Stay |Relato| Jamie y Dakota

II

Marzo 15, 2018.

La alarma comienza a sonar y de inmediato la apago, veo a mi esposa que sigue dormida sin inmutarse y me levanto con pies ligeros para salir de la habitación, son las cuatro y media de la mañana y hoy comienza mi plan que he llamado: Quédate.

Con la ayuda de mi padre y de Melanie pude organizar todo muy rápido: unas llamadas, reservaciones y boletos, equipaje... todo listo para la aventura. Voy a la entrada de la casa y justo como acordamos veo ya estacionada la minivan que he rentado, mi padre la tuvo en su casa un par de días cuando la trajeron, reviso el buzón y veo las llaves allí dentro, las tomo y voy a revisar que lleve todo lo necesario dentro, Melanie me ayudó a hacer equipaje para Dakota antes de irse y allí ya está su maleta demás de la mía y el equipaje que preparé para las niñas, también hay un pequeño refrigerador bien surtido, un microondas y un pequeño lavamanos, este auto ha sido diseñado para viajes en carretera es perfecto, además tiene un asiento reclinable para convertirse en cama y la parte del techo también se despliega hacia arriba para crear una pequeña cama, hay una pantalla desplegable en medio del asiento trasero donde se pueden proyectar películas por DVD, tiene mucho espacio y eso me gusta, será muy cómodo para ir con la familia.

Vuelvo a casa para cargar algunas cosas más, Zeppelin ya va detrás de mí con su correa en el hocico, cargo su pequeña cama y su comida para después dejarlo dentro del auto.

Ahora viene la parte difícil, no quiero despertar a las niñas así que bajo primero a Dulcie quien se revuelve molesta pero la recuesto en el sofá y al instante vuelve a dormirse, lo mismo pasa con Pipper, ambas se acurrucan juntas y las cubro con una manta, el invierno acaba de pasar y aún se siente frío.

-Cuídalas Zepp, no tardo.

Subo a toda prisa hasta la habitación donde duerme mi esposa, se ve tan adorable entre las cobijas con las mejillas sonrosadas y el cabello despeinado, me acerco a besar su frente y la muevo un poco.

-Cariño, abre los ojos.

-Mmm...

-Venga, tenemos que salir pronto.

Se revuelve en la cama un poco y luego se estira antes de abrir los ojos con un bostezo, me mira confundida y adormilada.

-¿Qué hora es?

-Casi las cinco, venga espabila un poco –me acerco a mi armario y me cambio en tiempo récord con unos jeans, una camisa y una chaqueta encima- Las niñas están abajo y no quiero dejarlas solas.

-No entiendo –se incorpora en la cama- ¿Qué hacen las niñas abajo y solas a las cinco de la mañana?

-Vístete –le digo acercándome a tomar su rostro entre mis manos- Te espero abajo, date prisa... y ponte algo cómodo.

-No entiendo –dice cerrando los ojos- ¿Estoy soñando?

-No cariño –me inclino y beso de nuevo su flequillo- es más bien una forma de despertar tu vida.

Estoy tras el volante mirando la puerta de la casa, son las cinco con cinco minutos y el cielo aún está muy oscuro, necesito que salgamos ahora mismo para cumplir el itinerario que tengo planeado, por suerte dos minutos después Dakota sale vistiendo converse, jeans y su chaqueta vaquera favorita, sonrío al ver que vamos casi a juego, la veo quedarse desconcertada al ver la minivan y sin hacer preguntas sube y se pone el cinturón.

-Definitivamente me afectó tomar Tylenol anoche –dice cuando finalmente enciendo el auto- pues... parece que saldremos de viaje justo ahora.

-Estás en lo cierto –mientras espero a que el auto se caliente un poco, abro la guantera y saco la cámara Nikon de Dakota, está llena de pegatinas y se la tiendo- toma esto, lo vas a necesitar.

Ella la toma sin entender y la deja en el piso, luego mira atrás a las niñas y a Zeppelin acurrucados en el sillón-cama y me mira sonriente.

-No entiendo de qué va todo esto Jamie –sacude la cabeza- ¿Me das una pista?

-La tendrás dentro de una hora y media, ahora disfruta del camino.

Dakota es una de esas mujeres que ama ir mirando por la ventana, la veo de reojo cada poco, suspira por los paisajes que se están tiñendo de verde de nuevo, hay campos, árboles y casitas campestres por todo el camino, cuando paramos en nuestro primer destino las niñas siguen durmiendo así que enciendo el monitor que me he traído de su habitación y bajo con mi esposa, hace mucho frio afuera y el cielo apenas está clareando, los rayos de sol que se cuelan en el cielo y la poca nieve que queda sobre el asfalto crea un ambiente mágico en el lugar, siento a mi esposa apretar mi mano cuando comienza a ver las torres por la colina y me obliga a correr hasta que llegamos al borde, allí abajo está el Castillo de Belfast, le había dicho que la traería hace tiempo atrás pero nunca parecía salir la oportunidad.

-Es impresionante –dice con la voz emocionada como una niña- Pero aún no sé qué hacemos aquí.

Saco del bolsillo de mi pantalón la guía turística de Irlanda y se la tiendo, ella la mira sin comprender y yo comienzo a señalar el castillo.

- Caisléan Bhéal Feirste en el Irlandés natal, o más conocido como Castillo Belfast fue construido en 1870 y tiene una gran historia que seguramente me contaron en la escuela primaria pero que por ahora no recuerdo, pero debe venir información en la guía.

Ella suelta una carcajada y alza la cámara que lleva en el cuello para tomar una fotografía del impresionante lugar.

-Es precioso, ¿podemos entrar?

-Lo abren en unas horas y temo que eso nos podría retrasar –rodeo su cintura- así que hagamos unas fotos y volvamos al auto.

-¿Retrasarnos para qué?

La miro de frente y veo que sus preciosos ojos azules comienzan a brillar con emoción.

-Eres una chica de mundo, Dakota, sé que es difícil para ti quedarte mucho tiempo en un solo lugar así que quiero mostrarte mi mundo.

-¿Tu mundo?

-El mundo que quiero compartir contigo, mi país, mis tradiciones y mi cultura.

-Oh Jamie, yo quiero conocerlo todo de ti pero... ¿por qué ahora?

Tomo su pequeña pálida mano donde porta los anillos que la marcan como mía, la llevo hasta mi boca y dejo un beso allí sin dejar de mirarla a los ojos.

-Porque quiero que te quedes.

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¡Qué comience la aventura!

Esta vez si pondré horario y subiré los martes y sábados, espero que les guste el viaje, y en la imagen de arriba pueden ver el precioso castillo.