(Lay) Drabble V - La gansa de los huevos de oro

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La gansa de los huevos de oro.

"No intentes forzar demasiado la suerte"

Yixing, conocido como Lay por la mayoría, siempre fue un chico de mucha suerte. Cuando era niño, siempre ganaba cualquier juego que sus amigos le propusieran; en la adolescencia, acertaba en casi todas las preguntas de pruebas difíciles sin haber intentado siquiera estudiar  y durante los veinte años que vivió hasta hoy, en cualquier desafío, él era siempre el vencedor.

Una persona que detestaba ese lado suertudo de Yixing era Jongdae. Bueno, en realidad, él aun lo detesta.

"¿Vas a estar bien solo?" Jongdae preguntó, sentado en el asiento del conductor, al lado de Yixing.

"¿Qué es lo que crees?" El chino con hoyuelos en la mejillas pregunto, levantando una ceja, y ajustando la corbata de su traje.

"Qué vas a robar todo el dinero de ese Casino y ninguno va a desconfiar de tu carita angelical." Jongdae hablo con una sonrisa sarcástica en el rostro. "Yo tengo un trabajo que hacer. ¿Te encuentro en unas horas en el lugar acordado?"

"Sí. Cualquier cambio de planes te llamo. Ten el celular cerca." Yixing lanzo una última sonrisa hacia Jongdae y salió del auto. Ya pasaban las ocho de la noche y cada vez más personas llegaban al que era uno de los mejores Casinos de Seúl.

Cuando Yixing alcanzo la mesa de Black Jack, se sentó cerca de unas muchachas y se fue presentando y haciendo amistades, mientras apostaba contra la Casa. Aquella era la primera vez que entraba en aquel Casino en especial, y pretendía salir de allí con una buena cantidad de dinero para la organización M.

Para Yixing, estafar siempre fue un arte. Con su suerte, todo era aún más fácil.

Ya pasaban las once de la noche, Yixing estaba en aquel Casino hace casi tres horas. Durante las dos primeras rondas, él estaba obligado a hacer bajas apuestas, para poder mantener el ojo en la baraja y memorizar cuales cartas ya habían sido retiradas del mismo. Yixing era muy bueno con esquemas de probabilidades, y dos horas después del inicio del juego pudo dar su primer golpe.

Hasta ahora él ya había ganado, por sus cuentas, casi veinticinco mil dólares.

"¡Y el vencedor de esta ronda es el Señor Lay!" El crupier de la mesa dijo bien fuerte por lo que parecía ser la décima vez aquella noche.

Yixing dio una mirada a las fichas frente a él. Estaba en duda de si continuar apostando o no. Una de las mujeres sentadas a su lado acariciaba su pierna, incentivándolo a jugar una ronda más.

"Apuesto todo." Yixing dijo sonriente, después de pensar un poco, mirando al crupier.

"¿Señor está seguro? ¿Usted sabe que eso duplicara el valor, no?" El funcionario pregunto, dando énfasis en seguro, porque sería una locura apostar todo, corriendo el riesgo de perder todo el dinero ganado en la noche. "Y si usted pierde esta ronda, perderá todo."

Pero Yixing no iba a perder. Él estaba seguro de eso.

Cuando la nueva ronda comenzó, Yixing sintió algo incomodándolo. Se sentía observado. Irguió la cabeza y miro a las esquinas del Casino, percibiendo que por lo menos tres cámaras estaban posicionadas en su dirección.

Él sonrió.

Después de algunos minutos de tensión, el crupier dio la victoria nuevamente al joven chino, que sonrió y recibió un beso en la mejilla de su nueva amiga. Pero él no quería jugar más. Agradeció a todos, tomo la maleta que llevaba y echo todas las fichas que había ganado dentro de la misma. Camino rápido hasta la cajera para intercambiar sus fichas y dio gracias a los cielos cuando la muchacha le entrego el dinero en fajos con grandes frases con más velocidad de lo que él podría querer.

"¡Hey!" Yixing escuchó un llamado viniendo de lejos y supo que estaba en problemas.

"¿Señor?" La chica de la caja lo llamo. "Creo que la dirección quiere hablar con usted..."

Yixing no respondió, solo sonrió y guiño un ojo hacia la cajera antes de comenzar a correr. Cuando su celular comenzó a sonar, pensó en que realmente debía ser muy suertudo.

"¡Chen ¿Dónde estás?!" Yixing prácticamente le gritó al celular en su oreja, cuando logro salir corriendo del Casino, con algunos de seguridad detrás de él.

"Estoy en el lugar acordado esperándote... ¿Por qué?"

"Nada. ¡Todo está bien! ¡Solo mantén el auto encendido y la puerta abierta, por favor!"

Yixing giro en la esquina y vio en el final de la calle el auto de Jongdae encendido y con la puerta trasera abierta, esperando. Cuando más el chino se acercaba al auto, más rápido corría. Cuando estuvo a menos de un metro del vehículo, dio un salto y se lanzo dentro del mismo, cerrando la puerta enseguida.

"¡Vamos!" Yixing gritó, mirando a los de seguridad que estaban acercándose cada vez más al automóvil.

Jongdae acelero y ellos salieron disparados por las calles de Seúl, dejando por lo menos cinco hombres de seguridad atrás, furiosos.

"¿Cómo te fue?" Jongdae pregunto riendo.

"Genial, conseguí por lo menos cincuenta mil dólares."

"Felicidades, Lay. ¿Pero qué hacían aquellos de seguridad atrás de ti?" Yixing rió por la pregunta del otro.

"Nos hicimos amigos y decidimos hacer una carrera juntos. ¿Pensaste que me estaban persiguiendo? Por favor, Chen, sabes lo suertudo que soy."

"Vamos a casa." Jongdae hablo sonriendo, mientras balanceaba la cabeza, sin creerle lo que había dicho.

Y luego ellos desaparecieron entre el mar de autos de Seúl, sin dejar rastro alguno.

Lo que precede del Caos [traducción]Where stories live. Discover now