Epílogo

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"Ian Bravo"

- Mamá... ¡Eres abuela! Déjame presentarte a Ian... ¿Qué cómo ocurrió? Pues... Resulta que una Diosa loca introdujo un milagro en Jack para que él pueda quedar embarazado y... Si, Jack quedo embarazado, pero duró solo un mes y medio ya que Ian crecía muy rápido. Habría muerto de no ser porque tenemos una bendición que nos protege, nos la dio otro Dios que matamos hace tiempo, evita que la magia y otras cosas similares no tengan casi efecto sobre nosotros... ¿Qué? ¿El Dios? Pues... es una historia muy larga...

- Creo que eso no funcionará muy bien... - Le decía Jack a su amado mientras golpeaba suavemente la espalda de Ian para que hiciera provecho.

Johnny se encontraba frente al espejo de cuerpo completo que tenían en su habitación, practicando su monologo desde hacía más de una hora. En el momento en que su madre le llamo esa mañana, diciendo que iban a visitarlos con regalos desde Rusia, habían decidido decirle la verdad. Sabían que era algo riesgoso pero, ellas e Ian se lo merecían.

Hacía apenas un día que habían regresado y el tiempo no hubiera pasado, es más, a excepción de unos escasos minutos, seguía siendo la misma hora y día que el que habían partido.

- Lo se... - Decía Johnny mientras suspiraba y se recostaba sobre la cama, cansado de intentar pensar como decirlo.

- Tranquilo... Solo hay que hablarles calmadamente y decirles la verdad, Bunny y Martha entenderán...

- Eso espero... - Respondió él un tanto desanimado.

El timbre de la entrada comenzó a sonar, haciendo que Johnny se levantase velozmente de la cama.

- ¿Ya llegaron? Bien... Tranquilo Johnny... - Se decía a si mismo mientras provocaba una leve sonrisa en Jack. - Yo les abriré y tu quédate aquí con Ian, les explicare un poco la situación y... y...

- Solo ve... Y nosotros apareceremos en el momento oportuno.

La paz que transmitía Jack le ayudo a relajarse lo suficiente como para tranquilizar su nervioso corazón. No savia cuanto extrañaba verlo en su yukata blanco hasta ahora. La ropa occidental le sentaba de maravilla, pero su yukata formaba parte importante de él y no había prenda que le quedara mejor que esa.

Johnny se le acercó lentamente y depositó un suave beso en sus labios.

- El blanco te sienta bien...

El timbre volvió a sonar, haciendo que Johnny se separara de ellos, no antes de depositar un suave beso en la frente de su hijo, y fue a recibir a sus tan esperadas visitas.

- ¿Johnny? ¿Jack? ¿Están en casa? - Dijo Bunny desde el otro lado de la puerta.

- ¡Ya voy mamá! - Dijo Johnny mientras tomaba las llaves y la abría para dejarlas pasar.

La sorpresa acudió a él cuando vio a su madre con un montón de cajas de regalo de distintos tamaños y peluches de animales.

- ¡Hola cariño! ¿Me ayudas con esto? Aún hay cosas en el auto. - Dijo ella antes de depositarlo todo en los brazos de su hijo.

- Si... ¿Qué es todo esto? - Preguntó Johnny mientras acomodaba las cosas en la sala de estar.

- Le dije que era muy pronto pero cuando nos dieron la noticia, no pudo contenerse a comprar todo esto... Aunque debo admitir que a mí también me gustó comprarlo. - Dijo marta mientras traía una pequeña bicicleta con ruedas de apoyo en una mano, y una cuna portátil de color verde en la otra. - No sabíamos si era niño o niña así que trajimos cosas de todos los colores posibles.

- ¿Noticia...? ¿Quién...? ¿Cómo...? - Johnny no atinaba a armar una oración completa.

¿Ellas sabían de Ian? ¿Cómo se enteraron? ¿Quién le había dicho? Estas y cientos de preguntas se formaban en su cabeza mientras seguía ayudando a su madre a acomodar todo.

Un Pequeño MilagroWhere stories live. Discover now