(Baekhyun) Drabble XI - El perro rabioso

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El perro rabioso

"Equivocado quien piense que el hecho de ser notado te vuelve honrado."


Baekhyun nunca tuvo muchas opciones en su vida.

Nació y creció en un barrio aislado y marginado, huyendo de casa cuando tenía poca edad para ser capaz de librarse de los abusos que sufría en un lugar que jamás podría llamar hogar. Vivió solo durante algunos años, de pequeños robos para mantenerse en lo mínimo saludable, pero en cierto momento de su existencia, cuando tenía trece años de edad, se vio obligado a asaltar a una persona por primera vez.

Robar era fácil y no perjudicial, en la visión de Baekhyun. Las personas no notaban que algo se les había sido arrebatado hasta que ellos ya estaban a una distancia segura, en la pequeña choza abandonada que encontró en el barrio en el que vivía y compartía con otros chicos que escaparon de casa. Asaltar era peligroso, porque alguien podía salir lastimado.

Baekhyun se arrepintió de su primer intento de asalto. Usando un cuchillo, él no consiguió hacer mucho contra una señora mayor antes de arrepentirse y, por broma del destino, acabo siento sorprendido infraganti por la policía.

Termino siendo encerrado en un reformatorio, donde permaneció durante un año antes de conseguir huir con la ayuda de algunos compañeros.

Baekhyun no era una persona mala. No lo era.

El joven paso a culpar al reformatorio por el modo en el que comenzó a actuar después de lograr huir de aquel lugar que consideraba un verdadero infierno. Baekhyun se volvió una persona fría y, junto a esos compañeros que lo ayudaron a huir, se unió a un grupo de matones que se llamaban una "organización criminal de primera línea".

Fue con ese grupo que Baekhyun aprendió a matar, aprendió a no confiar plenamente y aprendió a no ser misericordioso.

Misericordia que él no obtuvo por ninguno de aquellos que lo hirieron de alguna manera dentro del reformatorio. Baekhyun, con ayuda de la pequeña "organización" de la cual era parte, elimino uno por uno a aquellos que lo tocaron dentro de aquel lugar y que lo convirtieron en una persona que, en el fondo, no le gustaba.

"¿Ese es el último?" Un chico de cabello negro, un poco más joven que el propio Baekhyun, murmuró, mirando a un hombre que aparentaba ya tener sus cuarenta años, saliendo de un bar.

"Lo es, es el único guardia que estaba involucrado en toda aquella mierda y aun no fue eliminado." El joven Baekhyun, ahora con diecinueve años, respondió, entrecerrando los ojos para enfocar su visión en el objetivo.

Todos los otros implicados, tanto los chicos presos como los guardias, ya habían encontrado su destino final por el pequeño revolver que Baekhyun llevaba consigo o, peor, por las armas blancas o de fuego de sus compañeros de la organización.

"Vamos." El chico murmuró y Baekhyun lo siguió, caminando lentamente por la calle oscura, iluminada tenuemente por los postes viejos de aquel barrio de clase media-baja.

Ya pasaban de las tres de la mañana cuando los dos jóvenes comenzaron a seguir al adulto ya un poco calvo, que zigzagueaba por la calzada, visiblemente ebrio. Baekhyun miró a su compañero y le dio una media sonrisa, asintiendo levemente con la cabeza para que el chico supiese que podía seguir con el plan.

No tardó mucho más que un minuto antes de que el compañero de Baekhyun corriera algunos metros hacia adelante  y llamara la atención del objetivo, haciendo que dejara de caminar para mirarlo.

Algunas palabras inconexas salieron de la boca del hombre mientras el chico lo invitaba para ir hasta un motel. Baekhyun suspiró y se acercó a pasos lentos y silenciosos hasta el guardia del que sólo recordaba el nombre, pero jamás olvidaría el rostro y la risa maliciosa mientras el caos se instalaba todas las noches en aquel reformatorio.

El chico, colega de Baekhyun, sonrió y caminó frente al hombre, caminando para alejarse de lo que ocurriría. Algunas palabras inconexas se desprendieron de los labios del moribundo antes de que el mismo se encontrara con su destino.

"Espero no tropezarme contigo en el infierno." Baekhyun murmuró, más para sí mismo que para el hombre, antes de dispararle directamente en la nuca. El ruido fue fuerte y los oídos del tirador zumbaron, incomodándolo.

En solo una fracción de segundos, el objetivo cayó al piso, muerto.

"¡Vámonos, el ruido debe de haber llamado la atención!" El colega de cabello oscuro gritó y Baekhyun despertó de su trance. Era siempre un placer vengarse.

Los dos corrieron por la calle hasta alcanzar el minúsculo y viejo auto que pertenecía a la pequeña organización criminal de la cual eran parte. Ellos volvieron a la choza que llamaban cuartel general para continuar con su vida.

Lo que Baekhyun no le contó a nadie era que había un objetivo más para ser eliminado. La venganza no le devolvería su orgullo o la poca honra que le restaba, pero se juró así mismo que el responsable por todo el sufrimiento y humillación que sufrió cuando tenía sólo trece años seria asesinado cuando menos se lo esperase.

El juez que condenó a Baekhyun a ser encerrado en aquel reformatorio seria asesinado a cualquier costo. 

Lo que precede del Caos [traducción]Where stories live. Discover now