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-"Señores padres: Les comunico a través de esta nota, que su hija se saltó la clase de gimnasia, por lo que su castigo implicará quedarse 40 minutos más en la próxima clase.

Atentamente, su profesor."... -su papá acababa de leer la nota que el profesor Hood le envió-. ¡Dinorah! -grito-. ¡Ven aquí ahora mismo!

Dina escuchó perfectamente el grito de su papá. Realmente estaba en problemas...

Soltó un suspiro y salió de su habitación lista para escuchar los regaños de su padre.
Bajo las escaleras lentamente, preparándose para lo que sea.

-¿Tienes algo que decir respecto a esto? -su padre le mostró la nota-

Ella no se había tomado el trabajo de leer la nota...

-No, papá. -dijo cabizbaja-

-¿Por qué te fuiste de clases? -le preguntó claramente... Enfadado-

-No me fui... Sólo...

-¿¡Sólo qué!?

-Me escondí detrás de las gradas. -si la iban a castigar... Que sean todos los castigos de una-

-¡No tienes 6 años para actuar como si fueras un niño! ¡Tienes 16 años! -su papá bufo, tomo una lapicera y firmó la nota, justo al lado de la firma de su profesor-. Que sea la última vez, Dinorah.

-Esta bien, papá. -Dina tomo el papel y se fue otra vez hasta su habitación-

Una vez ahí dentro, cerro la puerta...

"Bueno, pudo haber sido peor..." pensó.

...

-Profesor Hood... -Dina llamó a su profesor y él se dio vuelta-

La miró con una ceja levantada...
"No me mire así, profesor..."

-Me imagino que trae la nota firmada... -su voz la hacia vibrar por dentro, como cada vez que escuchaba su voz-

-S-sí, profesor... -trago saliva nerviosa-

Torpemente abrió su mochila y saco su carpeta... Pero sus manos estaban temblando, por lo que su carpeta cayó junto con su mochila.

Dina se agachó rápidamente para juntar sus cosas... Al mismo tiempo que su profesor.

Las manos de su profesor estaban encima de las de ellas, en cada agarre de su carpeta.
Sentía que su respiración se cortaba, amó sentir la piel de su profesor sobre la de ella.
Su rostro estaba muy cerca del de ella, sentía su respiración chocar contra su cara.

Esta cercanía la estaba matando...

Dina se apresuró a sacar la hoja que el profesor Hood le había dado el día anterior. Se la entregó y junto sus cosas rápidamente. Su corazón latía muy rápido, quería escaparse de ahí...

-La espero mañana en mi clase. -le dijo serio su profesor-

Dinorah se limitó a asentir y a dirigirse a su próxima clase.
Quería alejar todo tipo de pensamiento que tenía con su profesor... Quería olvidar la manera en que la había mirado. Esos ojos tan oscuros sobre ella, le hacían creer que estaba en el infierno.

Y así pasaron los días...

Dinorah y Quirinia se fueron uniendo más, forjando una hermosa amistad.

Los días que le tocaban con el profesor Hood, eran un maldito infierno para ella. Simplemente esos días quería desaparecer de la faz de la Tierra.

Algunas cosas habían cambiado... Desde aquel día en que sintió las manos de su profesor sobre las de ellas, algo cambio en ella, algo cambio en él... Él se había puesto mucho más serio y severo de lo que era. Y ella, no había dejado de pensar en su profesor.

Entonces, la nota del primer trimestre llegó... 6.
Ella se lo esperaba, por lo que no se sorprendió... Lo que no se esperaba fue el castigo de sus padres.

Los días continuaron... Y a diario veía a su querido profesor, lo que era una tortura para ella. Ella no era la única que babeaba por el profesor Hood, por lo que aunque no conociera a las demás chicas, las entendía...

En el día de hoy Dina acompañaría en la noche a Quirinia a una fiesta de disfraces y aún no se decidía que usar.
Sus padres la habían mandado a la farmacia por unos medicamentos, ella no podía negarse, no si no quería que le quitaran el permiso.

Entro a la farmacia y enseguida un hombre un tanto mayor apareció en su campo visual.

-Hola señorita, ¿qué se le ofrece? -dijo amablemente-

-Hola... Uhm... Pastillas para calmar los cólicos. -respondió un tanto apenada-

-Sí, enseguida... Sólo que mi nieto la atenderá porque están ahí arriba... -señaló en uno de los estantes altos para su altura-. Y yo ya no las alcanzo... -rió-

-Claro...

Calum! ¿Puedes venir? -lo llamó-

¿Calum? ¿Será él? ¿Su profesor? No, no puede ser...

Ya voy, abuelo! -su voz... Era muy parecida a la de su profesor-

Deseaba que no fuera él...

-Enseguida le atiende, señorita. -el hombre fue por un espacio entre dos estantes, desde el otro lado del mostrador se podía ver que ahí detrás habían otros estantes-

Dina pensó que no podía ser él, hay muchas personas con el mismo nombre, sólo era una coincidencia...

Pero no fue así... Era él.

Veía a su profesor en la escuela... Y ahora en la farmacia.

-Señorita Harper. -dijo serio-. ¿Qué se le ofrece?

Dina no podía dejar de mirarlo, las mangas de la camisa blanca con algunas líneas verdes que llevaba puesta marcaban sus fuertes brazos.

-Pastillas para los cólicos. -sus mejillas comenzaban a arder-

Él sólo asintió y se acercó al estante donde estaban, claramente el otro hombre no llegaba y Calum las alcanzó con simplemente levantar su brazo un poco más arriba de su cabeza.

-¿Algo más? -a Calum parecía que le molestaba la presencia de Dinorah-

-No... -bajo su mirada-. Eso es todo.

Calum puso la caja de pastillas en una bolsa y se la entregó.

-¿Cuanto es? -preguntó-

-Para ti nada. -hizo una pausa-. Por ser mi alumna. -una pequeña curva se formó en sus labios, como si intentara sonreírle-

-Pero... Tiene que cobrarme. -insistió-

-No hay problema, llévatelo.

La amabilidad que tenía en este momento en verdad la sorprendía.

-Con la condición de que subas tus calificaciones conmigo.

El comentario de Calum hizo que Dinorah soltara una pequeña risa.

-Esta bien... Gracias. -le sonrió tímidamente-

Dina salió del lugar con sus mejillas rojas.
Una vez fuera del lugar no pudo aguantar más sus ganas y una enorme sonrisa se formó en sus labios, más que feliz...

"Sí, profesor... " [Calum H.] #TERMINADA #FZAwards2017 #GhostyA #FAwardsWhere stories live. Discover now