Please, Daddy {Rubelangel}

24

Narra Mangel

Sergio se encontraba frente a mí y me observaba con una mirada distinta, sabía que había sentimientos en ella, no eran para nada buenos pero tampoco eran conocidos para mí, era como si en los más de 15 años que llevábamos de amistad hoy fuese la primera vez que no conocía al chico que no paraba de mover sus manos de puro nerviosismo ante mis ojos.

-- ¿Por qué estamos aquí? - me atreví a preguntar mientras observaba el acogedor bar, era bonito pero podía notarse en el ambiente la vejez del lugar, la mezcla de humedad y polvo inundaba mis fosas nasales pero no me ahogaba.

-- Mangel, yo quisiera hablar contigo de algo que vi el otro día cuando fui a recogerte al aeropuerto - mis músculos se tensaron y el aire comenzó a hacer falta en mis pulmones, ¿nos había visto?, ¡NO!, pero si estaba muy lejos como para vernos, ¡joder, joder y joder!.

-- ¿Qué sucede? - la firmeza de mi voz me sorprendió ya que yo ahora mismo era como un flan temblando por los nervios casi terroríficos que recorrían mi cuerpo como corrientes de puro dolor.

-- E-el chico que iba a tu lado era Rubén Doblas, ¿no? - quería que la tierra me tragase, mi existencia ya era innecesaria en este mundo, el pánico me invadió como un torbellino violento.

-- N-no - ¡mierda!, mi voz tembló notándose el terror mezclado en la negación y por primera vez fijé mis ojos en los suyos, él arqueó una ceja mostrando una expresión molesta ante mi mentira.

-- Eres mi mejor amigo, te conozco lo suficientemente bien como para saber que me estás mintiendo y me estuviste mintiendo por mucho tiempo, sé que estuviste con ese tal Doblas en ese viaje secreto de negocios que sinceramente nunca me creí - hizo una pequeña pausa y sentí como los sudores fríos paseaban por mi piel como una oleada - no soy quién para juzgarte, aceptaré si estás con un hombre pero no engañes más a Beatriz.

¿¡QUÉ!?, ¿¡QUÉ ACABABA DE DECIR!?, ¿engañar a Beatriz?, pero si ella lo sabía todo, bueno menos la identidad de mi bebé pero joder ahora que lo pienso, de seguro ella se hizo la víctima frente a mi mejor amigo y él como es tonto pues se tragó el papel tan patético que ella interpretó, ¡DIOS, CUÁNTO LA ODIO!.

-- S-Sergio, yo-

-- Mangel, yo te quiero a pesar de todo y siempre te voy a apoyar, pero ¿por qué no me dijiste nada?, tú eres como un hermano para mi, por favor confía en mí, como lo has hecho hasta ahora - mis ojos seguían clavados en los suyos intentando procesar todo lo que me estaba diciendo, las cosas se estaban complicando tanto que apenas creo ser capaz de manejarlas, él me había descubierto y ya no podría echarme atrás, le contaría todo de principio a fin - ¿estás enamorado de él?.

"¿Estás enamorado de él?", la pregunta retumbó en mi cabeza como un molesto eco, claro que estaba enamorado de él pero su directa cuestión me había descolocado por completo.

-- Si, estoy enamorado de él - sus ojos se abrieron como platos ante mi respuesta, pero me desconcertó la sonrisa que comenzaba a pintarse en su cara, ésta no mostraba malicia sino una felicidad radiante, era como si le hubiese dado una noticia que estaba esperando con ansias.

-- No tienes remedio, ¿se lo dirás a Beatriz? - otra vez nombrando a esa estúpida, era mejor que se lo contase todo antes de que él sacase conclusiones precipitadas que hicieran un lio su mente, la mia por supuesto estaba fuera de servicio.

Y así lo hice, le conté todo sin saltarme nada, desde como conocí a Rubén, a como Beatriz me chantajeó, pasando por las amenazas de mi suegro para finalizar en el maravilloso viaje que había hecho con mi... ¿qué éramos exactamente?, ni siquiera lo sabía y eso me estaba molestando bastante ya.