Prólogo: Gangster de Barrio (Crooked)

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Aquel gorila me concedió el golpe de gracia con el ceño fruncido. Era el último de la noche, o eso creía. Tumbado en el suelo y sujetándome el estómago, reí al ver sus fosas nasales dilatadas en consonancia con las venas hinchadas de su cuello. No obstante, aquella sonrisa torcida y ensangrentada tan sólo era una manera más de exaltar la cólera de ese primate.

-¿De qué coño vas, chaval? – gruñó mientras me golpeaba con la punta del zapato – ¡Lárgate antes de que te reviente las costillas!

Me puse en pie a duras penas y me alejé tambaleante de la entrada de la discoteca, más por el alcohol que por la paliza. Sin girarme, hice un corte de manga a mi espalda cuando me gritaron que no volviera. El tacto gélido de la brisa nocturna hizo que los cortes de mis brazos empezaran a escocer. Aquel cabrón se había cargado mi botella.

Mientras sopesaba la idea de dar media vuelta e invitarlo a cumplir su amenaza, escuché la voz de una muchacha al otro lado de la calle.

Tenía el pelo corto, podrías haber sido tú. Iba agarrada del brazo de un pelele de esos que visten polos de marca y pantalones de pijo. Ni de coña podría haber sido yo.

El delirio de la ira ascendió desde mis entrañas para desembocar en una llamarada de rabia incongruente que se manifestó en una sarta de insultos hacia ese idiota petulante. Lo empujé contra la pared,alejándolo de la joven, mientras ella rogaba que parara. Desde luego, no eras tú. Tú nunca rogarías. Me alejé pues de aquel gallito que inflaba el pecho con aire bravucón, no sin llevarme un par de empujones.

-¿Crees que eso es hacer daño? ¡No tienes ni puta idea! – le dije,escupiendo las palabras. Pero mis ojos seguían posados en la chica.


Una noche más soñé con el drama barato que fue nuestra vida. Una película de bajo presupuesto en la que la protagonista solventaba su interpretación mediocre con una cara bonita. Esa máscara perfecta que me impedía ver cuánto habías cambiado, aún cuando juraste que no lo harías. Aunque tus ojos declararon una y mil veces que ibas a marcharte, tú siempre decías lo contrario. Y yo te creí con la felicidad con la que sólo confían los imbéciles. Ahora me siento como aquella isla fantasma de las leyendas que va errando solitaria y perdida por los paranoicos y tormentosos mares del calvario.


Pero no te atribuyas el mérito de haberme dejado solo, porque ya lo estaba.


Si me vieras ahora, mi apariencia de gángster de barrio te haría temblar. Qué irónico, ¿de verdad vas a tener miedo del monstruo que tú misma has creado? Lo tendrías aunque te enseñara ese dedo meñique en el que sellabas todas tus mentiras, aunque te dijera que sólo es una fachada para ocultar mi dolor. Por no escupirte a ti,escupiré al cielo, aunque así me vuelva a caer encima la mierda que llevo dentro.

Me recrearé en tu miedo, agrediendo tu ego con miradas ásperas y palabras crudas que no revelen mi corazón roto. Así nunca descubrirás que soy yo el que está asustado, el que quiere volver aun lugar que ya no existe para amar a alguien que ya no está.

¿Qué más se puede hacer cuando no hay vuelta atrás?

Encerrado en el baño lloro mientras hablo con la sombra de tu recuerdo.¿Vendrías a consolarme esta noche si te lo pido? Al fin y al cabo,hoy es un día especial. Es el día en el que te echo de menos, el día en el que mi alma impertinente se corromperá por completo.


Hoy voy a ser un insolente.

Cuando el universo cantaba para mí (Kpop inspired)Where stories live. Discover now