7

6.4K 860 237
                                    

Hace un par de días le habían internado en el hospital del pueblo, algo que le parecía totalmente inútil ya que estaba seguro moriría.

Pensaba que las palabras de aliento que le daban eran tontas, no es esperanza lo que sentían por él, es lastima y pena, es obvio que no saldría vivo de ese viejo edificio con olor a muerto y medicina.

En todo momento Bill ha estado a su lado, violando por completo las normas del hospital que decían las visitas no pueden quedarse con el paciente. Al rubio le importaba poco eso, él fue creado para este junto a Dipper en todo momento y eso iba a hacer.

El castaño estiró su mano y tomó la de Bill, le encantaba como la piel artificial de este se sentía tan real, tan cálida, olvidando por completo que bajo esa palidez hay sólo metal y cables.

No sólo sus manos, sus labios también se sentían reales, amaba besarlo, desde que recuerda tenerlo ha besado a Bill, al principio sólo eran besos pequeños, inocentes como los que daría un niño de cinco años -edad en la que le regalaron a Bill- y que al paso de los años comenzaron a ser más "adultos", como él decía.

Nunca pasaron de eso hasta que cumplió los trece, sólo besos y un par de caricias de vez en cuando, y luego un día por fin decidió hacer cosas de mayores.

Le gustaba recordar esas veces que lo hicieron, aunque sólo fueron cuatro. Se pregunta estando sobre esa cama, si no se hubiese enfermado, ¿seguirían haciéndolo? Lo más probable es que sí, le gustaba que Bill lo tocara, estaba seguro que si sus tíos se enteraran de eso, ellos mismo se encargarían de destruir al rubio pieza por pieza.

Como iba a extrañar sentirse lleno gracias a Bill.

Mi muñecoWhere stories live. Discover now