un rato, y luego quise intentar algo que nunca había experimentado con ella, quizás me sentía raro al respecto, pero ahora estaba extasiado... me detuve, la puse boca abajo, y ella se apoyó en sus rodillas y manos... yo me puse atrás de ella... entonces, comencé a recorrer su espalda con mis labios, hasta que llegué al cuello de Claire... ella dió el gemido más sexy del mundo, sentí cómo se contraía... solté un gemido de placer... y comencé a acelerar más, brusco y todo... y ella gemía también... hasta que terminé... volví a besar su cuello...
Ella se deslizó hasta la orilla, conmigo y todo atrás de ella. Sus pies tocaron el suelo, y se quedó apoyada en la cama... Cerró los ojos, y luego fui al baño... me senté en el inodoro sin hacer nada, de tan sólo pensar en Claire, se me ponían los pelos de punta... Descansé unos minutos, y luego fui por el segundo round. Claire seguía en la misma posición... y yo me coloqué atrás de ella otra vez...
Sentía algo indescriptible, era como un orgasmo emocional.
Claire estaba resbalosa...
Besé su cuello dos veces más, era fácil hacer que Claire llegara a la gloria... entonces, volví a acabar... Fui al baño, y cuando volví, ella estaba dormida en la misma posición... la deslicé hacia arriba y luego la cubrí.
Yo salí al balcón, en bata... y llamé a Tom...
–¿Qué hay?
–Estoy comprometido...
–Vaya... qué grande estás Dougie...
–Me rechazó desde el principio... –le dije– pero luego accedió condicionalmente.
–Por lo menos accedió... –dijo– ¿Cómo está ella?
–Dormida. –dije– como siempre...
–Bien... debo dejarte, Gio me llama...
Claire seguía dormida... yo fui a ver televisión. ¿Quién salía en la tele? Nosotros dos.
Sonreí.
Según ellos, nuestros teléfonos sonaron durante toda la tarde, y decidí llamar.
–¡Tenemos una llamada! –dijo uno de los animadores.
–Nada más y nada menos, que Dougie de McFly.
–¿Hola? –dijeron.
–Hola, –les dije– ¿Qué es lo que se supone que ahora hablan de mí?
–Fuiste fotografiado con Claire Fisher...
–Ah... eso... fue a propósito si es que se lo preguntan... –sonreí.
–¿A Propósito? –preguntaron.
–Sí... lo hice como un anuncio. –dije– Lo que tengo con Claire desde ahora es oficial, ahora iré sin rodeos al respecto... creo que es todo lo que deben saber por el momento, sólo les pediré a todos los medios, que no molesten a Claire... háganlo por respeto a lo privado...
Corté, y ví como transmitían mi llamada.
–¡Ahí lo tienen! –dijo la chica– ¡Confirmado!
Todas las luces estaban apagadas... yo fui a ver a Claire. Ella seguía dormida como una piedra. Ella tenía el anillo en su dedo... había que organizar algo muy privado, de hecho, nadie debía saberlo excepto quienes ya sabían lo del compromiso.
