Y que cambie el aire que respiro

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 ¿Qué es lo que ocurre cuando algo se rompe? La mayoría de la gente te dará dos opciones: puedes tirarlo a la basura o intentar arreglarlo. A mí se me ocurría una tercera opción, poco práctica y algo absurda, pero tan útil como un libro de historia. Y es que guardar los pedazos rotos en una caja que los aislara del mundo podía parecer un completo sinsentido,una locura tan grande como pensar que la próxima vez que alguien abriera esa caja los pedazos se habrían vuelto a juntar.

 No obstante, ahí iba yo. Me metería en una caja oscura que me permitiera pensar con claridad.Y si no funcionaba siempre podría intentar arreglarme con cinta americana.

 Pero esta idea tan genial no era únicamente fruto de mi mente maravillosamente perturbada. Había sido el mismo jefazo de la compañía el que le había pedido a mi mánager que buscara una jaula de oro en la que encerrarme para mantenerme lejos de los paparazzi hasta que me recuperara. De qué, no lo tenía muy claro, pues nadie se curaba nunca del mal que me acaecía. Cee había sugerido que me mandaran de vacaciones a visitar otros países, pero nadie parecía fiarse de que no fuera amontar un escándalo lejos de su estricta supervisión. Por no hablar de los médicos. Esa panda de insoportables había concluido que mi salud peligraba debido al agotamiento extremo, sin darse cuenta deque ese mismo cansancio era el que me salvaba de morir en vida. Bueno, y tampoco ayudaban el tabaco y el alcohol.

-Tómate un descanso, Rili – me había dicho mi mánager –. Todos sabíamos que era muy precipitado dejar que volvieras a los escenarios tan rápido, pero el jefe decidió intentarlo. Ahora has visto que no fue una buena idea. Al fin y al cabo, eres muy joven para haber pasado por tanto.

-¿Qué coño me estás contando? – repliqué furioso –. Sólo me he desmayado, ¡esta vez no he hecho nada para cagarla!

-Rili,no...

-¡Ni Rili ni pollas! Sabes perfectamente que me he dejado el puto culo en los ensayos. ¡Llevo desde que era un crío dándolo todo por esta compañía! – golpeé la pared con frustración –. ¡Sólo por un puto desmayo!

-No es sólo eso, Rili. Y lo sabes.

 Me daba rabia reconocerlo, pero tenía razón. El propio jefe me lo había dicho cuando fui a hablar con él. Estaba muy preocupado por mí, y deseaba de todo corazón que volviera a ser el de antes.<<Sólo será un año sabático. Necesitas tiempo para matar a tus demonios, Rili. Si después de ese tiempo eres capaz de subirte aun escenario porque lo disfrutas y no como evasión a tus problemas,te recibiremos con los brazos abiertos. Si, de lo contrario, sigues hundido en la mierda, llamaremos a un profesional para que te ayude a superarlo>>.

 Así que esa era mi situación. Tenía un año para recluirme en la vivienda que yo eligiera y para fundirme los millones que había ganado en caprichos absurdos. No podría hacer nada que me pusiera en evidencia ante los medios y estaría estrictamente controlado por la compañía, pero tendría todo el tiempo del mundo para mí. No obstante, me dolía muchísimo que me hubieran alejado de lo único que me mantenía en pie. Prohibirme el abrazo de mi público era lo más cruel que me había tocado vivir en aquella compañía, pero no podía odiar al jefe por ello. Al fin y al cabo, siempre había sido como un padre para mí.

-Rili– la voz de mi mánager me hizo volver a la realidad –. Hay una villa a las afueras que está muy bien. Tiene una piscina y un jardín enormes, y está frente a un lago. Pero si prefieres algo más céntrico hay apartamentos muy lujosos en ese barrio de élite que tanto frecuentas con Cee.

 ¿Una villa? ¿Un apartamento de lujo? En ese momento algo sonó en mi cabeza. Si quería poner todo de mi parte para volver a los escenarios no podía seguir viviendo como lo había hecho hasta el momento. La única manera de pasar página y volver a ser el de antes era reencontrarme con mi pasado, con mis sueños. Antes de escribirla que sería la dirección de mi nuevo domicilio en la agenda de mi mánager ya lo tenía claro. Iba a volver a vivir mi vida tal y como era mucho antes de conocer a Luchia.


 Y así fue como volví a aquel viejo piso en un barrio de mala muerte en el que había vivido antes de mi debut. Tal vez por nostalgia, o quizás por respeto, nunca me había atrevido a venderlo; si bien no lo había pisado en años. El olor a cerrado y las manchas de humedad en la pared no hacían del lugar una vivienda idílica, pero sólo yo sabía la ilusión y la esperanza que se escondía bajo aquella capa de polvo que lo cubría todo.

 En aquel momento pensaba que aquel sería el debut de una vida propia, pero no sospechaba que parte de ella ya te pertenecía. Una vez me preguntaste si no hubiera preferido mudarme a la villa del lago porque era un lugar más privado y tranquilo que aquel edificio destartalado; hoy te puedo asegurar sin ningún remordimiento que volver a aquel piso fue la mejor decisión de mi vida.

Cuando el universo cantaba para mí (Kpop inspired)Where stories live. Discover now