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Narra Rubén

Un sonido molesto se coló por mis oídos haciendo que me removiera incómodo en... ¿una cama?, estaba totalmente desorientado, solo podía sentir el agarre de una fuerte mano sobre mi cintura quemándome la piel del lugar.

Decidí abrir poco a poco mis ojos y descubrí que estaba en una habitación desconocida, giré mi cabeza hacia mi derecha buscando aún más pistas que me pudieran dar una respuesta a la pregunta que rondaba mi mente: "¿donde coño estoy?". Me sobresalté al ver la expresión relajada de Mangel en su perfecto rostro, estábamos abrazados y desnudos, por lo que deduje que habíamos follado pero no recordaba absolutamente nada.

Observé la ventana que se encontraba tras el cuerpo de mi... de Mangel y pude observar que aún el cielo permanecía tranquilamente oscuro, en ese entonces mis oídos captaron la música que aún sonaba de fondo en aquella casa y ahora los recuerdos aparecían en mi mente como una tenue lluvia: estábamos en una fiesta de uno de los empleados de la empresa.

Aquel sonido molesto que me había despertado seguía haciéndose presente en la habitación y estaba creando una incómoda inquietud en mi cuerpo, decidí una vez más alejarme del cuerpo de Mangel pero éste apretó aún más el agarre de su mano provocándome un ligero dolor que fue acompañado por un quejido que salió de mi garganta.

-- A-aaah - pude notar el cuerpo de Mangel moverse alarmado y sus ojos se clavaron en los míos, podría jurar haber visto una tierna expresión que desapareció al instante cuando una sonrisa pícara adornó su rostro.

--¿Qué?, ¿te jodí mucho el culo? - ¿¡QUÉ!?, ¿esto era lo primero que decía tras haberse incorporado al mundo real?. Me removí molesto consiguiendo escapar de ese agarre que lastimaba mi delicada piel y me levanté casi de un salto pero mis piernas fallaron a causa de la brusquedad con la que me había movido en cuestión de segundos.

Mi cuerpo pareció no reaccionar ante las órdenes que mandaba a mi cerebro, estaba realmente jodido. Un dolor comenzó a hacerse presente en mi cabeza comenzado desde mis sienes hasta el centro de mi frente, pude sentir como al instante la calidez del cuerpo contrario rodeaba con calma mi debilitado ser.

-- ¿Estás bien? - pude notar el deje de ironía que había salido de los labios de Mangel y decidí ignorar la pregunta para comenzar a gatear por el suelo en busca de mi ropa.

Por suerte aquel molesto sonido había cesado y ahora solo el silencio tormentoso junto a la música que cambiaba de género a cada minuto rondaba por la habitación. Conseguí encontrar mi camisa y me la puse rápidamente mientras seguía gateando en busca de lo que me faltaba.

Podía sentir a Mangel tras de mi emanando de su cuerpo una sutileza de sensaciones y sentimientos encontrados que apenas podía identificar pero que tampoco quería descubrir, solo quería salir de allí de una puta vez.

Encontré mis pantalones algo rotos enrollados junto a mis boxers y me levanté apoyándome a la pared para poder ponermelos sin caerme. Vi como Mangel seguía de rodillas en el piso sin quitar la mirada de ninguno de mis movimientos, ¿qué coño le pasaba?.

-- ¿Adónde vas? - espetó molesto de repente y yo quité mi mirada de sus intimidantes orbes negros para dirigirme hacia la puerta pero antes de que pudiera quitar el seguro una mano se posó sobre la mía y un brazo al otro lado de mi cuerpo hizo presión en la puerta para impedir mi más que clara intención de huir del lugar.

-- No me respondiste, Rubén. ¿Adónde cojones vas? - pude notar como su aliento mezclado con alcohol acariciaba la piel descubierta de mi nuca y me estremecí ante sus dominantes palabras, pero no me iba a dejar manipular tan fácilmente.

Please, Daddy {Rubelangel}Where stories live. Discover now