20.

1.8K 174 53
                                    

Levanté la barbilla, firme. Ya estaba harta de él. ¿Cómo se atrevía a reclamarme por pasar el tiempo con Mike? ¡Él había besado a Hailey, por Dios! Yo tenía dignidad y orgullo, también. Por lo menos, yo no había besado a nadie, ni tampoco le había fallado a "nuestro noviazgo".

Le di una mirada, que podía ser de puro odio. —Eso no te incumbe —le dije.

— ¿Ah, no? —Su ceja de alzó, con cinismo, y una sonrisa comenzó a formarse lentamente en sus labios.

Tragué saliva, pero no me eché hacia atrás cuando él dio un paso cerca, casi invadiendo mi espacio. Yo me alejé dos pasos atrás.

Hice una mueca. —Ni te atrevas a tocarme, eres un cerdo.

Mis palabras ni siquiera lo tocaron, porque el gesto en su cara jamás cambió. En cambió rodó los ojos en mi dirección, como si le molestara mi presencia.

Se dio media vuelta y se metió las manos en los bolsillos.

—Madura, Alice. ¿Quieres? —se burló.

Apreté los puños a ambos lados de mi cuerpo, enfadada. ¡Él era quién tenía que madurar, no yo!

— ¡Ya no me digas que tengo que madurar! ¡El que tiene que madurar aquí eres tú! —exploté, enviándole dagas con los ojos—. Eres un idiota. ¿Crees que lo que haces está bien? Anda, ve, ve con tu amiguita a besarte. A mí no me molestes, ¿quieres?

Él se acercó tan rápido a mi cara que se me escapó el aliento. Y sus ojos estaban echando humo.

— ¡¿Cómo...?!

Cerré los ojos, porque yo creí que él iba a golpearme justo en ese momento. Cuando no pasó nada, me arriesgué a abrir los ojos y lo vi pasándose las manos por el pelo con frustración.

Su pecho subía y bajaba con cada respiración nueva que tomaba.

—Eres una niña malcriada.

—Y tú un imbécil.

No sabía de donde había salido esta nueva faceta mía, pero me gustaba. Esa tarde con Mike me había ayudado mucho a pensar las cosas. Me había divertido tanto pese a que mi mente la mayor parte del tiempo estuvo en otro mundo. Pensaba en Justin aunque yo lo evitaba con todas mis fuerzas. Cuando pensé en Mike, casi una sonrisa comenzó a formarse en mis labios. Él era un buen chico. Ojalá Justin fuese un poco más como él, pensé tristemente.

Mi media sonrisa fue advertida por Justin, quién ahora comenzó a mirarme como si estuviera entrando en una etapa de locura.

— ¿Por qué mierdas sonríes?

Ignoré el tono brusco con el que me habló, y con la boca hecha una fina línea, me di media vuelta para comenzar a abrir la puerta de casa. Nuestra discusión había terminado, por hoy.

—Por nada —respondí, metiendo la llave en la cerradura. Lo miré por encima del hombro—. Será mejor que te vayas.

Justin pareció incrédulo por un momento.

— ¿Bromeas? ¿Dejaras esto así?

— ¿Qué, "esto", Justin? Aquí no hay nada. Nosotros ya hemos terminado.

—Estás bromeando —afirmó, echándose a reír, pero cuando yo finalmente abrí mi puerta para entrar, él paró de hacerlo. Pareció darse cuenta que yo no jugaba esta noche.

—Mira, Justin —me detuve en mi puerta, mientras sostenía mi llave con la otra mano—. Estoy cansada, puedes llamarme mañana si quieres seguir hablando o como quieras, aunque ya no me interesa.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 30, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Broken Promises → j.b  Slow UpdatesWhere stories live. Discover now