Nuestra culpa

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N/A: Bien, como digo esto? me enganche tanto con mi propia historia que ahora no puedo parar, incluso casi lloro mientras releía lo que escribía, espero les guste tanto como a mi, y ahora si me permiten, iré a llorar a un rincón TT___TT


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El recorrido desde el lugar de los hechos hasta el hospital fue casi interminable para todos.

Osomatsu, quien se fue en la ambulancia era el mas afectado de todos, no paraba de mirar sus manos junto a las de Karamatsu -Si tan solo te hubiese...- Se arrepentía de que solo estuvo a miceros centímetros de su hermano menor para poder salvarlo. Poso sus manos en sus llorosos ojos, lamentándose una y otra vez de lo estúpido y lento que fue, si tan solo hubiera comenzado a correr tras él un segundo antes...

Mientras tanto, los cuatro restantes iban con el corazón en la garganta dentro de un taxi. El de verde apenas si podía creer lo que sus ojos habían experimentado, no sacaba de su cabeza el momento exacto en que su hermano mayor fue arrollado por aquel vehículo. Aquella escena se repetía una y mil veces, como si de una película mal grabada se tratase. Tapo su boca con sus manos intentando detener sus gritos para no asustar a los demás, sin detener sus lagrimas.

El purpureo joven mordía una y otra vez su mano mientras lloraba, se comenzaba a echar la culpa de lo que había sucedido, después de todo, Karamatsu hizo aquello después de que el lo insultara -Maldición... que tan estúpido puedo llegar a ser...- Pensó mientras su mano comenzaba a sangrar por los mordiscos que se proporcionaba -Karamatsu... no te atrevas a morir...- Susurro para si mismo mientras sentía el cálido toque amarillo de su hermano menor, quien con fuerza tomo la mano sangrante del joven purpura y la estrujo con la suya.

-No es tu culpa... Ichimatsu-nissan...- Dijo en voz baja alertando al resto de hermanos -Karamatsu-nissan... nos culpo a todos...- Su semblante siempre feliz desapareció de la nada comenzando a recorrer por sus mejillas un hilo trasparente y salado, sin parar, como si alguien hubiese dejado un grifo abierto. Su llanto era desgarrador, ya que pocas veces habían visto llorar al de amarillo.

Mientras tanto, el menor de todos lloraba en silencio en el asiento del copiloto, sujetaba con fuerzas su celular mirando el numero de sus padres... ¿Como se lo explicaría? ¿Como les dirían que su segundo hijo salto para suicidarse? respiraba con dificultad mientras comenzaba a marcar el numero indicado. Casi al instante la llamada fue respondida, escuchándose una voz suave pero envejecida, El menor de ropas color rosa no podía articular palabra alguna, tenia miedo.

-¿Todomatsu?- Preguntó la voz desde la otra linea -¿Sucede algo mi niño?- un escalofrió recorrió la espalda de la mujer al sentir los sollozos de su hijo.

-Ma... Mamá...- Dijo con dificultad por la falta de oxigeno -Ve al hospital... Ka-Karamatsu-nissan...- por un momento dudo si debía seguir, las imágenes de lo sucedido lo paralizaron por un segundo -Karamatsu-nissan... tra-trato de su-suicidarse...- Rompió en un llanto tan fuerte que asusto al conductor del taxi.

La madre por un momento sintió que su cuerpo dejaba este mundo, no lo podía creer, su hijo, su querido y adorado hijo... había tratado de terminar con su vida. Sin pensarlo dos veces colgó el teléfono y casi corriendo tomo a su esposo explicándole la situación y ambos, aterrados, se dirigieron al hospital.

(...)

Cuando ya los cuatro chicos que estaban en el taxi llegaron a su destino pudieron divisar al de suéter rojo sentado en frente de la sala de operaciones, lo miraban al borde de las lagrimas y no pudieron detener estas al escuchar las palabras de Osomatsu -Los doctores... dijeron que no...- su voz se apago en un llanto -Que no tuviéramos... mu-muchas esperanzas...- Aquellas frases fueron desgarradoras, el mayor de todos les daba a entender que quizás... su preciado hermano no viviría.

Ante la desconsolada escena sus padres no pudieron hacer otra cosa mas que abrazar a sus hijos, habían llegado hace pocos segundos y pudieron escuchar todo lo que su primer hijo dijo en lagrimas, lo único que pudieron esperar... fue un milagro.


Oscura esencia / Osomatsu-sanWhere stories live. Discover now