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La música retumbaba en sus oídos, tapando cualquier sonido del exterior y alejándola de todo.

La chica estaba en su propio mundo.

Faltaban sólo unos metros para llegar a su casa. Cuando salió de la escuela y después de aquella escena con su profesor, Dina no tenía intenciones de cruzarse con él.

Caminaba a pasos apresurados y así en poco tiempo, más de lo habitual, había llegado a su casa.
Entro con sus auriculares aún puestos, sabía que sus padres no estaban y no llegarían hasta la tarde.

Apenas entró a su casa, tiro su mochila al mochila al pie de las escaleras. Cerro con llave, para ir a la cocina tranquilamente. Comenzó a prepararse un sándwich a la vez que comenzaba a cantar...

-Es una atracción que tenemos... Hay tanta química y se nota el deseo... -metió el sándwich de jamón y queso al microondas-. Que llegue el viernes para vernos de nuevo... -puso el tiempo que creía justo-. Bailando el tiki como tú y yo sabemos...

Siguió tarareando la canción un minuto más hasta que el timbre del microondas sonó, anunciándole que su sándwich ya estaba listo. Lo saco y comenzó a comer...

En ese momento, la canción que estaba escuchando sintió que describía lo que le había sucedido.

"He soñado contigo, una y tantas veces... Cada vez que te pienso más quiero de ti."

Recordó cuando apenas había conocido a su profesor, recordó cada noche que lo soño, cada vez que lo veía y deseaba algo más que un simple y amargo saludo.

Terminó de comer, lavo el plato y salió de la cocina. Agarró su mochila que estaba tirada al pie de las escaleras y comenzó a subirlas, la idea de que tenía que hacer tarea la estaba fastidiando...

Abrió la puerta y se pegó tal susto, que exageradamente puso su mano en su pecho... Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez y su corazón, su corazón estaba latiendo a mil por minuto.

-Rayos... -tomo una gran bocanada de aire-. Que... ¿Qué estas haciendo aquí? -preguntó-

-Vine a verte...

Su querido profesor estaba sentado en su cama, esperándola.

Dina cubrió su rostro un momento y espero a que el susto se le pasara. Tomo otra bocanada de aire y así pudo tranquilizarse.

-Ah, que bien... -dijo sin importancia-

Se sentó en la pequeña mesa de su cuarto, saco su carpeta y busco la materia en la que tenía que hacer tarea.

-Un hola estaría bien... -su gruesa voz hizo que se tensara un poco-

-Hola. -volvió a decir sin importancia-

Dina saco un juego de fotocopias que tenía en otra carpeta aparte y comenzó a hacer el trabajo. Tenía otra carpeta donde guardaba todas las fotocopias, separadas por materia.

-¿Qué te pasa? -se levantó de donde estaba y se acercó a ella-

-Nada. -en ese momento, Calum comenzó a besar la parte trasera de su cuello-. Basta, ahora no.

-Tienes dos opciones, me dices que te pasa o te hago decirme que te pasa.

-Pues... Elijo ninguna de las dos. -Dina en ningún momento había mirado a esos ojos tan oscuros-

-Oh, vamos pequeña... -la abrazo por detrás, poniendo sus brazos sobre los de ella, volviendo a besar su cuello-. ¿Estás enojada con tu profesor?

-No. -suspiró-. Sólo que estoy harta de la escuela, de los malditos trabajos que cada vez son más, soy pésima en todo... Y me enoja que... -cerro sus ojos fuertemente, no quería decirlo-. Nada, olvídalo.

-Esto es pasajero, tranquila. -llevo sus manos a los hombros de la chica, comenzando a hacerle unos suaves masajes-. Estás estresada, deja que tu profesor te quite todo el estrés.

-Oh, Dios... -echo su cabeza hacia atrás, las manos de su profesor la llevaban al cielo-

Un pequeño gemido escapó de ella...

-Eso es, pequeña... -susurró sobre su oído y siguió frotando sus manos contra su piel-. Disfruta...

Ella ya no soporto más y olvido por completo que estaba enojada con él.

Se dio vuelta y rápidamente conecto sus labios con los del moreno. Ella puso sus manos en la nuca del moreno y comenzó a jugar con el cabello que tenía ahí, era algo que le gustaba hacer.
Calum la rodeo con sus brazos, la levantó por encima de la silla en la que Dina estaba arrodillada... Y la llevó hacia su cama.

La recostó suavemente, despegando sus labios cuando era únicamente era necesario.

Las manos de Calum se posaron debajo de la remera de la chica, acariciando cada centímetro de piel que podía. Los gemidos de ambos comenzaban a escucharse aún más altos...

-Calum... -gimió su nombre-. Tengo que.. Terminar el trabajo... Es... Para mañana.

Dina termino de hablar como pudo, ya que la mano de su profesor metiéndose debajo de sus bragas, la otra debajo de su remera y sus labios sobre su cuello, no se lo permitían.

-Deja que te quite el estrés y te ayudo a terminar...

-Uhm... Bueno. -en ese momento, Calum quitó sus zapatillas-

-A terminar en un orgasmo que no olvidarás jamás.

Aquellas palabras hicieron que dejara escapar una pequeña risa.

Calum bajo el pantalón de la chica junto con su ropa interior, a la vez que le proporcionaba caricias. Una vez que las prendas ya estaban fuera de su cuerpo, bajo sus besos directamente a la parte descubierta de su estómago, ya que se remera estaba algo levantada.
Inmediatamente la chica enredó sus dedos en el cabello de Calum, obligándolo a quedarse donde estaba. Sus besos fueron bajando y llegó a la zona más delicada... Un fuerte gemido escapó de ella al sentir la lengua de su profesor pasar por su feminidad. Su lengua y sus labios se movían sin ningún permiso, saboreando toda su zona.

Sus gemidos se hacían cada vez más incontrolables, su profesor hacía que perdiese el control.

Ella ya no podía parar... Y él tampoco.

La manera en cómo la penetraba con su lengua, hacía que le faltase el aire... Y aún así, sin importarle nada, hacía que desease mucho más que eso.

El hecho de pensar que tan duro estaba el miembro de su profesor en ese momento y como seguramente sus pantalones apretaban, hicieron que una conocida sensación comenzara a formarse en la parte baja de su estómago.

No podría aguantar más tiempo...

La estaba llevando a lo más oscuro, a lo más profundo, a donde la hacía sentir cada vez que la tocaba... En el infierno.

-P-profe... -gimió-

Esa fue la señal que él no necesitó para saber qué estaba a punto de explotar.

Un par de embestidas más y una sonrisa sobre sus labios, bastaron para que acabase en un fuerte y casi grito gemido.

Él había cumplido su palabra... Ella nunca olvidaría este momento.

...

-¿En verdad vas a ayudarme? -preguntó ella poniéndose su brasier-

-Lo prometido es deuda.

Ninguno quiso terminar ahí no más, por lo que se dieron un segundo round.
Ambos terminaron de cambiarse, Calum se sentó en la silla frente a la mesa y palmeó sus piernas. Dina con una sonrisa se sentó sobre él...

Así, el profesor Hood, profesor de gimnasia, ayudó a su alumna con una tarea de historia.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Creo que no quedó muy bien, la verdad no me gustó cómo los demás... No se, díganme ustedes que les pareció.

Gracias por leer💞✨

"Sí, profesor... " [Calum H.] #TERMINADA #FZAwards2017 #GhostyA #FAwardsWhere stories live. Discover now