2. Frankfurt

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Louis vuelve a ver a Harry en un vuelo de Londres a Frankfurt, Alemania, a las diez de la mañana de un jueves de Enero.

O mejor dicho, nueve días después de su último encuentro.

Está encerrado en el baño, repitiéndose un mantra mental para convencerse a sí mismo que todo está bien, que ya lo hizo millones de veces y nada cambiará esta vez. La noche previa tuvo una horrible pesadilla donde el avión se venía en picada, y está solo un poquito aterrado de que eso pase.1

Louis es muy supersticioso, como le contó a Harry camino a Roma.

—Debería conseguirme un amuleto de buena suerte o algo — le dijo.

Piensa en Harry y se tranquiliza. Piensa en que tal vez hoy sea un día de suerte y lo vuelva a ver, y sale del baño mentalizado en eso.

Sorprendentemente, así pasa.

No ve cuando sube al avión, pero lo encuentra ya sentado en la tercera fila, a la derecha, al lado de un señor con un sombrero en la cabeza que está intentando dormir.

— Hola, extraño — es lo primero que dice Louis.

Harry alza la vista de su celular, sonriendo al instante—. Louis.

Se quita los audífonos de un tirón, centrándose en el ojiazul, pero este hace un ademán con la mano.

— No quise interrumpirte.

— No, no— se apresura, ganándose una queja inentendible de su compañero de asiento. El labio de Harry da un tirón, como un silencioso Oops, y entonces continua en voz más baja — ¿Cómo estás?

Louis ríe suavemente—. Bien, ¿y tú?

— Genial. Más descansado—. contesta despacio.

Es algo que al principio le llamó la atención a Louis, pero luego terminó acostumbrándose a su voz calma y precisa.

— Uh, gracias— murmura Louis, luego de un instante de silencio.

Harry frunce levemente el ceño, confundido — ¿Por qué?

— Por el souvenir — aclara—. No tenías que hacerlo.

— Quería hacerlo— le responde con una sonrisa sincera. Louis lo observa sin reaccionar unos segundos y la cara de Harry se contorsiona en una expresión aterrada y nerviosa—. Si te molesta o te incomoda, no tienes obligación de aceptarlos, es decir, no era mi intención darte a entender que siento pena o algo así, yo sólo...

El chico se enreda con sus palabras y Louis quiere reír por lo tierno que se ve.

—Harry — lo llama, un rastro de dulzura en su voz. Harry deja de exhalar palabra tras palabra y lo mira expectante —. Es tierno.

En realidad, Louis quiso decir que fue lindo de su parte, pero de haberlo dicho así tal vez no se hubiera ganado esa sonrisa tonta de parte del rizado.

— Quería que tuvieras un recuerdo de los lugares en los que has estado, aunque no hayas ido más allá de la puerta de un hotel — murmura sincero, y Louis jura que ve un leve tinte rosado en sus mejillas.

Se queda sin palabras por un breve momento, solo procesando, hasta que logra recordar cómo formular palabras coherentes—. Eso es... Muy lindo. En serio, Harry.

— Gracias — está jugando con los cables de sus audífonos, como un pequeño niño nervioso que acaba de admitir una travesura a su madre.

— No tenías que gastar tu dinero en mí — Louis no quiere sonar desagradecido, pero tenía que decirlo para evitar incomodidades futuras, empujando un recuerdo en su mente.

— Quise hacerlo.

— Apenas me conoces.

— No significa que no te merezcas un regalo sólo porque sí — y ahora Harry lo está mirando con sus enormes ojos verdes y pareciera que le gritaran que no pregunte el por qué, que aún no es el momento.

Así que Louis se resigna a repetir "Gracias. De verdad, Haz" y puede que sea muy pronto para los apodos, pero si es así, a Harry le importan tan poco los protocolos como a él cuando le devuelve la sonrisa.

—De nada, Lou.

Souvenir || l.sWhere stories live. Discover now